Remontada de campe¨®n del Atl¨¦tico

Con suspense y con sufrimiento, como no pod¨ªa ser de otra manera por el gol encajado pasado el primer cuarto de hora, el Atl¨¦tico se proclam¨® campe¨®n de la Liga por und¨¦cima vez. Tuvo que enderezarse el equipo de Simeone tras un primer tiempo en el que le pudo el v¨¦rtigo. Con el gol en contra, su reacci¨®n en el entreacto fue de campe¨®n. Una delicia de ...

Con suspense y con sufrimiento, como no pod¨ªa ser de otra manera por el gol encajado pasado el primer cuarto de hora, el Atl¨¦tico se proclam¨® campe¨®n de la Liga por und¨¦cima vez. Tuvo que enderezarse el equipo de Simeone tras un primer tiempo en el que le pudo el v¨¦rtigo. Con el gol en contra, su reacci¨®n en el entreacto fue de campe¨®n. Una delicia de Correa y el instinto de Su¨¢rez para rapi?ar todo lo que huele a gol terminaron por encumbrar a un equipo que ha coleccionado dos t¨ªtulos de Liga en siete a?os. De manera distinta, pero con el sello del car¨¢cter que le ha grabado a fuego Simeone. El triunfo fue una met¨¢fora de su temporada. Cuando atac¨® bien y jug¨® en campo contrario, gan¨®. Cuando dud¨®, se atasc¨®.

La presi¨®n hizo mella en el arranque del Atl¨¦tico. Sin el pulso adecuado, aliment¨® desde el inicio las esperanzas del Valladolid de que se obrara el milagro. El equipo de Sergio, que necesitaba ganar y una carambola doble en Huesca y Elche, sali¨® liberado, sinti¨¦ndose m¨¢s carne de Segunda Divisi¨®n que de Primera. Sin presi¨®n, m¨¢s suelto, a los 17 minutos caz¨® al Atl¨¦tico en una contra. Un saque de esquina de los rojiblancos desemboc¨® en un ataque vertiginoso de cuatro toques que dejaron a ?scar Plano a campo abierto para citarse con Oblak. Un disparo ajustado al palo izquierdo del esloveno empezaba a escribir el drama del Atl¨¦tico. En la banda, Simeone no daba cr¨¦dito.

El l¨ªder ya no solo era un flan. Ahora ya deb¨ªa apechugar con la necesidad de remontar. El sufrimiento y la agon¨ªa acompa?aban de nuevo la historia del Atl¨¦tico. Ni que el Villarreal se adelantara en Valdebebas mejor¨® a los futbolistas de Simeone. Sus centrocampistas estaban ante uno de esos d¨ªas en los que daban m¨¢s pases al contrario que al compa?ero. Koke, Llorente y Sa¨²l estaban superados por la responsabilidad. Tampoco Carrasco, Correa o Trippier mostraban piernas y cintura frescas para sitiar el ¨¢rea de Masip. Solo una jugada a trompicones, aseada por Sa¨²l con un pase a Su¨¢rez, acerc¨® al gol al Atl¨¦tico. El charr¨²a recort¨® y enrosc¨® un disparo que iba camino de la escuadra hasta que Kiko Olivas meti¨® la cabeza para desviar la pelota a c¨®rner. Esa fue la ¨²nica ocasi¨®n clara que pudo fabricar el conjunto rojiblanco en todo el primer tiempo. Si contra Osasuna fue capaz de domar la cabeza, en el primer acto del partido definitivo fue un manojo de nervios e imprecisiones.

Ni los gritos que sal¨ªan de la boca de Oblak y Gim¨¦nez ni los ¨¢nimos que trataba de insuflar Koke apelando al esp¨ªritu de equipo hicieron efecto. No dio sensaci¨®n alguna de poder hacerle da?o a un equipo que se presentaba a la cita desahuciado. Camino del vestuario, los andares de Simeone y de sus futbolistas eran lentos, mascando una derrota dram¨¢tica, pese a la moment¨¢nea derrota del Madrid. Bajo la amenaza de cat¨¢strofe, la salida del Atl¨¦tico, con la cuenta atr¨¢s ya en marcha, fue m¨¢s propia de un equipo que se estaba jugando la Liga. Una internada de Llorente la caz¨® Su¨¢rez de cabeza y Janko evit¨® el tanto a un metro de la l¨ªnea de gol. Otro cabezazo franco de Gim¨¦nez se march¨® alto.

Correa volvi¨® a mostrar el futbolista que es. En medio metro en la media luna se limpi¨® a tres jugadores y resolvi¨® con un punterazo de f¨²tbol sala que sorprendi¨® a Masip. Media hora ten¨ªa el Atl¨¦tico para marcar el tanto que terminara por tranquilizarle. Antes de que llegara, Oblak tuvo que sacar un duro disparo de Olaza. El rechace le cay¨® a Weissman, que con el esloveno vencido remat¨® de cabeza por encima del larguero. La suerte del campe¨®n parec¨ªa inclinarse para el Atl¨¦tico. Lo confirm¨® la entrega que le hizo Sergi Guardiola a Luis Su¨¢rez con un pase atr¨¢s. El charr¨²a enfil¨® a Masip con la oportunidad de sentenciar la Liga. No fall¨®. Levant¨® la cabeza y ajust¨® un remate para la historia. Sus 21 goles han sido capitales para el t¨ªtulo. Ya solo era cuesti¨®n de que el tiempo pasara para que los jugadores del Atl¨¦tico y Simeone entonaran el alir¨®n.

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