El Villarreal levanta la bandera del f¨²tbol sin exclusiones
La singularidad de su ¨¦xito no responde a una conjunci¨®n astral, sino que descansa en una excelente organizaci¨®n y la contundencia para evitar que los sinsabores afecten a la estabilidad del modelo
El Villarreal continuar¨¢ en Gdansk el idilio de los equipos espa?oles con la Europa League, que desde su nacimiento en 2007 ha visto la victoria del Sevilla en cinco ocasiones y del Atl¨¦tico en dos. Esta masiva contribuci¨®n explica tanto una hegemon¨ªa como la importancia de lo que en t¨¦rminos sociales se define como clase media, cuyo volumen futbol¨ªstico es trascendental en el f¨²tbol espa?ol. El Villarreal es uno de sus representantes m¨¢s significativos, un club de autor en una peque?a localidad del Levante, ejemplar por ...
El Villarreal continuar¨¢ en Gdansk el idilio de los equipos espa?oles con la Europa League, que desde su nacimiento en 2007 ha visto la victoria del Sevilla en cinco ocasiones y del Atl¨¦tico en dos. Esta masiva contribuci¨®n explica tanto una hegemon¨ªa como la importancia de lo que en t¨¦rminos sociales se define como clase media, cuyo volumen futbol¨ªstico es trascendental en el f¨²tbol espa?ol. El Villarreal es uno de sus representantes m¨¢s significativos, un club de autor en una peque?a localidad del Levante, ejemplar por la consistencia de sus resultados y la eficacia de su modelo, situado en las ant¨ªpodas del que representa el Manchester United, su adversario en la final.
No se trata de uno de esos milagros que abundan en el f¨²tbol, testigo frecuente de mete¨®ricos despegues y desplomes vertiginosos. En 1998 ingres¨® en la Primera Divisi¨®n y desde entonces se ha distinguido mucho m¨¢s por los ¨¦xitos que por las decepciones. Tres breves estancias en Segunda Divisi¨®n representan poco frente al enorme caudal de satisfacciones que ha proporcionado el Villarreal.
Lo que era un peque?o gran proyecto se ha convertido en una gran realidad, que excede al rendimiento del equipo en todos estos a?os. Dirigido por Fernando Roig, el club ha sido mod¨¦lico en todos los cap¨ªtulos. La atenci¨®n al detalle apenas tiene rival en la Liga. Desde el primer momento, el Villarreal cuid¨® el c¨¦sped con un primor desconocido por la inmensa mayor¨ªa de los equipos. Era mucho m¨¢s que un compromiso b¨¢sico del club con el f¨²tbol. Merec¨ªa interpretarse como un mensaje por elevaci¨®n: el peque?o Villarreal estaba dispuesto a hacer las cosas con dedicaci¨®n y buen gusto.
Le bast¨® muy poco tiempo para instalarse en Primera y hacerse sentir. Tambi¨¦n para adquirir una identidad. El Villarreal ha procurado elegir un tipo de jugador y de t¨¦cnico que se adscribe a un modelo m¨¢s cercano a los equipos con grandes pretensiones que a los empe?ados en la supervivencia. Ha sido tan coherente en este cap¨ªtulo como en su af¨¢n de alumbrar una de las canteras m¨¢s f¨¦rtiles del f¨²tbol espa?ol. En los ¨²ltimos a?os, los equipos juveniles del Villarreal figuran entre los mejores del panorama nacional, con una brillante producci¨®n, plasmada en la Primera Divisi¨®n. Pau Torres es una de sus banderas. Yeremi Pino apunta excelentes maneras. Varios equipos europeos persiguen la contrataci¨®n de Pedraza.
El Villarreal es algo m¨¢s que un ambicioso y bien trazado proyecto. Transmite una impresi¨®n conceptual, una gran idea que supera la frontera de los resultados. Que todo haya sucedido en el peque?o universo de un pueblo de 40.000 habitantes podr¨ªa interpretarse como un milagro, pero no lo es. La singularidad de su ¨¦xito no responde a una conjunci¨®n astral. Descansa en una excelente y eficaz organizaci¨®n, la claridad de los objetivos, la coherencia del proceso y la contundencia para evitar que los sinsabores del f¨²tbol, y el Villarreal conoce algunos, afecten a la estabilidad del modelo.
Si algo comunica el equipo es el r¨¦dito del trabajo bien hecho y del merecimiento como trampol¨ªn para progresar. M¨¢s que un club, se ha erigido en el indiscutible referente del f¨²tbol que se niega a capitular ante la presi¨®n del modelo contrario: elitista, desintegrador y entregado sin reservasa la vertiente mercantil. En su escenario no figuran peque?as ciudades, clubes con recursos limitados, ni equipos que vienen desde las divisiones m¨¢s profundas y se sienten con todo el derecho a progresar y conquistar sus sue?os.
A esta abismal divergencia remite el partido que disputar¨¢n el Manchester United, un viejo patricio del f¨²tbol, y el Villarreal, el club m¨¢s adecuado para llevar la bandera del f¨²tbol sin exclusiones, pero con ambiciones ilimitadas.
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