Florentino P¨¦rez tuerce la narrativa de Bernab¨¦u

Ning¨²n club est¨¢ tan adherido como el Real Madrid a la Copa de Europa, hasta un punto donde resulta dif¨ªcil resolver el dilema del huevo o la gallina. ?Qu¨¦ fue primero el torneo o el equipo que lo gan¨® en sus cinco primeras ediciones y con su fulgor lo coloc¨® a la cabeza de todas las competiciones? Aquel temprano ¨¦xito cambi¨® la vida al f¨²tbol, a la UEFA y al Real Madrid, presidido entonces por Santiago Bernab¨¦u, referente obligado en una narrativa que el madridismo ha interiorizado hasta el hueso, quebrada ahora con la fallida creaci¨®n de la Superliga.

A Florentino P¨¦rez nunca le ha faltado ambici¨®n, ni en el f¨²tbol, ni en los negocios. A lomos de los dos caballos se ha convertido en un personaje central en el paisaje econ¨®mico, social y pol¨ªtico de Espa?a, con un impactante efecto a escala internacional. Ha entendido como pocos los tiempos que corren en el ¨¢mbito econ¨®mico. Es un eximio ap¨®stol del discurso ultraliberal de la globalidad. Con la misma beligerancia, lo aplica tanto al ¨¢mbito empresarial como al futbol¨ªstico.

Desde su primera llegada a la presidencia del club en 2000 y la posterior en 2009, es imposible disociar la obra de Florentino P¨¦rez con la de Bernab¨¦u, en todos los t¨¦rminos que se corresponden con el legado de los dirigentes. El Madrid ha ganado en este siglo cinco Copas de Europa, ha construido un admirable centro de entrenamiento y su influencia en el mundo del f¨²tbol es masiva. La comparaci¨®n es inevitable.

La lujosa reconstrucci¨®n del estadio es mucho m¨¢s que la adecuaci¨®n de un campo a los tiempos que corren. Es la culminaci¨®n f¨ªsica del esfuerzo de Florentino P¨¦rez por alcanzar el techo m¨ªtico de Bernab¨¦u, el hombre que se anticip¨® a su tiempo con la edificaci¨®n de un estadio colosal, la creaci¨®n de una ciudad deportiva ¡ªla primera de su g¨¦nero en Espa?a¡ª y la fundaci¨®n de la Copa de Europa, con todas las consecuencias que esa decisi¨®n signific¨® para el Real Madrid.

Contra el muro de la Copa de Europa

La Superliga Europea, promovida ardientemente por Florentino P¨¦rez, merece interpretarse como el intento final de igualar o superar el legado de Bernab¨¦u. Es aqu¨ª donde el presidente del Real Madrid arriesga su apuesta y quiebra la narrativa que inici¨® su antecesor. La diferencia estriba en la aproximaci¨®n a la realidad de un presidente que comprendi¨® perfectamente la sociolog¨ªa del f¨²tbol y de la ¨¦poca que le toc¨® vivir ¡ªpulsi¨®n popular, vertebradora en la Europa de la posguerra mundial, visibilidad de un pa¨ªs aislado en el concierto pol¨ªtico internacional, acceso al otro lado del Tel¨®n de Acero¡ª y un dirigente que no ha entendido el impresionante poder social del f¨²tbol, o lo ha desechado sin ning¨²n rubor.

La idea de crear un espacio elitista, excluyente y ¨¢vido de dinero pertenece a la l¨®gica que domina la econom¨ªa en este siglo. Florentino P¨¦rez la ha aplicado sin reservas hasta alcanzar un punto sin retorno. La Superliga es su gran criatura, la selectiva y cerrada versi¨®n economicista de la Copa de Europa en el siglo XXI. La obra destinada a definir su estatura en la historia del f¨²tbol. No ser¨ªa el nuevo Bernab¨¦u, sino el primer Florentino P¨¦rez.

La Superliga apunta varios problemas para el presidente del Real Madrid, alguno de percepci¨®n tanto interior como exterior. Dirige al club que ha mitificado una competici¨®n de la que ahora abjura y en la que aparece como l¨ªder de un complot en su desaparici¨®n. Si la Superliga fracasa, y eso parece en estos momentos, Florentino P¨¦rez se habr¨¢ estrellado contra el muro de la Copa de Europa, el m¨¢gico edificio que Santiago Bernab¨¦u construy¨® junto a la reci¨¦n nacida UEFA, y debilitar¨¢ gravemente el relato hist¨®rico que sostiene el madridismo.

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