Guardiola y Tuchel juegan al ajedrez
El ¨ªdolo, al frente del Manchester City, enfrenta a su admirador, a cargo del Chelsea, en un duelo de banquillos que comenz¨® en 2014, en una mesa del caf¨¦ Schumann¡¯s, en M¨²nich
El conflicto del admirador y el ¨ªdolo es m¨¢s antiguo que la Biblia. El f¨²tbol registra casos notables de duelos entre jugadores mutuamente fascinados. Pero nunca en una final de Champions se enfrentaron un seguidor con el maestro al que admiraba en los banquillos. Es lo que prev¨¦ el gui¨®n cuando Thomas Tuchel, el hombre que desat¨® al Chelsea, se mida esta noche en Oporto (21:00 horas, Movistar) a Pep Guardiola, el t¨¦cnico del Manchester City que persigue a?adir la tercera Copa de Europa a una carrera legendaria.
Michael Reschke era director deportivo del Bayern cuando asisti¨® al primer combate t¨¢ctico de los dos entrenadores. ¡°En la temporada 2013-14 jugamos dos veces contra el Mainz de Tuchel¡±, recuerda, ¡°el Bayern gan¨® 0-2 en la ida pero no consigui¨® adelantarse hasta el minuto 86; y en la vuelta ganamos 4-1 pero hasta el 65 fuimos 0-1 por debajo. Al acabar, Pep me pregunt¨® por el entrenador. Le llam¨® la atenci¨®n que quisiera ganarnos con un equipo tan inferior. Yo ten¨ªa buena relaci¨®n con Tuchel porque lo hab¨ªa querido llevar al Leverkusen cuando era un t¨¦cnico de cantera. Despu¨¦s de tres a?os en Mainz, en 2014 se tom¨® un a?o sab¨¢tico y se vino a vivir a M¨²nich. Un d¨ªa le dije a Pep: ¡®oye, esta noche ceno con Tuchel¡¯. Y Pep no se lo pens¨®: ¡®?Voy contigo!¡±.
Reschke se qued¨® perplejo: ¡°Pep era una leyenda, hab¨ªa ganado dos Champions. Pero cancel¨® el compromiso que ten¨ªa y se vino conmigo para conocer a Tuchel, un joven entrenador alem¨¢n casi desconocido. Solo hab¨ªa entrenado al Mainz. Jam¨¢s hab¨ªa dirigido un partido internacional. Si le hubiera dicho a Pep que cenaba con Mourinho no creo que hubiera venido. ?Quer¨ªa ser parte del encuentro con el chaval! Tuchel estaba feliz: Guardiola era su ¨ªdolo¡±.
¡°Cuando entrenaba al Mainz en Segunda, de vez en cuando Tuchel viajaba a Barcelona para ir al Camp Nou¡±, explica Reschke; ¡°no para ver al Bar?a sino para ver c¨®mo reaccionaba Pep a las situaciones de los partidos. Intentaba conseguir v¨ªdeos de sesiones de entrenamiento de Guardiola y le¨ªa todo lo que pod¨ªa sobre ¨¦l¡±.
¡°Quedamos en el caf¨¦ Schumann¡¯s, en el centro de M¨²nich¡±, recuerda, ¡°y en cuanto se sentaron empezaron a discutir de f¨²tbol. ?Nadie puede imaginar lo que fue eso! Primero hablaron de los partidos Bayern-Mainz. Despu¨¦s siguieron hablando de partidos de hac¨ªa cuatro a?os. Tuchel se conoc¨ªa de memoria las alineaciones de los cl¨¢sicos contra el Madrid, se?alaba los problemas que se hab¨ªan planteado a lo largo de los 90 minutos, y le preguntaba a Pep por sus charlas en el descanso. Pep explicaba todas las relaciones causa-efecto que hab¨ªan producido los goles. Comenzaron a utilizar la mesa como si fuera un tablero y a mover los vasos, los saleros, los pimenteros¡ ?Fue incre¨ªble! Me convert¨ª en un espectador. Eran como ver a Bobby Fischer contra Boris Spassky. Yo estaba alucinado¡±.
¡°Uno de los partidos que m¨¢s analizaron fue la vuelta de las semifinales de Champions de 2009, cuando el Bar?a gan¨® en Stamford Bridge con un gol de Iniesta¡±, apunta Reschke. ¡°Hablaron largo y tendido sobre los planteamientos, las ocasiones, las sustituciones. Ahora la historia se repite, solo que el entrenador del Chelsea es Tuchel¡±.
Ocho semanas despu¨¦s de su primera reuni¨®n los duelistas volvieron a quedar con Reschke. Esta vez eligieron el asador muniqu¨¦s de Brenner. Atra¨ªdo por el ruido de sables se les uni¨® Peter Hermann, que hab¨ªa sido asistente de Klaus Topm?ller con el Leverkusen y de Jupp Heynckes con el Bayern en tres finales de Champions. ¡°?Hermann es una instituci¨®n en Alemania!¡±, dice Reschke. ¡°Pero la velada fue tan incre¨ªble que al d¨ªa siguiente me llam¨®: ¡®Gracias por la mejor noche de f¨²tbol de mi vida; ?fue incre¨ªble! Solo lamento una cosa. Cuando acab¨® llam¨¦ a B¨¢rbara (su mujer) y le dije: ¡®?Me retiro! Siempre cre¨ª que comprend¨ªa el juego mejor que nadie, ?pero he conocido a gente que sabe mucho m¨¢s que yo!¡±.
¡°El ambiente de aquellas cenas fue el de una leyenda que se re¨²ne con un estudiante avanzado¡±, se?ala Reschke. ¡°Tuchel era un aspirante a director de orquesta y Pep era Karajan. Creo que Guardiola quer¨ªa componer la gran sinfon¨ªa de su tiempo, mientras que Tuchel era un poco m¨¢s tecnocr¨¢tico. Se fijaba un poco m¨¢s en los resultados y Pep buscaba m¨¢s el entretenimiento, la haza?a art¨ªstica, la creatividad. A Pep no le val¨ªa con ganar. Quer¨ªa que su equipo marcara goles que reflejaran ideas novedosas. A Tuchel le parec¨ªa bien ganar por penaltis¡±.
¡°No es un partido de tenis¡±
¡±Esta final de Champions vuelve a demostrar que los entrenadores inteligentes son quienes hacen la diferencia en el f¨²tbol actual¡±, concluye Reschke. ¡°Los tiempos en que los grandes motivadores inclinaban la balanza de la competici¨®n se han terminado. Ya no basta con la experiencia de los jugadores retirados. Hacen falta especialistas. Llevo 40 a?os trabajando en el f¨²tbol de clubes. He coincidido con gente maravillosa. Pero la mejor de todas las experiencias personales que tuve ¡ªla que me abri¨® los ojos al f¨²tbol¡ª fueron los tres a?os que trabajamos juntos con Pep¡±.
Tuchel se hizo cargo del Chelsea en enero. Desde entonces ha enfrentado al City en dos ocasiones. Ambas con victoria, en Copa (1-0) y en Premier (1-2). En el ¨²ltimo encuentro, en el Etihad, los dos t¨¦cnicos se tomaron diez minutos para intercambiar ideas. La t¨¢ctica fue, una vez m¨¢s, el apartado primordial.
¡±No soy yo contra Pep; esto no es un partido de tenis¡±, respondi¨® este viernes Tuchel, cuando le preguntaron por el famoso mano a mano. ¡°Siempre es dif¨ªcil jugar contra el Bar?a, el Bayern o el City cuando Guardiola est¨¢ al mando. El City es hoy probablemente el mejor equipo del mundo. Pero nosotros hemos acortado la brecha: lo hicimos en la Premier, lo hicimos en la Copa, y queremos seguir haci¨¦ndolo ma?ana¡±.
En la final de Champions que gan¨® el Bar?a en 1992, Johan Cruyff se hizo c¨¦lebre por la charla m¨¢s optimista y fugaz imaginable: ¡°Salgan y disfruten¡±. Cuando ayer se lo recordaron, la respuesta de Guardiola arrastr¨® una cuota de pesadumbre. ¡°Estoy persuadido de que para ganar las finales debes sufrir¡±, dijo; ¡°no se trata de salir y disfrutar. Eso es bonito pero a la mayor¨ªa de las veces debes sufrir, ser resiliente, ajustarte a los malos momentos¡±.
Sostiene Reschke que el f¨²tbol ha entrado en la era de los entrenadores. Despu¨¦s de escuchar a Guardiola, se dir¨ªa que se trata de la era de la complejidad.
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