Del rescate en el mar al podio

Alassane Laye Diop empieza por fin a creer en el futuro, en una vida digna, la que no ten¨ªa en Dakar, donde naci¨® hace 20 a?os. La supervivencia se le hizo imposible all¨ª. Su trabajo como pescador era precario y cada vez m¨¢s escaso. La paga no le alcanzaba para esquivar la miseria ni para ayudar a su madre, Khadi Mbengue, y a sus dos hermanos. Hace tres a?os, decidi¨® darse una oportunidad en busca de una nueva vida. Con el dinero que hab¨ªa ganado durante seis meses, compr¨® un billete de avi¨®n hasta T¨¢nger. Desde la ciudad marroqu¨ª, cuando todav¨ªa era menor y junto a cinco compa?eros, se hizo a...

Alassane Laye Diop empieza por fin a creer en el futuro, en una vida digna, la que no ten¨ªa en Dakar, donde naci¨® hace 20 a?os. La supervivencia se le hizo imposible all¨ª. Su trabajo como pescador era precario y cada vez m¨¢s escaso. La paga no le alcanzaba para esquivar la miseria ni para ayudar a su madre, Khadi Mbengue, y a sus dos hermanos. Hace tres a?os, decidi¨® darse una oportunidad en busca de una nueva vida. Con el dinero que hab¨ªa ganado durante seis meses, compr¨® un billete de avi¨®n hasta T¨¢nger. Desde la ciudad marroqu¨ª, cuando todav¨ªa era menor y junto a cinco compa?eros, se hizo a la mar en una peque?a balsa neum¨¢tica. Despu¨¦s de nueve horas de traves¨ªa fueron rescatados por un barco de Salvamento Mar¨ªtimo. De ah¨ª hasta que el pasado mayo en Murcia, y despu¨¦s de haber destacado en categor¨ªa j¨²nior, Alassane se proclam¨® campe¨®n de Espa?a absoluto de lucha libre ol¨ªmpica y empez¨® a ver m¨¢s cerca el sue?o de triunfar como deportista de alto nivel.

Tras aquel rescate mar¨ªtimo en 2018, Alassane y sus compa?eros fueron atendidos por la Cruz Roja y conducidos a una comisar¨ªa gaditana para proceder a su identificaci¨®n. ¡°No tengo dinero, no tengo nada¡±, repet¨ªa Alassane. Tampoco miedo. ¡°La vida era tan mala en Dakar que lo ¨²nico que pensaba era en venir a Europa¡±, sentencia. Les preguntaron a qu¨¦ ciudad quer¨ªan ir. ¡°A Barcelona¡±, respondi¨®. ¡°Me gustaba el equipo de f¨²tbol. Nos pagaron el billete de autob¨²s. Nos dejaron en la Estaci¨®n del Norte, vino gente de la Cruz Roja y nos llevaron otra vez a comisar¨ªa¡±. Y de all¨ª, a un centro de menores en Montcada i Reixac y despu¨¦s a otro en Viladecans. ¡°Hice de todo, cursos de formaci¨®n de construcci¨®n, de jardiner¨ªa, cuidador de animales¡­¡±.

Durante un tiempo no pudo practicar la lucha, un deporte muy popular en Senegal, donde llena grandes estadios. Hasta que Kildar¨¦ P¨¦rez, educador en el centro de Montcada y luchador, lo llev¨® al Club de La Mina. Ese barrio barcelon¨¦s construido en los a?os setenta sufri¨® una enorme degradaci¨®n y durante un tiempo fue un foco de droga y delincuencia. All¨ª se rod¨® en 1977 la pel¨ªcula Perros Callejeros, inicio del g¨¦nero conocido como cine quinqui, protagonizada por El Torete, delincuente y actor. El barrio, tras un plan de transformaci¨®n, es ahora muy diferente. Ha sido fundamental el trabajo de integraci¨®n llevado a cabo por entidades sociales, culturales y deportivas. All¨ª se encuentra tambi¨¦n el club de gimnasia que dirige Gervasio Deferr, medalla de oro en los Juegos de 2000 y 2004.

Juan Carlos Ramos, presidente de la Federaci¨®n Catalana de Lucha y expresidente del club donde Alassane se entrena a las ¨®rdenes del osetio Tamerlan Gobaev, se sincera: ¡°A m¨ª el deporte me sac¨® de las calles. Yo viv¨ª lo peor del barrio. Perd¨ª amigos y conocidos. Pero fui campe¨®n de Espa?a cadete de lucha y eso me salv¨®¡±. Y a?ade: ¡°Para nosotros, el caso de Alassane supone un ¨¦xito deportivo y social. El club es un icono de la ciudad y lleva tiempo demostrando que el deporte es una de las mejores herramientas para la integraci¨®n y la educaci¨®n de los j¨®venes. Contamos con 60 licencias y parecemos la legi¨®n extranjera. Nos hemos ganado un prestigio. Vienen deportistas de todo el mundo. Somos un referente¡±. Ramos entren¨® tambi¨¦n a Taymuraz Friev, un ¨ªdolo en La Mina, osetio nacionalizado espa?ol que compiti¨® en los Juegos de R¨ªo.

Alassane, que ahora depende del apoyo de la Cooperativa de Iniciativa Social GEDI, vive entre la alegr¨ªa por sus ¨¦xitos deportivos ¡ª ¡°mi madre est¨¢ contenta y orgullosa de m¨ª¡±¡ª y la zozobra por su situaci¨®n legal. ¡°No tengo permiso de trabajo y si no consigo un contrato laboral podr¨ªa perder el permiso de residencia¡±, explica. ¡°Vale mucho. Es joven y fuerte y es una buena persona. Es una verg¨¹enza que no pueda obtener una contrataci¨®n. Si no ayudamos a estos j¨®venes, acaban fatal¡±, concluye Ramos. El sue?o de Alassane es encontrar trabajo, seguir viviendo en Barcelona y triunfar sobre el tapiz. Es su lucha.

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