Tadej Pogacar abrasa el Tour de Francia en la contrarreloj

Terminada la contrarreloj los sabios contrastan sus previsiones con los resultados y se dan una palmada en la espalda unos a otros, justo lo que hab¨ªamos calculado, se dicen, sonr¨ªen y siguen con la mirada fija en la pantalla de sus ordenadores.

A 51 por hora, en 32 minutos, lo hemos clavado, dicen los t¨¦cnicos de Tadej Pogacar, que abrasa el Tour y a los cinco d¨ªas ya tiene a m¨¢s de un minuto a los principales rivales por la victoria final (Rigo, a 1m 29s; Carapaz, a 1m 44s; Roglic, la momia sin vendas, a 1m 48s; ...

Terminada la contrarreloj los sabios contrastan sus previsiones con los resultados y se dan una palmada en la espalda unos a otros, justo lo que hab¨ªamos calculado, se dicen, sonr¨ªen y siguen con la mirada fija en la pantalla de sus ordenadores.

A 51 por hora, en 32 minutos, lo hemos clavado, dicen los t¨¦cnicos de Tadej Pogacar, que abrasa el Tour y a los cinco d¨ªas ya tiene a m¨¢s de un minuto a los principales rivales por la victoria final (Rigo, a 1m 29s; Carapaz, a 1m 44s; Roglic, la momia sin vendas, a 1m 48s; Thomas, el descoyuntado, a 1m 54s; Enric Mas, a 1m 58s) y estos dan gracias al se?or que traza el Tour por haber limitado las contrarrelojes a distancias moderadas, 27 kil¨®metros el quinto d¨ªa, 30 kil¨®metros el pen¨²ltimo, porque, dicen los viejos con memoria, si fueran como en los tiempos de Indurain, de hasta 65 kil¨®metros, adi¨®s ya, bienvenido al Tour, que es tu reino, Pogacar. Y aun no siendo los tiempos de Indurain, tampoco la esperanza tiene mucho que decir, ni la ilusi¨®n tan atractiva de que el Tour ser¨ªa al menos un di¨¢logo de eslovenos. Mudo Primoz Roglic por la heridas, el Tour de Francia de 2021 ser¨¢ el mon¨®logo de un chaval, el prodigio esloveno de Komenda, que, probablemente, alcanzar¨¢ la haza?a ¨²nica de ganarlo dos veces con la misma edad, 22 a?itos, en un plazo de 10 meses, gentileza del retraso a que la pandemia de covid oblig¨® a la edici¨®n de 2020.

Olvidada la sangre, y la detenci¨®n por la polic¨ªa de la nietecita del Opi-Omi que origin¨® la primera gran ca¨ªda no ocupa ya sino una nota a pie de p¨¢gina, el Tour est¨¢ en su terreno, el de la tecnolog¨ªa y el bigdata, y se crecen los sabios que han aprendido tan bien a traducir vatios en kil¨®metros por hora, como Patxi Vila, que se felicita porque funcion¨® perfectamente la App dise?ada por Telef¨®nica Tech y pudo aplicarle a Enric Mas, el mejor espa?ol, que parti¨® despu¨¦s, las referencias de Superman, los objetivos que deb¨ªa alcanzar con cada pedalada, y que todo hab¨ªa ido muy bien. ¡°Estamos en el buen camino¡±, dice el t¨¦cnico del Movistar. Y los corredores les siguen la corriente.

Pogacar y Mathieu van der Poel se llevan muy bien. El nieto de Poulidor dice que el rubito esloveno es supersimp¨¢tico, que se mensajea por Instagram muchas veces con ¨¦l y que est¨¢ muy contento de su victoria. ¡°Ha hecho algo enorme¡±, dice Van der Poel, a¨²n de amarillo por 8s gracias a lo que ¨¦l considera uno de sus mejores d¨ªas sobre la bicicleta, un mi¨¦rcoles que nunca olvidar¨¢ (termin¨® quinto la contrarreloj a solo 31s del fen¨®meno), lo que hace tan feliz a Pogacar (entre otras cosas porque ser¨¢ el Alpecin del holand¨¦s el equipo que tendr¨¢ que trabajar en las dos etapas que quedan antes de llegar, el s¨¢bado, a los Alpes) que le lleva a decir que est¨¢ supercontento por su amigo Mathieu, que se lo merece, que es una gran persona. Y tampoco ninguno de los dos se olvida de decir que, en el fondo, no hab¨ªan sido ellos los responsables de su rendimiento, sino los t¨¦cnicos que les hab¨ªan hecho cambiar de posici¨®n para ser m¨¢s aerodin¨¢micos y sacar m¨¢s kil¨®metros por hora de cada vatio.

Como si todo fueran ellos, los sabios, como si los 49,8 kil¨®metros por hora de media que alcanza Roglic dolorido fueran solo fruto de los vatios y la posici¨®n de la bicicleta, y no de su viaje m¨¢s all¨¢ del umbral de dolor de una persona sin tramadol o morfina por medio, de su capacidad para mantener las manos en el manillar mientras la gota insolente se balancea en la punta de su nariz haci¨¦ndole unas cosquillitas insoportables, y aguanta, como si su coraz¨®n no palpitara. Como si Mas no hubiera clavado las mejores expectativas tras un comienzo titubeante porque le ven¨ªa detr¨¢s Pogacar, partido dos minutos despu¨¦s, y simplemente lograr no ser doblado era un ¨¦xito, y as¨ª el esloveno fue la liebre que le empujaba. Como si Thomas no corriera con los hombros machacados en una ca¨ªda hace tres d¨ªas, como si a Van der Poel no le acelerara el deseo de no ceder el amarillo a Wout van Aert,

Como si nada, y quiz¨¢s, porque lo dan por descontado los nuevos due?os del ciclismo, los responsables de rendimiento, siguen con sus f¨®rmulas y solo si les zumba un poco admiten que quiz¨¢s a ellos tambi¨¦n les ha sorprendido alguna cosa. Lo acaba diciendo Pogacar y lo dice su gente, que sab¨ªa que estaba muy bien f¨ªsicamente, mejor que en el Tour pasado incluso, con mejores n¨²meros en el valor fetiche de estos tiempos, el umbral funcional de potencia (FTP), que son los vatios que puede alcanzar un deportista despu¨¦s de una hora de esfuerzo m¨¢ximo, medido durante las tres semanas de concentraci¨®n en altura, en Sestriere, entre mayo y junio, pero que dudaba de su contrarreloj, un ejercicio en el que a¨²n tiene capacidad de mejora. Y los rivales que lo oyen, lloran. Abrasa el Tour y a¨²n puede mejorar, ?no! ?Socorro!

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