El final de Messi, una quiebra financiera, deportiva y moral

El Bar?a anunci¨® el adi¨®s de Messi a trav¨¦s de un comunicado un a?o despu¨¦s de que el jugador comunicara por burofax su intenci¨®n de dejar el Camp Nou. Ambas partes se hab¨ªan reunido para oficializar la renovaci¨®n cuando explicaron por sorpresa la imposibilidad de formalizar el acuerdo alcanzado por los requerimientos de LaLiga y la deuda del Bar?a. A diferencia de cuanto pas¨® el verano pasado, momento en que el desenlace resultaba incluso previsible, ahora no hay un pulso del capit¨¢n con la directiva, sino un romance que ha sido interrumpido de forma abrupta por un obst¨¢culo insalvable y dif¨ªcil de descifrar mientras no se expliquen Messi y Laporta.

Nadie estaba preparado para una rendici¨®n tan rara desde que Laporta se present¨® a las elecciones y fue reelegido en marzo como presidente del Bar?a. Messi se convirti¨® en el p¨®ster de la campa?a del candidato y su continuidad ha sido la prioridad del mandatario desde que regres¨® al palco del Camp Nou. Incluso el rosarino acudi¨® a votar y nadie dud¨® de que apostaba por Laporta. Las expectativas generadas desde la presidencia y el asentimiento del 10 anunciaban desde hace tiempo una soluci¨®n inequ¨ªvoca hasta que los acontecimientos giraron de forma repentina desde que se supo del convenio de LaLiga con el fondo de inversi¨®n CVC.

Aunque pueda ayudar a rebajar la masa salarial, hasta el punto de poder inscribir a Messi en la LFP, el pacto disgusta tanto al Bar?a como al Madrid, ambos defensores de la Superliga. El comunicado del club azulgrana se remite al organismo que preside Javier Tebas, y LaLiga se desentiende de la acusaci¨®n del Barcelona.

Tambi¨¦n se ha comentado que a Messi no le convenc¨ªa la plantilla para la temporada 2021-2022 y que, por tanto, tampoco alcanzar¨ªa para ganar la Champions. Ni siquiera el fichaje de su amigo Ag¨¹ero habr¨ªa contentado al 10. Hay constancia de que el delantero apostaba por el fichaje de un central como su compatriota Romero. No parece en cualquier caso una causa mayor para pleitear con Laporta. Messi no ha negociado con ning¨²n club que no sea el Barcelona y se dispon¨ªa a firmar su renovaci¨®n con Laporta.

Fotogaler¨ªa: La carrera de Messi en el Barcelona

La realidad es que el Bar?a es un club que est¨¢ en quiebra por la covid y la nefasta gesti¨®n de la directiva de Bartomeu. A la espera de la due diligence, la deuda es tan millonaria que objetivamente no puede dar de alta ni siquiera a un jugador regalado ni dispone de recursos para aligerar las fichas y diferir a¨²n m¨¢s los contratos de los capitanes liderados ¡ªsea m¨¢s o menos exigente¡ª por Messi.

Vive el Bar?a de intangibles, de expectativas y del gas sentimental activado por Laporta. La hinchada todav¨ªa aguarda al presidente para que en un ¨²ltimo golpe de teatro alimente la fe en Leo. Queda tiempo para disimular un contrasentido: ?el club m¨¢s arruinado del mundo puede tener al jugador m¨¢s caro del mercado por m¨¢s que sea Messi? La quiebra, mientras, ha pasado a ser tambi¨¦n moral y deportiva.

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