El ¡®streaming¡¯ siembra el caos en el calcio televisado
La desigual instalaci¨®n de fibra ¨®ptica de Italia provoca fallos continuos en las retransmisiones
La ceremonia del gol nos igualaba a todos. Esa felicidad encontrada en en la extra?a uni¨®n de celebrar algo al mismo tiempo, aunque no estuvi¨¦semos en el mismo lugar. Pero ya ni eso. Hoy en Italia, si uno tiene la mala suerte de vivir encima de una pizzer¨ªa o, simplemente, de residir en el sur del pa¨ªs, se enterar¨¢ hasta 30 segundos m¨¢s tarde del gol de su equipo. Los bares y restaurantes reciben la se?al v¨ªa sat¨¦lite. Las casas, desde que comenz¨® la temporada, tienen que ver los partidos a trav¨¦s de una plataforma en Internet cuya fiabilidad depende, en gran medida, de la zona del pa¨ªs donde viva el usuario y de los dispositivos que gaste la familia. Es el desigual mundo del streaming.
Cada fin de semana sucede algo desde que empez¨® el invento. En la jornada anterior corr¨ªa el minuto 85 en el San Paolo (ahora se llama Diego Armando Maradona). El N¨¢poles empataba con la Juventus, un partido que revive cada a?o el imaginario de esa lucha de clases entre el norte rico contra un sur desacomplejado que se las ingenia para pintarle la cara a los piamonteses muy de vez en cuando. Ocurre pocas veces. Pero esa noche Koulibaly salt¨® para rematar un c¨®rner mal despejado que era medio gol. Cuando media Italia iba a celebrarlo, el central senegal¨¦s se qued¨® flotando con el relojito en la pantalla dando vueltas. La retransmisi¨®n de Dazn, que tiene la exclusiva de la Serie A y solo puede verse en streaming, se hab¨ªa colgado otra vez. El gol de la victoria del N¨¢poles (2-1), que hund¨ªa a la Juventus en la miseria, se lo perdi¨® medio pa¨ªs.
El calcio televisado es ahora mismo un peque?o caos en Italia. La Serie A -excepto tres partidos por jornada- solo puede verse en streaming y en dispositivos m¨®viles (la reproducci¨®n en televisi¨®n y en la mayor¨ªa de smart TV fallan continuamente). Ning¨²n canal le ha que querido prestar a Dazn su ventana para retransmitir. As¨ª que todav¨ªa nadie ha logrado ver un partido entero sin interrupciones o sin que el vecino le anunciase a gritos un gol medio hasta minuto antes. La Champions puede seguirse en Sky. Pero algunos encuentros, como el del Inter-Real Madrid de la semana pasada, solo es posible verlos en Amazon Prime (tambi¨¦n en streaming) o en un invento nuevo de Mediaset llamado Infinity (en las mismas condiciones). Si ya es dif¨ªcil para un universitario de nivel medio recordarlo todo, no digamos para gran parte de la poblaci¨®n adulta, que necesita tomar apuntes esta temporada para seguir a su equipo. Los peri¨®dicos tuvieron que imprimir una gu¨ªa el pasado agosto.
La primera epifan¨ªa cat¨®dica en el f¨²tbol italiano tuvo lugar el 5 de febrero de 1950 con un Juventus-Milan en la Rai. Ya no hac¨ªa falta tener un abono en un estadio, mantener un asiento o llevarse de casa el bocadillo de porchetta. La televisi¨®n iba a democratizar m¨¢s el f¨²tbol, pero termin¨® corrompi¨¦ndolo. Primero fue un partido, luego la mitad de la Liga y al final todos los encuentros se cerraron a plataformas bajo demanda. Hubo que descubrir enseguida qui¨¦n era el vecino que ten¨ªa en casa el sat¨¦lite y el resto termin¨® en el bar. En Italia esa desigualdad social que destapa el mercado televisivo cuando comienza el partido ha crecido todav¨ªa m¨¢s esta temporada y la brecha se ha agrandado.
El gobierno italiano y la Serie A pensaron el a?o pasado que el nuevo modelo obligar¨ªa a avanzar en la llamada transici¨®n digital. Pero, de momento, el streaming agudiza la brecha entre j¨®venes y mayores, que llevan todo el arranque de temporada blasfemando cuando se congela la imagen o se pixela en el momento decisivo. La decisi¨®n, bajo investigaci¨®n de la autoridad de garant¨ªas de la comunicaci¨®n italiana, tambi¨¦n agranda la distancia social entre norte y sur de Italia, donde la instalaci¨®n de fibra ¨®ptica est¨¢ lejos de poder compararse. Italia es un pa¨ªs donde la renta media per c¨¢pita se duplica en la parte septentrional y en el que un calabr¨¦s tiene una esperanza media de vida tres a?os inferior que un lombardo. Por si era poco, ahora tambi¨¦n se enterar¨¢ m¨¢s tarde de los goles de su equipo.
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