Cristiano castiga la falta de concreci¨®n del Villarreal
Ausente en todo el partido, el portugu¨¦s aparece en el minuto 94 para imponerse ante un rival que control¨® el duelo con solvencia, pero sin definir sus muchas ocasiones
Cristiano Ronaldo no hizo nada en 93 minutos. Cuando el reloj se?al¨® el 94 apareci¨® para ganar el partido. Meti¨® el gol de la victoria del United en una acci¨®n confusa, sucia, un centro rebotado que mand¨® al Villarreal a la lona al cabo de un tr¨¢mite que hab¨ªa conducido con una solvencia irreprochable.
¡±Estamos orgullosos si nos olvidamos del resultado¡±, sentenci¨® Emery, tras el amargo desenlace. No le falt¨® raz¨®n al t¨¦cnico. Su Villarreal disfrut¨® de una de sus noches m¨¢s llevaderas de este comienzo de temporada. Lejos de intimidar a sus jugadores, la atm¨®sfera h¨²meda de Old Trafford, con sus coros solemnes en la grada y sus futbolistas majestuosos en la hierba, obr¨® un efecto estimulante en hombres como Parejo, Trigueros, Danjuma, Pino o Capoue, por no hablar de Albiol y Foyth, que ni sienten ni padecen porque desde hace meses marcan una raya infranqueable, jueguen en Villarreal, Gdansk, Belfast, Chamart¨ªn o San Blas.
Solskjaer contemplaba el espect¨¢culo con la expresi¨®n helada y los ojos vidriosos de los entrenadores que no saben qu¨¦ hacer para ayudar a sus jugadores en una crisis. Al noruego nadie puede negarle su magn¨¢nima honradez. La crecida del r¨ªo se llevaba por delante a su equipo sin remedio. No es casual que haya perdido tres de sus ¨²ltimos cuatro partidos ¡ªdos contra el West Ham, uno contra el Aston Villa y otro contra el Young Boys¡ª. Pogba y Bruno Fernandes afrontan en cada encuentro un problema nuevo que deben resolver a ciegas, sin referencias, porque el United carece de orden para todo. Ni ataca ni defiende bien.
Cumplido el protocolo del himno de la Champions, el arrebato del primer minuto no le alcanz¨® al equipo ingl¨¦s ni para molestar a su rival. Como Cristiano no ayuda a presionar y Jadon Sancho tampoco es un entusiasta, Albiol, Torres y Parejo siempre se vieron libres para salir jugando y encontrar a Trigueros y a Pino, que recibieron entre las l¨ªneas desconcertadas de la oposici¨®n. Sin que McTominay y Varane se decidieran a avanzar o retroceder, frente a De Gea cudni¨® el caos. Cuando Trigueros habilit¨® a Danjuma, la alarma del United se torn¨® en p¨¢nico. Si Jadon Sancho vale 85 millones de euros ¡ªprecio que pag¨® el United al Dortmund este verano¡ª ?cu¨¢nto vale Yeremi Pino? ?Y Danjuma? El holand¨¦s se march¨® de Dalot por habilidad y por fuerza, por la izquierda y por la derecha, y hasta con un ca?o si se terci¨®. Suyo fue el primer remate del partido, y el segundo, en una sucesi¨®n de llegadas que descubrieron las tremendas dudas del United. Para entonces, en Old Trafford cantaban apenas unos grup¨²sculos en medio de la multitud muda.
Aturdidos por la falta de coordinaci¨®n, los jugadores locales dieron un paso atr¨¢s y el campo se les alarg¨®. Fue peor. Si en las proximidades del ¨¢rea de Rulli no se ten¨ªan noticias de Cristiano, bien vigilado por su viejo colega, Ra¨²l Albiol, en el otro extremo de la cancha el United viv¨ªa a expensas de los reflejos de David de Gea. Tuvo trabajo el espa?ol. Pino, Alc¨¢cer y Alberto Moreno dispusieron de ocasiones claras de abrir el marcador. Fue Alc¨¢cer, a centro de Danjuma, quien meti¨® el 1-0, a un toque en el primer palo, tras otra apertura perfectamente coordinada por Trigueros.
Pau Torres: ¡°El partido estaba acabado¡±
El partido se internaba en la segunda mitad y la lluvia mojaba el campo cuando Solskjaer reaccion¨® quitando a Sancho para meter a Cavani y a Pogba para meter a Matic. La primera sustituci¨®n record¨® a los hinchas lo inexplicable que resulta la suplencia de Cavani en beneficio de muchachos como Sancho o Greenwood, que viven perplejos. La segunda, despej¨® la naturaleza del entrenador, tan poco imaginativo para ofrecer soluciones en ataque como conservador en caso de dificultades.
Todo lo que conquist¨® el United fue producto del empuje, del ardor de su afici¨®n, o de la casualidad, como el gol del empate. Lo meti¨® ?lex Telles desde fuera del ¨¢rea, a la salida de una falta lateral lanzada por Fernandes.
El Villarreal dominaba en todos los frentes cuando transcurrida la hora de partido, el capit¨¢n pidi¨® el cambio. La baja de Albiol, que sufri¨® una lesi¨®n muscular, fue la peor se?al posible para el equipo espa?ol. Si hay un hombre que infunde serenidad y seguridad al Villarreal ese es su primer central. Desaparecido de la formaci¨®n, la zaga qued¨® en manos de Pau Torres, un jugador fin¨ªsimo para mover la pelota pero algo tibio en el desempe?o de aquellas actividades que hacen al defensa puro. Cristiano hurg¨® en esa brecha cuando en el minuto 94 explot¨® un centro cualquiera para meter un gol de rebeld¨ªa, de coraje, de gran valor para el United, que de otro modo se habr¨ªa hundido en el fondo del Grupo F. Ahora el hundido es el Villarreal.
¡°Me da rabia porque el partido estaba acabado¡±, dijo Pau Torres, lament¨¢ndose por el 2-1 en los micr¨®fonos de Movistar, camino del vestuario. Se equivoc¨®. El partido no hab¨ªa terminado. Lo sab¨ªa, siempre lo sabe, Cristiano Ronaldo, maestro de la concreci¨®n ante un Villarreal que no fue capaz de concretar su notable dominio.
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