Dos magisterios para un empate
El Atl¨¦tico, con Jo?o F¨¦lix estelar, iguala dos goles de una Real que es l¨ªder guiada por Silva
Con el cl¨¢sico resuelto, Atl¨¦tico y Real Sociedad se lanzaron a por el liderato con un partido trepidante, marcado por dos futbolistas excelsos. Cuando el juego fue de Silva, mand¨® el equipo de Imanol. Cuando el f¨²tbol lo dict¨® Jo?o F¨¦lix, fue el Atl¨¦tico el que gobern¨®, exigido de nuevo a remontar dos goles en contra. Los neutraliz¨®, aunque no culmin¨® la remontada.
La Real se plant¨® en el juego de pies de Remiro. ...
Con el cl¨¢sico resuelto, Atl¨¦tico y Real Sociedad se lanzaron a por el liderato con un partido trepidante, marcado por dos futbolistas excelsos. Cuando el juego fue de Silva, mand¨® el equipo de Imanol. Cuando el f¨²tbol lo dict¨® Jo?o F¨¦lix, fue el Atl¨¦tico el que gobern¨®, exigido de nuevo a remontar dos goles en contra. Los neutraliz¨®, aunque no culmin¨® la remontada.
La Real se plant¨® en el juego de pies de Remiro. Muy descarada para domar al Atl¨¦tico invit¨¢ndole a presionarle. La impronta del portero de la Real pisando la pelota con la suela esperando a que alg¨²n delantero del Atl¨¦tico fuera a presionarle fue toda una declaraci¨®n de intenciones. Para cuando los rojiblancos se acercaban en manada al ¨¢rea realista para tratar de limpiar la pelota, Remiro jugaba como un centrocampista m¨¢s buscando espacios y centrocampistas desmarcados. Y cuando la pelota llegaba a Silva, emerg¨ªa un futbolista enciclop¨¦dico. Lo mismo ventilaba l¨ªneas a un toque que se sacud¨ªa la presi¨®n con un giro. Clavado en el coraz¨®n del juego, ejerci¨® un magisterio supremo. Es una delicia ver c¨®mo el futbolista que fue Silva es capaz de reciclarse por la merma del f¨ªsico. Solo necesita que los compa?eros se le muevan por delante y alguno que otro corra por ¨¦l, como es el caso de Mikel Merino, que tambi¨¦n le oxigen¨® con la pelota.
No fue el madrugador gol de la Real una secuencia de pases larga. Todo lo contrario. Una p¨¦rdida en el centro del campo de Jo?o F¨¦lix le cay¨® a Silva y este inici¨® una jugada mete¨®rica de tiral¨ªneas. Merino, Isak y el larguirucho Sorloth, para burlar a Oblak con la cintura. Cuatro toques rasos a cada cual m¨¢s profundo que destartalaron a la defensa del Atl¨¦tico. De nuevo, obligado a remontar un gol en contra. Una t¨®nica general y preocupante para los rojiblancos.
Si Jo?o F¨¦lix perdi¨® la pelota que origin¨® el gol, no le afect¨®. Se elev¨® por encima de todos sus compa?eros. Dio la impresi¨®n de que su finura estaba por encima del nivel del resto. Ca¨ªdo a la banda izquierda, sus controles y arrancadas hacia dentro le dieron volumen ofensivo a los rojiblancos. La gobernanza del luso no le dio al Atl¨¦tico para fabricar ocasiones claras. Su dominio se concret¨® en una r¨¢faga de disparos desde la frontal del ¨¢rea. Le faltaron al portugu¨¦s compa?eros con el pie m¨¢s fino en los ¨²ltimos metros. Ni Lemar, ni Su¨¢rez, ni Griezmann pudieron darle una continuidad m¨¢s afilada a todo lo que produc¨ªa Jo?o F¨¦lix.
Dominio ficticio y m¨¢s madera
Se fue el Atl¨¦tico al descanso, con una sensaci¨®n de dominio ficticio, pero da?ado por el gol y con alguna otra contra que pudo tirar la Real. Simeone oper¨® en la caseta dejando en el banco a Lemar y d¨¢ndole entrada a Carrasco para naturalizar el dibujo de los tres centrales y los dos carrileros. Sucedi¨® que de arranque Isak acert¨® con un libre directo venenoso. Una rosca con bote que anul¨® la estirada de Oblak.
Con dos goles en contra, no tard¨® Simeone en meter m¨¢s madera. Correa por Lodi para la pirotecnia y Kondogbia para meter piernas y evitar contragolpes. Fue Jo?o F¨¦lix el que sigui¨® dictando a qu¨¦ se jugaba. Hubo una conciencia generalizada de sus compa?eros de que cualquier atisbo de meterse en el partido pasaba por la electricidad que el luso estaba imprimiendo a todas sus acciones. Suya fue la rosca que desvi¨® Su¨¢rez con un giro de cuello perfecto.
Con 1-2 y m¨¢s de media hora por jugarse, Simeone sigui¨® ech¨¢ndose al monte. Sent¨® a Griezmann y Hermoso para dar entrada a Herrera y Cunha. Con solo dos defensas naturales sobre el campo, Felipe y Trippier, el Atl¨¦tico sigui¨® volcado a lomos de Jo?o F¨¦lix. Ya no hab¨ªa se?ales de esa Real altiva que quer¨ªa que el juego naciera de los pies de Remiro. Mikel Merino, en un intento de despeje, golpe¨® el gemelo de Luis Su¨¢rez. El VAR avis¨® al colegiado y este decret¨® penalti. No lo desperdici¨® el charr¨²a, que enga?¨® al portero.
Empatado el encuentro y con algo m¨¢s de 20 minutos por delante, el juego ya no fue tan fluido. Sigui¨® el Atl¨¦tico empe?ado, pero ya apenas encontr¨® un agujero para culminar la remontada. El empate le dio el liderato a la Real y al Atl¨¦tico le volvi¨® a reforzar su capacidad para no irse de los partidos, aunque el contrario, como sucedi¨® con el Liverpool, marque distancia con dos goles.
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