Hamilton, tambi¨¦n contra su aler¨®n

A Lewis Hamilton se le complica la machada de superar esta temporada las siete coronas que ahora mismo posee y que le colocan en el mismo plano que Michael Schumacher como el piloto con m¨¢s t¨ªtulos de la historia de la F¨®rmula 1. A falta de cuatro grandes premios para que el curso cierre el tel¨®n en Abu Dabi, Max Verstappen empieza a tenerlo todo de cara para celebrar su primer Mundial. Por n¨²meros y por inercia, y tambi¨¦n por la poca traza de Mercedes, que en Interlagos afrontar¨¢ un domingo muy empinado como consecuencia de un error de c¨¢lculo de la escuder¨ªa que ha pasado el rodillo en la ¨²ltima d¨¦cada, con siete dobletes consecutivos desde 2014. Hamilton fue excluido de la sesi¨®n cronometrada del Gran Premio de Brasil despu¨¦s de que los comisarios apercibieran una irregularidad en el aler¨®n trasero m¨®vil (DRS) de su monoplaza. La sanci¨®n le mand¨® a la cola de la parrilla de la carrera al sprint que gan¨® Valtteri Bottas, por delante de Verstappen y de Carlos Sainz, y en la que el brit¨¢nico termin¨® quinto. Por si no tuviera suficiente l¨ªo, Hamilton arrastraba otra penalizaci¨®n de cinco posiciones por haber recurrido a un quinto motor, de modo que arrancar¨¢ el d¨¦cimo (18.00 horas, Movistar F¨®rmula 1 y Dazn). Fernando Alonso, por su parte, comenzar¨¢ el 12?.

El viernes fue una jornada de mucho traj¨ªn en los despachos de las dos escuder¨ªas que han monopolizado la informaci¨®n de la mayor parte de este 2021. Todas las miradas y los objetivos apuntaban a la parte trasera del Mercedes de Hamilton y el Red Bull de Verstappen. En el caso del primero, la sospecha de que el hueco entre los dos planos del DRS abierto superaba los 85 mil¨ªmetros que estipula el reglamento como m¨¢ximo, algo que las investigaciones posteriores confirmaron. En el del segundo, porque al holand¨¦s no se le ocurri¨® otra cosa que ir a tocar esa pieza del monoplaza de su oponente nada m¨¢s terminar la tercera eliminatoria. Esa irreverencia le cost¨® una multa de 50.000 euros al chico de Hasselt, una ridiculez si lo comparamos con el palo que se llev¨® el actual campe¨®n.

El veredicto tard¨® un d¨ªa entero en llegar, seguramente por lo conscientes que eran los jueces de la trascendencia que pod¨ªa tener su fallo. Se lo tomaron con tanta calma que decidieron confiscar el aler¨®n del b¨®lido del corredor de Stevenage y aplazar la resoluci¨®n hasta el s¨¢bado, con el objetivo de llevar a cabo todas las pruebas habidas y por haber, sin precipitarse. Y eso que la comprobaci¨®n que se realiza para certificar la legalidad del DRS es relativamente sencilla. Se recurre a una especie de piruleta en la que el plano, en forma de c¨ªrculo, mide exactamente 85 mil¨ªmetros. Se introduce esa herramienta por el espacio que dejan los dos planos del ala posterior abierta y se aplica una fuerza de un kilo. Para que el elemento se considere legal, en ning¨²n punto el hueco debe superar esos 85 mil¨ªmetros, algo que s¨ª ocurri¨® esta vez en los flancos exteriores.

¡°El indicador no traspas¨® la secci¨®n interior del ala, pero s¨ª la exterior. Esta prueba se repiti¨® cuatro veces con dos calibradores diferentes, y una de estas ocasiones ante la presencia de los comisarios y el piloto¡±, comunic¨® la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil (FIA). Mercedes argument¨® en su defensa que el incumplimiento se debi¨® a un problema fruto del uso de la pieza, y acept¨® la penalizaci¨®n sin presentar apelaci¨®n.

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