Sergio Ramos reparte jerarqu¨ªa en su debut con el PSG
El central, de 35 a?os, juega todo el partido en la victoria por 1-3 ante el Saint-?tienne, con tres asistencias de Messi
Sergio Ramos atraves¨® el desierto m¨¢s ¨¢rido de su carrera: 207 d¨ªas sin jugar por lesi¨®n que concluyeron este domingo al mediod¨ªa en Saint-?tienne, en la falda de los Alpes, bajo un cielo encapotado que descargaba nieve, en otro triunfo sin gloria del PSG en el campeonato franc¨¦s. El equipo m¨¢s exuberante de Europa comenz¨® encajando el primer gol y solo pudo imponerse en la segunda parte, 1-2 y 1-3, una vez que a su rival le expulsaron a Kolodziejczak, al filo del descanso. La mejor noticia de la tarde para el club de Par¨ªs fue la espl¨¦ndida impresi¨®n que proyect¨® Ramos en las coberturas lo mismo que en la gesti¨®n del bal¨®n. La peor fue la lesi¨®n de Neymar, que sufri¨® una torcedura en el tobillo izquierdo. Lo retiraron en camilla despu¨¦s de que pidiera el cambio a gritos.
¡°Trabajamos muy bien¡±, dijo Di Mar¨ªa, autor del gol que desatasc¨® el partido, ¡°presionamos muy bien¡±. No fue casual que el extremo argentino localizara el motivo del buen juego del Paris Saint-Germain en los esfuerzos colectivos sin bal¨®n, ni que esto coincidiera con la incorporaci¨®n de Ramos.
El equipo ven¨ªa de sufrir una dolorosa derrota en Champions ante el Manchester City y arreciaban las cr¨ªticas ante la exhibici¨®n de indolencia de sus tres atacantes, Messi, Mbapp¨¦ y Neymar, descolgados del pelot¨®n de plebeyos. Las responsabilidades parec¨ªan n¨ªtidas. Pero los medios de comunicaci¨®n franceses apuntaron al entrenador, Mauricio Pochettino, a quien se?alaron como alguien que permanec¨ªa aislado en un hotel, resisti¨¦ndose a hablar franc¨¦s e incapaz de amalgamar la plantilla que hab¨ªan puesto a su disposici¨®n los propietarios catar¨ªes. El liderato del equipo en la Ligue 1, con 14 puntos de ventaja sobre el Niza, segundo clasificado, no disipaba una nube de crisis. El club necesitaba cambiar de rostro camino de Saint-Etienne y la reaparici¨®n de Ramos ofreci¨® la mejor de las restauraciones para un equipo que se resquebraja por falta de orden defensivo.
El central sevillano, de 35 a?os, no jugaba un partido desde que contradijo a los m¨¦dicos para disputar la vuelta de semifinales de la Champions, contra el Chelsea en Stamford Bridge, el 5 de mayo. Entonces no solo precipit¨® su rehabilitaci¨®n tras una operaci¨®n del menisco de la rodilla izquierda. Tambi¨¦n estuvo a punto de comprometer su carrera inexorablemente. Cuando el Madrid no le renov¨® en junio se encontr¨® sin club y gravemente lesionado por primera vez en toda su carrera. Le contrat¨® Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG, en un alarde de magnanimidad que ten¨ªa mucho que ver con el desaf¨ªo pol¨ªtico que se ha propuesto Catar en la industria del f¨²tbol. Los due?os catar¨ªes del PSG emplearon el reclutamiento del excapit¨¢n madridista para reforzar sus demostraciones de soberan¨ªa frente al poder establecido del f¨²tbol europeo. Cada d¨ªa que se retras¨® el regreso de Ramos a la competici¨®n, primero por la inestabilidad de la rodilla y luego lastrado por problemas en el s¨®leo, supuso un contratiempo para la reputaci¨®n internacional del proyecto que encabeza Al-Khelaifi. La presi¨®n era doble sobre Ramos cuando Pochettino le situ¨® en el equipo titular este domingo. Su actuaci¨®n sobre el campo tuvo el mismo peso que fuera de ¨¦l.
Ramos no decepcion¨® el d¨ªa que Pochettino redobl¨® su apuesta respecto al Etihad. Si contra el City form¨® un 4-3-3, contra el Saint-Etinenne despleg¨® un 4-2-4. Una invitaci¨®n al ataque total y al desequilibrio total. Donnarumma fue el portero; Hakimi, Marquinhos, Ramos y Bernat los zagueros; Danilo Pereira y Gueye los pivotes; Di Mar¨ªa, Messi y Neymar los trescuartistas; y Mbapp¨¦ el punta. Sostenido apenas por dos volantes, el armaz¨®n no se desestabiliz¨® al primer contacto con el adversario por la generosidad de Di Mar¨ªa y la jerarqu¨ªa de Ramos, que se meti¨® en el mediocampo a distribuir la pelota con una precisi¨®n tal que ayud¨® a sus compa?eros a posicionarse en campo rival. Sus vigilancias a Aouchiche, Khazi y Boudebouz, los jugadores m¨¢s preclaros del equipo local, impidieron contragolpes penetrantes. Bien afirmado en su central, el PSG se junt¨® mejor con la pelota y sin ella.
Se dir¨ªa que el PSG controlaba el partido en todos los apartados cuando se desorden¨® en la defensa de una falta lateral. Khazri asisti¨® a Kolodiejczak, Marquinhos rompi¨® el fuera de juego y el rechace de Donnarumma fue pasto de Bouanga. El 1-0 empin¨® la cuesta para el PSG, que alcanz¨® el minuto 45 sin encontrar soluciones claras a su dominio, tal vez porque Messi se encontr¨® bien enjaulado entre los centrales y los pivotes, que no le permitieron ni un cent¨ªmetro de autonom¨ªa.
Lesi¨®n de Neymar
El aire se saturaba de copos de nieve cuando el PSG encontr¨® una luz inesperada en la tormenta. Un pase de 30 metros de Marquinhos a Mbapp¨¦, para que corriera entre los centrales, acab¨® con el delantero derribado. Lo zancadille¨® Kolodziejczak, sancionado inmediatamente con roja directa. De la falta sucesiva, lanzada por Messi, deriv¨® el cabezazo de Marquinhos, autor del 1-1.
El PSG jug¨® peor la segunda parte que la primera. Menos din¨¢mico y m¨¢s evidentemente insolidario contra diez que contra once, se dej¨® llevar por las circunstancias favorables a la espera de lo que parec¨ªa un desenlace triunfal. Neymar y Mbapp¨¦ se toparon con Green, el portero ingl¨¦s, en tres jugadas relampagueantes. Pero el Saint-Etienne, equipo bravo, no dej¨® de estirarse en busca de r¨¦plicas hasta que recibi¨® el 1-2. Sucedi¨® a pase de Messi que remat¨® Di Mar¨ªa cuando la defensa agotada ya no llegaba a las basculaciones. Marquinhos remach¨® el 1-3 para cerrar la velada, honrando, otra vez de cabeza, un pase de Messi que todos celebraron efusivamente.
La lesi¨®n de Neymar, cuando faltaban cinco minutos para el final, empa?¨® la victoria y sembr¨® nuevas inc¨®gnitas con viejas tramas. Llega el invierno, una vez m¨¢s, y Neymar presenta una lesi¨®n que, a la espera de evaluaciones profundas, amenaza con dejarle fuera de los partidos decisivos de Champions.
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