El Rayo se hace fuerte en Vallecas
El conjunto de Iraola, que no conoce la derrota en su casa, vence al Espanyol con un autogol y sin rematar entre los tres palos
Protagonistas la temporada pasada en Segunda, el Rayo y el Espanyol animan tambi¨¦n esta campa?a en Primera. La trayectoria del cuadro madrile?o en Vallecas ¨Cno conoce la derrota en su casa; siete victorias y un empate-, sumado a la visita del fr¨¢gil Espanyol fuera de Barcelona invitaban a un pl¨¢cido duelo para los muchachos de Iraola. Pero no. El conjunto blanquiazul se redimi¨® en dos oportunidades. Primero se recuper¨® del ap¨¢tico inicio del encuentro y despu¨¦s se levant¨® tras el gol en propia puerta de Cabrera. No fue suficiente para el Espanyol. S¨ª para el Rayo, que se enciende en la Liga, sobre todo cuando juega en Vallecas.
A su dinamismo y buen juego habitual, el equipo de Iraola le suma un plus de confianza cada vez que juega en su casa. Ya es el equipo m¨¢s fiable de local en la Liga. Y as¨ª apareci¨®, de entrada, este domingo frente al Espanyol. La determinaci¨®n del Rayo asust¨® a los blanquiazules, ciclot¨ªmicos en la Liga, duros en Cornell¨¤, endebles fuera de Barcelona, rebeldes frente a la hegemon¨ªa del cuadro madrile?o en Vallecas. El Espanyol aguant¨® la embestida inicial del Rayo y se anim¨® a plantarse cerca de Dimitrievski. De hecho, el portero tuvo que estirarse al m¨¢ximo para rechazar un testarazo de Ra¨²l de Tom¨¢s.
Pero el Rayo no estaba dispuesto a dejarse sorprender en Vallecas. Apareci¨® Trejo y activ¨® a ?lvaro y a Isi Palaz¨®n por las bandas. Entonces, el duelo se convirti¨® en lo que promet¨ªa el curr¨ªculo del Rayo y el Espanyol en la Liga. Darder se despert¨® despu¨¦s del aparatoso golpe con Yangel Herrera y se anim¨® a pelearle a Trejo el control del duelo. El ritmo era intenso, el bal¨®n circulaba con velocidad; sin embargo, ni el Rayo ni el Espanyol acertaban en el ¨²ltimo pase. Pero mientras Sergi Guardiola aguardaba con tranquilidad, Ra¨²l de Tom¨¢s se comenzaba a desesperar.
Vicente Moreno ley¨® la actitud de su jugador franquicia y le busc¨® compa?¨ªa: Loren Mor¨®n. El problema para los blanquiazules era que el Rayo ya dominaba el marcador. ?lvaro se col¨® por la banda izquierda y, cuando buscaba a Trejo con su centro, Cabrera se cruz¨® por el camino y mand¨® el bal¨®n a la porter¨ªa de Diego L¨®pez. Situaci¨®n parad¨®jica en Vallecas. El Rayo controlaba el cuero y, como casi siempre en su casa, ganaba. Sin embargo, no contaba con ning¨²n remate a puerta. El Espanyol, en cambio, con menos florituras en la construcci¨®n del juego, amenazaba a Dimitrievski.
El portero del Rayo sac¨® un gran manotazo para despejar el fuerte remate de Puado desde el balc¨®n del ¨¢rea, como tambi¨¦n se luci¨® frente a Pedrosa. El Espanyol no quer¨ªa irse con las manos vac¨ªas de Vallecas y se instal¨® en el campo del Rayo. Ya se le hab¨ªa agotado la gasolina a ?lvaro y Trejo no controlaba el ritmo del partido. Iraola no dud¨®: descanso para los dos. Sin embargo, la insistencia del Espanyol choc¨® ante la resistencia del Rayo. El equipo blanquiazul cont¨® 10 remates (tres entre los tres palos) por los siete (cero) del madrile?o. No le alcanz¨®. No es al primero que le pasa. Solo el Celta pesc¨® un punto en Vallecas, y los otros siete visitantes se fueron con las manos vac¨ªas del feudo del Rayo.
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