PSG - Real Madrid en octavos: todo el morbo en dos partidos

La repetici¨®n del sorteo de los octavos de final de la Champions depar¨® al Real Madrid, cuyo tramo de loter¨ªa no despert¨® dudas la primera vez, un viaje casi interplanetario de Lisboa (Benfica) a Par¨ªs (PSG). De un secundario con historia, al gran contenedor de ambiciones y cuentas pendientes. Tambi¨¦n, de alg¨²n modo, un trayecto de Sergio Ramos a Sergio Ramos. De la evocaci¨®n de aquel cabezazo en el minuto 93 de la final de la Champions de 2014 en Lisboa, en el estadio del Benfica, al aroma a revancha del reencuentro con el viejo capit¨¢n que termin¨® en el Parque de los Pr¨ªncipes despu¨¦s de llevar al extremo la negociaci¨®n para alargar su mandato en el Santiago Bernab¨¦u. Pero no solo eso.

El emparejamiento que sali¨® este lunes del segundo baile de bolas en las soperas de la UEFA en su sede suiza de Nyon est¨¢ repleto de evocaciones, algo aparentemente impropio a¨²n a estas alturas por la diferencia de poso hist¨®rico entre el gran dominador de la Copa de Europa y el aspirante m¨¢s arrojado y audaz. Pero adem¨¢s de Ramos, en el horizonte del Real Madrid se perfila tambi¨¦n Leo Messi, uno de los grandes depredadores sufridos en el Bernab¨¦u.

Incluso Kylian Mbapp¨¦, que podr¨ªa aterrizar en marzo en Barajas para el partido de vuelta de la eliminatoria con un precontrato cerrado con el Madrid. El acuerdo del franc¨¦s con el PSG vence en junio y el presidente Nasser Al-Khelaifi todav¨ªa no ha conseguido persuadirle para que extienda su v¨ªnculo.

La cantidad de puntos susceptibles de disparar la excitaci¨®n en la grada, e incluso en los despachos, es tal que Neymar ni siquiera es la primera de las referencias, pese a que ha sido central en el viaje de los parisinos a su primera final de la Champions, en 2020, precisamente en el estadio Da Luz, el del Benfica. En cualquier caso, su estado f¨ªsico y sus perspectivas de evoluci¨®n son todav¨ªa una inc¨®gnita de aqu¨ª al 15 de febrero, cuando est¨¢ programada la ida en Par¨ªs.

Hasta entonces ser¨¢ tambi¨¦n un misterio c¨®mo conseguir¨¢ Mauricio Pochettino mantener la tensi¨®n competitiva del equipo, que domina ya el calendario dom¨¦stico con 13 puntos de ventaja sobre el Olympique de Marsella, aunque con un partido m¨¢s. Al t¨¦cnico argentino no le est¨¢ resultando sencillo despertar en una delantera de cartel deslumbrante (Messi, Neymar, Mbapp¨¦) el compromiso necesario para que el equipo no se deshilache y termine diluido por pura falta de equilibrio.

En el otro lado, el Real Madrid, que tambi¨¦n domina su liga, ocho puntos por delante del Sevilla con un partido m¨¢s, ha ido estirando su ventaja precisamente a fuerza de ir logrando avanzar en la autoprotecci¨®n. Con la pareja Benzema-Vinicius disparada, y con Asensio cada vez m¨¢s cerca de la fiesta, lo que m¨¢s subraya Carlo Ancelotti en p¨²blico sigue siendo la defensa. Al principio de la temporada lo hac¨ªa para indicar que necesitaban ajustarla, pero en las ¨²ltimas fechas lo hace para destacar que ah¨ª es donde percibe los avances. Lo que m¨¢s le gusta, ha llegado a decir, es que el equipo sabe sufrir cuando toca, pese a estar tambi¨¦n repleto de talento. Y el talento que no se ha sumado a esto se ha ido quedando por las cunetas.

Por ejemplo el de Eden Hazard, que se reencuentra en esta eliminatoria con el origen de su largo camino de frustraciones. El belga se lesion¨® por primera vez el 26 de noviembre de 2019, en un partido de la fase de grupos de la Champions Real Madrid-PSG. Despu¨¦s de un comienzo de temporada titubeante derivado de la deficiente condici¨®n f¨ªsica con la que lleg¨® al club blanco, el belga volaba de nuevo aquella noche contra los parisinos cuando su compatriota Meunier, ahora en el Dortmund, le rompi¨® el tobillo. Hazard a¨²n no ha levantado cabeza.

El PSG est¨¢ construido para duelos epis¨®dicos como los que suelen conducir a la Copa de Europa, mientras que el nuevo Madrid sustentado por la vieja guardia del centro del campo todav¨ªa no se ha visto sometido este curso a una prueba de esta intensidad.

La eliminatoria contiene tambi¨¦n una batalla institucional, entre la vieja nobleza europea del Real Madrid y el nuevo rico impulsado por la ambici¨®n y el dinero de Qatar. Entre el viejo club que busc¨® en la Superliga una defensa financiera frente a los proyectos de Estados orientales, y el gran aspirante a su trono nacido de ese semillero que prefiri¨® que ese proyecto descarrilara y lo abandon¨® unos meses antes de que la UEFA lo diera por muerto.

La eliminatoria que las bolas encontraron despu¨¦s de repetir el sorteo contiene tantos elementos para la fricci¨®n, el desaf¨ªo y la sospecha que incluso podr¨ªan hacerse cortos los dos meses que faltan hasta la ida en el Parque de los Pr¨ªncipes en febrero.

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