La vocal cerrada, tres veces seguidas, separada solamente por dos consonantes lo convierte en un zumbido, casi ininteligible, una acumulaci¨®n de us que ha hecho vibrar a la mayor¨ªa de los estadios del f¨²tbol espa?ol. ¡°?U-RU-GUA-YO! ?U-RU-GUA-YO!¡±. En casi todos los equipos de LaLiga Santander y de LaLiga SmartBank ha habido uno. Desde el ¨ªdolo deportivista Dagoberto Moll, quien abri¨® las puertas espa?olas a sus compatriotas en 1949, o Luis Su¨¢rez, el m¨¢ximo goleador charr¨²a en la historia de la competici¨®n con 161 dianas, hasta el reciente fichaje del Deportivo Alav¨¦s, el joven Facundo Pellistri, Uruguay, que tiene tres millones y medio de habitantes, es el tercer pa¨ªs que m¨¢s jugadores ha aportado (181) al torneo en sus 90 a?os, solo por detr¨¢s de dos colosos como Argentina (522) y Brasil (288), con poblaciones de 44 millones y 209 millones respectivamente. El fen¨®meno no es exclusivamente visible en Espa?a. Seg¨²n el CIES Football Observatory, de los 20 pa¨ªses que m¨¢s futbolistas exportan a todo el mundo, solo Uruguay y Croacia tienen una poblaci¨®n menor a cinco millones, algo que convierte a los celestes en el pa¨ªs que m¨¢s jugadores produce por habitante . ?A qu¨¦ se debe este fen¨®meno?
Cada fin de semana, alrededor de 300.000 uruguayos ¡ªel 10% del pa¨ªs¡ª se re¨²nen en distintos puntos de la rep¨²blica para ver f¨²tbol infantil, que moviliza nueve veces m¨¢s personas que el profesional. El dato lo aporta el expresidente de la Organizaci¨®n Nacional de F¨²tbol Infantil (ONFI), Alfredo Etchandy, que entre 2006 y 2013 se hac¨ªa m¨¢s de 30.000 kil¨®metros al a?o recorriendo las 64 ligas del pa¨ªs, que aglomeran a m¨¢s de 60.000 ni?os de entre 6 y 13 a?os. ¡°?Uno de cada tres!¡±, remarca Etchandy, periodista y abogado de 70 a?os y exviceministro de Deportes. ¡°Y ahora se est¨¢n sumando tambi¨¦n las ni?as, que ya son 6.000¡±, agrega.
Ya falta menos para volver a las canchas ??
¡ª ONFI (@ONFIOficial) January 20, 2021
Desde ONFI se extra?an los encuentros, los juegos y la enriquecedora experiencia de compartir con amigos y familia ?? pic.twitter.com/reYpvsuWPH
Quienes hablan del milagro uruguayo arrancan siempre contando la historia de ONFI, una organizaci¨®n creada en 1968, independiente de la Asociaci¨®n Uruguaya de F¨²tbol (AUF). ¡°Es un movimiento social con una base deportiva¡±, afirma Etchandy. ¡°El f¨²tbol ha sido un elemento de inclusi¨®n muy importante. Recuerdo cuando traje a Montevideo a algunos equipos cuyos ni?os de 10 a?os no hab¨ªan visto nunca una escalera mec¨¢nica o el R¨ªo de la Plata. Son vivencias inolvidables¡±.
Marc Tarradas, delegado de LaLiga en Argentina, Uruguay y Chile, destaca el modelo de gesti¨®n del f¨²tbol infantil uruguayo como uno de los principales elementos que el f¨²tbol espa?ol podr¨ªa importar de Sudam¨¦rica. ¡°Tienen interiorizada la cultura del f¨²tbol en todos los aspectos y en todas las clases sociales¡±, apunta.
Fotogaler¨ªa: LaLiga m¨¢s Celeste
Espa?a es el tercer pa¨ªs que m¨¢s futbolistas uruguayos recibe, por detr¨¢s de Argentina y de M¨¦xico. El uruguayo Iv¨¢n Alonso lleg¨® al Deportivo Alav¨¦s en 2000 con 21 a?os. Se adapt¨® entre otras cosas gracias a la ayuda de otro rioplatense, el argentino Hermes Desio, que entonces, con 30 a?os, le sirvi¨® de tutor. Fue un tremendo salto para el joven atacante que estuvo cuatro a?os en Vitoria y que en su primera temporada marc¨® ocho goles en la competici¨®n liguera y cinco en la Copa de la UEFA, uno en la hist¨®rica final de los babazorros contra el Liverpool.
¡°El uruguayo juega como le toc¨® vivir. Sin regalar nada. Se puede pasar necesidad. No te falta nada pero no te sobra nada. El f¨²tbol es una extensi¨®n de tu vida. Te manejas de la misma manera. No das una por perdida. Jug¨¢s la pelota como si fuera la ¨²ltima. Es eso¡±, reflexiona el ahora m¨¢nager general del Club Nacional de Football, uno de los dos equipos m¨¢s grandes de Uruguay junto al Club Atl¨¦tico Pe?arol. Nacional form¨® al m¨¢ximo goleador uruguayo de la historia de LaLiga Santander, Luis Su¨¢rez, que tambi¨¦n pas¨® por equipos de la ONFI de ni?o, como el Deportivo Artigas o Urreta FC.
Una de las primeras cosas que hizo Alonso al llegar a Nacional en 2018 fue reducir el costo de la primera plantilla a la mitad, de aproximadamente 10 a cinco millones de euros para poder invertir m¨¢s en el f¨²tbol formativo. Construyeron un gimnasio de 800 metros cuadrados de primera generaci¨®n para todas las categor¨ªas del club: f¨²tbol femenino, juveniles y primer equipo masculino. ¡°Somos los actuales campeones de la tabla general de categor¨ªas formativas. Desde el segundo equipo hasta el sub-14, somos los que m¨¢s puntos hemos sacado¡±. Cuando los jugadores dan el salto al primer equipo se encuentran con que los coordinadores que trabajaban con ellos en las categor¨ªas juveniles contin¨²an trabajando con ellos. ¡°El psic¨®logo de las divisiones inferiores, por ejemplo, estuvo con los chicos siete a?os. Los conoce mucho m¨¢s. Tiene m¨¢s sentido¡±, explica Alonso. As¨ª intenta crear una estructura que funcione con armon¨ªa.
¡°Si los clubes quieren resultados deportivos y econ¨®micos deben mirar a Uruguay¡±, advierte Alonso. ¡°En Uruguay hay muy pocos estadios. Todo lo dem¨¢s son campos. Un mismo jugador, en Uruguay vale uno; en Argentina, tres, y en Brasil, seis. Hace poco un defensa de Danubio [otro club uruguayo] se fue a River Plate, de Argentina, por una cifra cercana a los dos millones de euros. Despu¨¦s de seis meses, lo vendieron a un club alem¨¢n en 12 millones¡±, cuenta Alonso. ¡°Si quieren resultados deportivos y econ¨®micos, miren a Uruguay¡±, advierte.
Etchandy, que como viceministro de Deporte, en 2009, impuls¨® el programa Gol al Futuro para escolarizar a los chicos que juegan al f¨²tbol, da una breve clase de historia para explicar la pasi¨®n uruguaya por el f¨²tbol. ¡°Hay tras cosas que no pod¨¦s tocarnos: el f¨²tbol, el mate y el asado. El acta de nacimiento del Uruguay [en 1828] es una convenci¨®n de paz para terminar la guerra entre Brasil y Argentina. Obligaron a los que viv¨ªan ac¨¢ a ser un pa¨ªs. Y los que viv¨ªan ac¨¢ no eran uruguayos, eran inmigrantes, italianos, espa?oles¡ Nos faltaba una identidad. ?Sentirnos uruguayos!¡±, dice. Y la encontraron en el f¨²tbol. ¡°Uno de los ¨²nicos ¨¢mbitos en el que podemos competir contra los dos colosos que nos encierran en el mapa, Brasil y Argentina¡±. Uruguay gan¨® las dos primeras ediciones de los Juegos Ol¨ªmpicos (1924 y 1928) y la primera Copa del Mundo (1930).
De all¨ª nace el esp¨ªritu del jugador uruguayo, cuya m¨¢xima demostraci¨®n, dice Etchandy, se dio en la Copa Am¨¦rica de 1935, en Per¨². Argentina y Uruguay jugaban la final. Los albicelestes eran favoritos, porque los orientales ten¨ªan un equipo nuevo con el aporte de tres veteranos: ¡°Nasazzi, Lorenzo Fern¨¢ndez y El Manco Castro¡±. Al final del partido, Uruguay ganaba 3 a 0 y uno de los viejos, Lorenzo Fern¨¢ndez, se tir¨® al suelo. No pod¨ªa m¨¢s. No se pod¨ªa levantar. Quedaban pocos minutos. Nasazzi se le acerc¨® y le dijo: ¡°?Lo que van a decir tus amigos en Montevideo cuando les diga que te tiraste al piso con los argentinos y no quisiste seguir jugando!¡±. ¡°Se levant¨® como un resorte y fue campe¨®n de Am¨¦rica¡±, sentencia Etchandy. ¡°Esa es la garra celeste¡±.
Ni Alonso ni Etchandy hablan de una f¨®rmula especial a la hora de formar t¨¦cnicamente a los jugadores. Nada de eso. ¡°En Uruguay se les entrena a los futbolistas, desde los seis a?os, para ganar¡±, coinciden. ¡°En el f¨²tbol infantil¡±, dice Etchandy, ¡°aprenden algunas nociones, pero es mucho m¨¢s que eso. Ac¨¢ est¨¢n todo el d¨ªa conviviendo, van juntos a la escuela, se encuentran en la plaza. Hay un desarrollo social¡±. Alonso agrega: ¡°Es mucha presi¨®n. Los chicos se cargan esa mochila. No es una diversi¨®n, es una responsabilidad, para m¨ª excesiva, pero que al final es la tutora de la competitividad. No somos los mejores, pero a un uruguayo, lo dejes donde lo dejes se adapta, ?ta?¡±.
En Espa?a lo han hecho con creces. Se sienten en casa. Su esp¨ªritu y su garra han encontrado una competici¨®n que hist¨®ricamente ha recibido a muchos latinoamericanos. Han triunfado en cada uno de los equipos en los que estuvieron y se han puesto en los ojos de todo el planeta gracias a la popularidad del f¨²tbol espa?ol. Desde 1949 hasta hoy han escrito su historia en los cap¨ªtulos m¨¢s importantes de LaLiga. Pronto, si la pandemia lo permite, volver¨¢n a o¨ªr el canto: U-RU-GUA-YO.
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