El jugador m¨¢s excepcional del campeonato

Cuando Jorge de Frutos decidi¨® apuntarse a un equipo de f¨²tbol cay¨® en la cuenta de que le faltaba lo esencial: unas botas. Desde Navares de Enmedio, un pueblo segoviano que no llega al centenar de vecinos, no sab¨ªa c¨®mo conseguirlas. La tienda de deportes m¨¢s cercana quedaba a casi una hora, un tiempo del que no dispon¨ªan sus padres, ocupados los siete d¨ªas de la semana con las labores en el campo y regentando el ¨²nico bar que queda en la localidad. La soluci¨®n fue llamar a una t¨ªa de Madrid, que d¨ªas despu¨¦s de anotar el n¨²mero de pie y el modelo que hac¨ªa suspirar al chaval se present¨® con un paquete. ¡°No lo voy a olvidar. Eran unas Predator negras con el s¨ªmbolo en rojo¡±, rememora con emoci¨®n el extremo del Levante UD, convertido al cabo de ocho a?os de recibir sus primeras botas en uno de los m¨¢ximos asistentes de LaLiga Santander.

El de De Frutos es un caso excepcional en la ¨¦lite. Por ser el jugador que procede del municipio m¨¢s peque?o, por haberse criado en una provincia que nunca tuvo un conjunto en las dos m¨¢ximas categor¨ªas del f¨²tbol espa?ol y sobre todo por haber arrancado su carrera en categor¨ªa cadete. ¡°Empec¨¦ en el Sep¨²lveda, a 20 minutos de casa. Solo nos pod¨ªamos juntar los viernes a entrenar porque cada uno ven¨ªa de lejos¡±, explica.

Hasta los 16 a?os, con la sola compa?¨ªa de otros cuatro ni?os (incluido su hermano mayor) cuando no hab¨ªa veraneantes, se dedic¨® a patear el bal¨®n en el front¨®n de detr¨¢s de la iglesia. A escasos metros, desde la terraza del bar Faustino, su madre Mar¨ªa Jes¨²s recuerda ahora c¨®mo los golpes contra la pared romp¨ªan el silencio de un lugar donde a mediod¨ªa solo se escuchan algunos p¨¢jaros y una furgoneta que vende verduras, frutos secos, aceitunas.

En ese paisaje, una isla perdida en un mar de tonos marrones y verdes a la que se llega por una v¨ªa en la que apenas caben dos coches, el futbolista hall¨® una salida gracias ¡°al Richard¡±, el padre de un compa?ero del equipo. Consciente de su potencial, y aprovechando algunos de sus contactos, este se ofreci¨® a organizarle una especie de gira. En verano del 2015 se montaron en el coche y fueron probando en varios clubes madrile?os. La AD Uni¨®n Adarve, la AD Alcorc¨®n, hasta dar con el Rayo Majadahonda, donde consigui¨® un sitio en el juvenil. Le toc¨® acudir de nuevo a su familia, a otra t¨ªa suya que viv¨ªa en el barrio de Aluche, para instalarse en su casa y probar suerte en la gran ciudad. Ten¨ªa 18 a?os.

La adaptaci¨®n del pueblo a la capital, cuenta, fue sencilla: sigui¨® con sus estudios, hizo amistades, se enamor¨® de su actual esposa. Pero en el verde, tras imponerse por sus condiciones f¨ªsicas entre j¨®venes de su edad, se le hizo complicado el salto a la primera plantilla, en Segunda B. ¡°Yo corr¨ªa y corr¨ªa, pero me faltaban conceptos b¨¢sicos. Nunca tuve formaci¨®n t¨¦cnica o t¨¢ctica¡±.

Antonio Iriondo, el entrenador de aquella plantilla, y a quien el segoviano considera su descubridor, recuerda: ¡°Lo saqu¨¦ el primer partido y la primera pelota que cogi¨® se fue en velocidad de todo el mundo y la mand¨® a las nubes. Era totalmente at¨ªpico. Segu¨ªa jugando como en el pueblo¡±.

Pas¨® una primera temporada con escaso protagonismo. Iriondo incluso le lleg¨® a plantear salir cedido, pero ¨¦l insisti¨® en quedarse y aprender. El m¨ªster, nacido en Mosc¨², y protagonista de otro viaje futbol¨ªstico singular, premi¨® su convencimiento con paciencia, muchas charlas y consejos tan variopintos como buscar en los silencios de la m¨²sica del compositor franc¨¦s Erik Satie la pausa que necesitaba su juego.

Al a?o siguiente, en el curso 2017-2018, De Frutos inici¨® un desarrollo fulgurante. Se convirti¨® en un hombre clave para el ascenso del Rayo Majadahonda a LaLiga SmartBank y recibi¨® una oferta del filial del Real Madrid, el club de su infancia, el que empez¨® a admirar en la ¨¦poca de Los Gal¨¢cticos, el equipo cuyos partidos siempre se sintonizaban en el bar familiar.

¡°Esto es m¨¢s grande que Navares¡±, se dijo el primer d¨ªa que pis¨® la ciudad deportiva blanca, tratando de asimilar el salto de la Espa?a vaciada al conjunto m¨¢s laureado del pa¨ªs.

La consagraci¨®n entre estrellas

La llegada del volante el pasado verano al Levante UD, tras un a?o en el Real Madrid Castilla y otro cedido en el Real Valladolid CF y el Rayo Vallecano, vino acompa?ada de una nueva aclimataci¨®n. Empez¨® partiendo desde el banquillo, pero el t¨¦cnico, Paco L¨®pez, le pidi¨® paciencia. ¡°Las primeras semanas me dijo que sab¨ªa de mi potencial, pero que hab¨ªa que hacer las cosas con calma¡±.

Con el paso de las jornadas su rendimiento se ha disparado, como le hab¨ªa ocurrido en Segunda B. Promedia una asistencia cada dos encuentros y se ha convertido en el granota que m¨¢s metros recorre por partido a alta intensidad (m¨¢s de 21 km/h) y el que m¨¢s acciones de alto impacto promedia en ataque (2,32 por partido), seg¨²n los datos recogidos hasta la jornada 28 por Mediacoach, el sistema de an¨¢lisis de datos y v¨ªdeo de LaLiga.

En la entidad levantinista y en Valencia, donde cambi¨® los rigores del invierno en los campos de Castilla por el sol y la playa, ha encontrado una segunda casa en la que es feliz. Sin embargo, ahora que su vida discurre en estadios enormes y entre estrellas mundiales, no puede evitar que a veces su mente viaje atr¨¢s hacia esos fines de semana en los que se met¨ªa en la cocina a ayudar a su madre a preparar pinchos mientras contaba los minutos para salir afuera a jugar, a correr. Una vida que parece otra y que sigue sintiendo suya.

¡°Siempre te dicen cuando eres peque?o que no crezcas. Y creo que tienen raz¨®n. Lo feliz que eres cuando eres ni?o no se olvida nunca¡±.