La noche del estreno

Antes del voto en la urna, del carn¨¦ de conducir y del primer tatuaje sin consentimiento paterno. Antes de todas esas cosas reservadas a los adultos, tres de los cuatro protagonistas de este texto afrontaron un rito de iniciaci¨®n permitido a partir de los 15 a?os: disputar una competici¨®n seguida por millones de aficionados, rodeados de los que hac¨ªa solo unos meses eran sus ¨ªdolos.

Gabri Veiga, el ¨²nico entre Ander Barrenetxea, Luka Romero y Pedri que ya era mayor de edad la gran noche del estreno en LaLiga Santander, cre¨ªa que ser¨ªa como en las pel¨ªculas. Que antes de pisar el c¨¦sped se proyectar¨ªan en su cabeza recuerdos de sus primeros toques de bal¨®n, de su familia. Pero cuando el m¨ªster del RC Celta le llam¨® precipitadamente por la lesi¨®n de Renato Tapia, el pasado septiembre, no le dio tiempo a nada. ¡°Pensaba que ya no iba a salir. Tuve que pedir prestadas unas espinilleras porque las m¨ªas se las hab¨ªa dejado a un compa?ero¡±, recuerda uno de los once debutantes de hasta 18 a?os este curso en la m¨¢xima divisi¨®n. Una cifra que podr¨ªa superar el r¨¦cord de 15 nuevas apariciones de 2015 y 2012, teniendo en cuenta que es en las ¨²ltimas jornadas donde las promesas suelen encontrar m¨¢s oportunidades.

Once minutos, apenas un chispazo con los nervios de defender el 2-1 favorable, y resulta que este mediocentro criado en la cantera celeste hab¨ªa cumplido el sue?o de su vida. Un mes antes estaba en un banco en la calle pasando la tarde y le llamaron para hacer la pretemporada con los mayores. Dos semanas despu¨¦s de iniciarse en la categor¨ªa frente al Valencia CF part¨ªa como titular contra el FC Barcelona. ?C¨®mo se asimila esto? ¡°No se asimila del todo¡±, responde Veiga, que tras el enfrentamiento pidi¨® a su novia que le ayudara a dar respuesta a los m¨¢s de 300 mensajes que le llegaron al tel¨¦fono. A¨²n vibraba en sus venas la adrenalina del partido y le cost¨® conciliar el sue?o.

Al mallorquinista Luka Romero no solo le llovieron elogios, sino que adem¨¢s sali¨® en los todos los titulares. Con su aparici¨®n ante el Real Madrid el pasado junio a los 15 a?os y 219 d¨ªas protagoniz¨® el debut m¨¢s precoz de la historia de LaLiga, batiendo un r¨¦cord vigente desde 1939. Se habl¨® del heredero Messi, de un fen¨®meno predestinado a triunfar. Sin embargo, al d¨ªa siguiente de un encuentro al que sali¨® ¡°muy nervioso¡± y ¡°concentrado¡± en dar lo mejor de s¨ª, afirma, la nueva estrella se sent¨® con normalidad frente al ordenador para asistir a las clases virtuales de su instituto en Mallorca.

As¨ª viven estos j¨®venes, entre la exigencia de la ¨¦lite y la inocencia de los primeros amores y la pandilla en el colegio. Ander Barrenetxea, que salt¨® por primera vez al campo de la Real Sociedad el 21 de diciembre de 2018, a seis d¨ªas de su decimos¨¦ptimo cumplea?os, cree que lo extraordinario de su precocidad se equilibr¨® precisamente gracias a esa otra realidad. ¡°En mi caso no cambi¨® absolutamente nada. Vivo con mi familia, he seguido estudiando [cursa Magisterio en la universidad], me junto con los mismos amigos¡­¡±, cuenta el extremo, al que en otro salto de v¨¦rtigo le toc¨® estrenarse con el primer equipo antes que con el filial txuri-urdin y lo celebr¨® cenando con sus padres en casa de unos amigos de ellos.

Veiga, que mantiene en la universidad esa otra pasi¨®n a la que se habr¨ªa agarrado de no haber progresado en el f¨²tbol, el periodismo deportivo, reflexiona sobre este tr¨¢nsito entre dos mundos que la normativa deportiva permite a los 15 a?os, aunque los futbolistas tengan que esperar a los 16 para firmar su primer contrato de trabajo como jugadores profesionales: ¡°Mi vida es parecida y a la vez muy distinta a la de mis amigos. Si sal¨ªamos, sab¨ªan que yo a las diez, once, vuelvo a casa. Si iban por una hamburguesa, pues igual yo me iba a comer a otro lado. Por suerte, siempre lo han entendido porque sab¨ªan cu¨¢l era mi objetivo¡±.

Todos coinciden en que ciertos sacrificios han valido la pena para alcanzar ¡ªcon m¨¢s trabajo que suerte, afirman¡ª una meta a la que aspiran miles de ni?os. Y m¨¢s si es para vestir esos colores que llevaron desde peque?os, como le ha ocurrido a un Pedri. Fichado el pasado verano de la UD Las Palmas, donde se form¨® y a los 16 a?os pas¨® a integrarse en el plantel profesional, se cri¨® en una casa tan cul¨¦ que hasta com¨ªan con platos y cubiertos con el escudo del FC Barcelona. ¡°No recuerdo la primera camiseta porque a los dos a?os o as¨ª ya tendr¨ªa una¡±, responde a EL PA?S en el marco de una reciente entrevista a al programa LaLiga World de LaLiga.

Buscando un sitio entre sus ¨ªdolos

El caso del canario es excepcional al ser el ¨²nico debutante joven de este curso que ha disputado todos los partidos del campeonato, convertido en una pieza clave para su equipo e incluso llegando a debutar en la selecci¨®n nacional absoluta. Lo que no quita que se quedara alucinado mirando a su compa?ero Leo Messi en el primer entrenamiento donde coincidieron y que el m¨ªster, Ronald Koeman, le pida que siga mejorando. ¡°[Me dice] sobre todo que llegue a puerta, que tengo que hacer m¨¢s goles¡±, cuenta el 16 azulgrana.

Un estudio del Centro Internacional de Estudios Deportivos (CIES, por sus siglas en ingl¨¦s) se?ala que el f¨²tbol vive un momento r¨¦cord de confianza en los nuevos talentos. Tras estudiar las 31 ligas m¨¢s potentes del mundo, el CIES concluy¨® que en 2020 el porcentaje de jugadores menores de 19 a?os y el n¨²mero de j¨®venes debutantes fue el m¨¢s alto en la ¨²ltima d¨¦cada. No obstante, confiesan el resto de protagonistas, lo m¨¢s dif¨ªcil tras la irrupci¨®n es asentarse. Ni Barrenetxea ni Romero y tampoco Veiga, por el momento, alcanzaron los diez partidos en su primera temporada en la LaLiga Santander.

Para el donostiarra, una de las cosas m¨¢s complicadas fue asumir que de repente los ¨ªdolos a los que admiraba y que manejaba en los videojuegos eran sus compa?eros. Tambi¨¦n se top¨® con el abismo de pasar de jugar con gente de su edad a hacerlo entre figuras consagradas. ¡°Cambia mucho. Cada bal¨®n va medido y la exigencia siempre es m¨¢xima¡±. Una observaci¨®n que suscribe Veiga, que este curso ha participado principalmente con el filial celeste en Segunda B. ¡°La gran diferencia es el ritmo de pelota. Lo que en otra categor¨ªa necesitan dos o tres toques, aqu¨ª te lo hacen de primeras. Tienes que estar siempre muy concentrado¡±, explica.

Lo que ambos tienen claro es que no quieren ser flor de un d¨ªa. Cuando se les pregunta d¨®nde se ven dentro de diez a?os, el celeste y el donostiarra responden lo mismo: triunfando en el club que les dio esa oportunidad que guardar¨¢n siempre en la memoria.