El Madrid vuelve al carril
Los blancos, inc¨®modos en el arranque del a?o, derrotan a un Valencia menguante en un cuarto de hora con su sociedad Vinicius-Benzema, autores de dos dobletes
Al Madrid le cost¨® media hora quebrar al Valencia, pero, en cuanto abri¨® la v¨ªa, despach¨® en tres parpadeos a unos muchachos de Bordal¨¢s abiertos en canal. Con Vinicius de regreso del aislamiento domiciliario por culpa del bicho y aliado de nuevo con Benzema, los blancos volvieron al carril ganador tras una semana postvacacional de digesti¨®n pesada e inc¨®moda en Getafe y Alcoy. Tres tantos en 15 fruct¨ªferos minutos les bastaron para cantar otra victoria a la espera de lo que d¨¦ de s¨ª la excursi¨®n a Arabia Saud¨ª con el primer t¨ªtulo de la temporada en juego, la Supercopa de Espa?a, y el segundo cl¨¢sico del curso. Estaciones que nunca son de paso.
Al Valencia menguante se le vio el cart¨®n en la primera racha de viento seria y exhibi¨® su mayor tacha: la fragilidad defensiva. Inimaginable hasta ahora en un equipo de Bordal¨¢s, pero una pesada realidad para este conjunto racheado al que no le queda otra que cerrar el socav¨®n si desea atrapar puestos europeos. Lo reconoci¨® su entrenador: con 32 goles encajados no van a ning¨²n sitio. A la hora de atacar, tampoco le ayud¨® la baja de Carlos Soler.
Al Madrid le llev¨® un rato hostigar a Cillessen. Empez¨® con personalidad el Valencia, a toda mecha incluso con una sorprendente carrera de Musha en el primer segundo, y durante un buen tramo el encuentro estuvo cabeza con cabeza, con los dos conjuntos prefiriendo los espacios. Un testarazo nada m¨¢s empezar de Milit?o, que se elev¨® con p¨¦rtiga y exigi¨® abajo al meta valencianista, fue la mejor ocasi¨®n de los blancos y de todo el partido hasta que el duelo cogi¨® otro cuerpo. No era un encuentro aburrido, pero escaseaban las ocasiones. A esas alturas, faltaban se?ales de Benzema y Vinicius todav¨ªa estaba atado en corto. En ese amanecer, a la vista de que no consegu¨ªa intimidar a su rival, el Madrid ensay¨® en alguna ocasi¨®n echarse un pel¨ªn atr¨¢s para buscar la carrera con balones largos. No le sali¨® esta vez.
La horma al zapato la encontr¨® atornillando poco a poco al Valencia, que se fue metiendo en su fort¨ªn y empez¨® a perder de vista a Courtois, casi in¨¦dito en la primera parte. Sin estridencias, con un Mendy animoso y ya con m¨¢s fogonazos de su d¨²o atacante, en el ¨²ltimo cuarto de hora las ocasiones locales se fueron sucediendo. Modric puso a Asensio en buena disposici¨®n ante Cillessen, que la sac¨® con la pierna derecha. Lo intent¨® Benzema desde la frontal, Casemiro lo prob¨® por arriba y, sobre todo, Modric la estamp¨® con violencia en el larguero.
La rebeld¨ªa de Wass, las paradas de Courtois
El choque se hab¨ªa inclinado, con un Valencia ya metido atr¨¢s. Sin embargo, el nuevo escenario le pod¨ªa plantear a los blancos su ecuaci¨®n m¨¢s compleja: c¨®mo abrir un agujero en una pared cerrada. Pero el muro del Valencia no es el del Getafe, ni tampoco el del C¨¢diz, y las soluciones para los blancos resultaron esta vez mucho m¨¢s sencillas. Casemiro barri¨® una pelota en el medio, penetr¨® en el ¨¢rea como un elefante y Hern¨¢ndez Hern¨¢ndez interpret¨® que Alderete le zancadille¨®. Benzema puso el penalti en la misma escuadra.
Con el alivio del luminoso y un Valencia definitivamente perdido, el Madrid recuper¨® su mejor asociaci¨®n (Vinicius-Benzema), que llevaba unas citas en stand by. El brasile?o pudo al fin conducir en diagonal hacia el ¨¢rea, cosi¨® una pared con su nuevo amigo, burl¨® a Alderete y Diakhaby, y abati¨® con toda la calma a Cillessen: 2-0. Un tanto para dejar la noche donde m¨¢s quer¨ªan los blancos: con ventaja y espacios.
El viento de cola les trajo pronto m¨¢s beneficios a costa de una defensa visitante en ruinas. Se la birl¨® Kroos en el medio a Musah, Cillessen evit¨® el tanto de Asensio, pero el bal¨®n se le qued¨® muerto a Vinicius para el doblete. No festejaba una diana el extremo desde principios de diciembre en Anoeta, cinco encuentros seco. Ya lleva 12 en Liga y 14 en total.
El partido qued¨® entonces para una goleada importante o para un gesto de rebeld¨ªa. Wass puso lo segundo con dos truenos seguidos desde fuera del ¨¢rea. Uno se fue arriba y en el otro surgi¨® Courtois, puntual como nadie, para sacar un brazo de hierro e impedir que la noche se abriera de la nada. Pero lo que el meta belga no permiti¨®, s¨ª lo hizo Mendy, que en un centro lateral se desentendi¨® de defender y agarr¨® a Marcos Andr¨¦ a ojos de todo el mundo. Un pecado en tiempos de VAR. No hizo falta ni siquiera acudir al monitor.
Apareci¨® de nuevo Courtois para rechazar el penalti de Guedes, aunque este la emboc¨® a la segunda de cabeza. Quedaba un cuarto de hora y Wass volvi¨® a amenazar con otro disparo. No se rend¨ªa el dan¨¦s a lo que ya parec¨ªa inevitable. Para entonces, Ancelotti hab¨ªa decidido guardar la ropa con Modric y Casemiro para mimar al retornado Ceballos, que se quej¨® en Alcoy de los pocos minutos que dispuso, y a Camavinga. El italiano sac¨® hasta a Isco, con quien comparti¨® risas en la banda. Ya ten¨ªa la faena hecha. El lazo al encuentro se lo puso Benzema y el Madrid volvi¨® a sonre¨ªr en las v¨ªsperas de una nueva cita con el Bar?a con otra descarga doble de su sociedad atacante.
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