Lucas Boy¨¦: ¡°A veces las cosas te salen a pesar de hacer lo incorrecto¡±
El futbolista de referencia del Elche, ¡®nueve¡¯ revelaci¨®n de la temporada, reflexiona sobre su estilo de juego en v¨ªsperas de enfrentarse al Madrid en la Copa y en LaLiga
Lucas Boy¨¦ naci¨® hace 25 a?os en San Gregorio, un pueblo de 7.000 habitantes, diez manzanas por diez en la frontera entre las provincias de Santa Fe y Buenos Aires, en lo que parece el centro de una llanura interminablemente mon¨®tona, como un mar de soja, trigo y alfalfa, en el coraz¨®n geogr¨¢fico de Argentina. ¡°?En el medio de la nada!¡±, dice ¨¦l, con un deje de iron¨ªa entreverada de orgullo.
Pregunta. ?Se le hizo dif¨ªcil dejar a su familia para irse a Buenos Aires a vivir solo con 14 a?os?
Respuesta. Siempre tuve muy marcado el sue?o de ser futbolista. No me hago el pobrecito porque disfrut¨¦. Estando en la pensi¨®n de River Plate extra?¨¦ como extra?an los ni?os que empiezan a salir de su pueblo. ?Pero la pas¨¦ muy bien! Hoy pienso en la pensi¨®n de River y me da melancol¨ªa.
P. Lleg¨® al Elche, un equipo reci¨¦n ascendido, y comenz¨® por hacer algo que los delanteros centros no suelen hacer en esta clase de equipos que persiguen salvarse: pedir la pelota y hacer de cada intervenci¨®n una exhibici¨®n de destreza, en lugar de jugar f¨¢cil. La primera sospecha que gener¨® es que usted era un futbolista de esos que en Argentina llaman firuletero [adorno rebuscado y de mal gusto, seg¨²n la RAE]. El paso del tiempo desminti¨® la primera impresi¨®n, pero ?usted c¨®mo definir¨ªa firuletero?
R. Eso tal vez se relaciona con lo que fue mi carrera. Normalmente no me toc¨® tener tantos minutos como me habr¨ªa gustado y entonces, en cada minuto que jugaba trataba de demostrar quiz¨¢s m¨¢s de lo que ped¨ªa la jugada, para mostrar mis cualidades y as¨ª seguir sumando minutos.
El l¨ªmite entre el gesto necesario y el superficial es relativo. Hay gestos innecesarios que ayudan a los jugadores a levantar su confianza
P. Hay dos tipos de artistas en el f¨²tbol: los que traspasan el l¨ªmite haciendo cosas que no sirven para avanzar la jugada y los que emplean el gesto t¨¦cnico para generar m¨¢s peligro. ?C¨®mo hace usted para llevar la acci¨®n t¨¦cnica al l¨ªmite de sus posibilidades sin caer en la frivolidad?
R. Cuando veo jugadores de este estilo siento que el l¨ªmite es relativo. A veces la jugada no lo pide, pero ese gesto innecesario puede darle a determinados jugadores mucha confianza y en la pr¨®xima jugada te limpian a dos rivales por ese gesto anterior que no sirvi¨®. Quiz¨¢s el jugador est¨¢ trabajando su confianza para el partido, porque cada partido se afronta de manera distinta. A veces, cuando juegas bien las cuatro primeras pelotas, a la quinta que te viene cierras los ojos, pones el pie, y sabes que te va a salir todo. Cuando ves jugadores que hacen un gesto innecesario, yo creo que piensan as¨ª. Piensan en levantar su confianza porque ese gesto los va a agrandar.
P. Un nueve vive sin tiempo ni espacio y cuando recibe con la marca encima normalmente descarga r¨¢pido al mediocampista. ?Por qu¨¦ usted suele quedarse con la pelota?
R. Lo m¨¢s inteligente que puede hacer un jugador es interpretar cu¨¢ndo qued¨¢rsela un poquito m¨¢s y cuando rebotar de primera. Son muy pocos los que son capaces de descifrar estos momentos. Yo muchas veces peco de querer qued¨¢rmela cuando ten¨ªa que rebotar, o a veces he rebotado de primera cuando lo que ten¨ªa que hacer era jugar a dos toques o retener. Trato de interpretar siempre lo que pide la jugada pero much¨ªsimas veces haces lo incorrecto. Y a veces las cosas te terminan saliendo bien cuando retienes a pesar de que la jugada ped¨ªa rebotar porque as¨ª cambiabas de lado y te quedabas mano a mano con el portero.
Lo m¨¢s inteligente que puede hacer un jugador es interpretar cu¨¢ndo qued¨¢rsela un poquito m¨¢s y cuando rebotar de primera. Yo muchas veces peco de querer qued¨¢rmela
P. Los an¨¢lisis de sus jugadas indican que en el 80% de las veces que usted recibe la pelota la jugada avanza generando peligro para el contrario. Esto indica que sus decisiones son adecuadas.
R. El dato obviamente me alegra. Pero sigue siendo relativo. Quiz¨¢s la jugada avanza, pero podr¨ªa avanzar de otra manera m¨¢s r¨¢pida. Con eso no me quiero hacer el humilde. Pero no porque una jugada avance debemos pensar que hicimos lo que deb¨ªamos.
P. ?Piensa mucho en la cancha?
R. No. La cancha es un lugar para ejecutar m¨¢s que para pensar. Piensas en la semana. En la cancha hay que decidir en mil¨¦simas de segundo, no s¨¦ si se puede catalogar como pensar. Si en la cancha puedes pensar y actuar r¨¢pido quiere decir que te est¨¢s preparando bien durante la semana.
P. En la acci¨®n que desencadena el gol al Villarreal usted le pide la pelota a Pere Milla en un saque de banda a pesar de estar rodeado de contrarios. ?No vio que no ten¨ªa salida? ?Qu¨¦ le pas¨® por la cabeza?
R. La jugada acab¨® en gol a pesar de que se ensuci¨® y perd¨ª la pelota. Fui a buscar la pared y me encontr¨¦ rodeado de rivales y sin piernas porque estaba muy ahogado. Pero en el af¨¢n de querer recuperarla nos qued¨® de vuelta y terminamos haciendo gol. No s¨¦ qu¨¦ pens¨¦ sinceramente. Fue una jugada rara. Tir¨¦ bien la pared con Milla y quiz¨¢s deb¨ª cambiar de orientaci¨®n pero me enred¨¦ y por suerte nos termin¨® quedando. Pero de inicio no creo que fuera la mejor jugada.
Deber¨ªa usar m¨¢s los brazos. Termino los partidos y me duele todo. A veces hago un desgaste innecesario al ir a chocar constantemente con los defensas. Pero yo regateo con el contacto
P. Si hay un entrenador al que no le gustan los gestos accesorios es Fran Escriv¨¢: llega a inhibir a los futbolistas de tanto reclamar practicidad. ?C¨®mo hizo precisamente usted para convertirse en el jugador clave de Escriv¨¢?
R. Fran defendi¨® el sacrificio y eso yo lo tuve siempre.
P. Usted es un jugador fuerte, potente. ?No le gustar¨ªa ser m¨¢s ligero para poder cambiar de ritmo con m¨¢s facilidad, para filtrarse entre los centrales al espacio o para regatear m¨¢s?
R. De chico en las inferiores de River jugaba m¨¢s por afuera que de nueve. Hasta que pegu¨¦ el estir¨®n y me empezaron a poner de centrodelantero. La gambeta la determina el partido. A m¨ª me gusta mucho el contacto con la pelota y poder encarar. No quiero estar aislado del juego. No soy ese tipo de nueve que espera esa oportunidad en el ¨¢rea.
P. Usted tiene pies dulces. ?Por eso se siente m¨¢s seguro con la pelota al pie antes que al espacio?
R. S¨¦ que tengo que romper m¨¢s al espacio. Lo trabajamos. Trato de hacerlo m¨¢s. Pero me sale con m¨¢s naturalidad pedirla al pie. Dependiendo con qu¨¦ compa?ero est¨¦s en la cancha, si logras complementarte identificando sus caracter¨ªsticas, puedes generar espacios para ellos. Pero no para todos es agradable picar al espacio para que t¨² vengas a pedirla.
Los jugadores que van al espacio todo el tiempo tienen una virtud grand¨ªsima. Pero para eso hay que ser muy optimista porque es un desgaste y no sabes si al final la pelota te va a llegar
P. El que pide la pelota al pie atrae defensas y se ve obligado a usar su cuerpo. ?En qu¨¦ momento de su vida descubri¨® que se manejaba bien usando su cuerpo para desbordar a los defensas?
R. No lo s¨¦. Siempre me gust¨® chocar pero al principio, en River, no consegu¨ªa aprovecharlo. Hasta que no llegu¨¦ a Newell¡¯s no me sent¨ª c¨®modo as¨ª.
P. ?C¨®mo hace para no desequilibrarse frente al central que lo cuerpea, siendo usted la parte m¨¢s vulnerable porque tiene que manejar la pelota? ?Absorbe los golpes con los brazos?
R. Deber¨ªa usar m¨¢s los brazos. La realidad es que termino los partidos y al d¨ªa siguiente me duele todo. A veces hago un desgaste innecesario al ir a chocar constantemente. Con ese contacto lo que busco es poder girarme. Muchas veces fallamos en el intento porque no te sale el primer control. El control, para m¨ª, es la receta. Es pr¨¢cticamente todo. Cuando no se da lo tienes que arreglar con lo f¨ªsico. Cuando se da, te aparece mucho espacio para jug¨¢rtela en el uno contra uno o para hacer un contragolpe.
P. Hay jugadores que regatean por anticipaci¨®n, como Iniesta, o porque cambian de ritmo, como Vinicius. ?Usted regatea cuerpeando al defensa?
R. Regateo desde el contacto. Pero no s¨¦ c¨®mo lo adquir¨ª. No intent¨¦ copiar a nadie. Supongo que es intuici¨®n. Fue saliendo. Mi manera de jugar fue muy lineal a lo largo de mi carrera. La confianza hace que el jugador parezca otro. Los altibajos de una carrera se deben m¨¢s a cuestiones de confianza que de cambios futbol¨ªsticos.
P. Da la sensaci¨®n de que lee todos los desmarques. Pero una cosa es verlos r¨¢pido y otra llegar r¨¢pido sin caer en fuera de juego. ?A usted no le pasa como a Benzema, o a Lewandowski, que a pesar de que ven el desmarque prefieren no ir al espacio porque creen que no va a fructificar?
R. Los jugadores que van al espacio todo el tiempo tienen una virtud grand¨ªsima. Pero para eso hay que ser muy optimista porque es un desgaste y no sabes si al final la pelota te va a llegar. Yo no digo que no sea optimista, pero deber¨ªa incorporarlo mucho m¨¢s a mi juego. Soy consciente de que deber¨ªa hacer m¨¢s.
Benzema me vuelve loco. Casi siempre juega con sentido. Es el mejor nueve del mundo y es contradictorio. Cuando lo ves salir del ¨¢rea, si no entiendes mucho de f¨²tbol, puedes pensar: ¡°?pero qu¨¦ hace ah¨ª? ?para hacer gol hay que estar cerca del arco!¡±
P. Es dif¨ªcil que los nueves que salen de su zona ayuden a su equipo a crear situaciones de gol. ?Ah¨ª usted se emparenta con Benzema?
R. Benzema me encanta. Me vuelve loco. Para m¨ª es el mejor nueve del mundo. Casi siempre juega con sentido. Es contradictorio. Cuando ves a Benzema salir del ¨¢rea, si no entiendes mucho de f¨²tbol, puedes pensar: ¡°?pero qu¨¦ hace ah¨ª? ?para hacer gol hay que estar cerca del arco!¡±. Cuando Benzema sale del ¨¢rea es porque va a darle m¨¢s claridad a la jugada. Siempre termina siendo productivo.
P. ?Qu¨¦ le sugieren la eliminatoria de Copa y el partido de Liga contra el Madrid?
R. Es un rival dur¨ªsimo y especial. A todos nos gusta ir al Bernab¨¦u. Sabemos que si sacamos puntos ah¨ª ser¨¢ una se?al grande: para nosotros y para los dem¨¢s.
P. Hay jugadores que llegan a la cumbre por la v¨ªa blanda de los grandes clubes y otros, como Cazorla, o incluso Zidane, que llegan por la v¨ªa dura. Usted lleg¨® al Elche despu¨¦s de dos temporadas en el AEK de Atenas y en el Reading.
R. Uno intenta con trabajo rendir desde el primer momento para que las cosas salgan como yo deseaba, y normalmente no pasaba. No era un desastre pero los planes no sal¨ªan. Siempre te encuentras problemas en el camino. Yo segu¨ª trabajando y segu¨ª esperando para que eso pudiera llegar. Nunca me relaj¨¦. Si las cosas no me salieron no fue porque no me tomara esto en serio. Aprend¨ª en todos los lugares en los que estuve. He jugado en siete clubes distintos y es una locura. Son muchos equipos para mi edad.
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