Un a?o en el arco¨ªris

Los ciclistas que ganan el Campeonato del Mundo lucen, durante un a?o, el maillot arco¨ªris. La prenda, en realidad, no tiene los mismos colores que genera el fen¨®meno meteorol¨®gico ¡ªrojo, naranja, amarillo, verde, azul, a?il y violeta¡ª sino que, adem¨¢s del blanco predominante, consta de azul, rojo, negro, amarillo y verde; los cinco colores que representan a la Uni¨®n Ciclista Internacional y que, adem¨¢s, son los de la bandera ol¨ªmpica. La primera r¨¦plica de la prenda se luci¨® en 1927. Si el campe¨®n lidera una gran prueba por etapas, puede combinar el maillot de l¨ªder de la ronda con las bandas multicolor. Pasado el a?o de reinado, podr¨¢ conservarlas en mangas y cuello. Durante esos 365 d¨ªas, sentir¨¢ el orgullo de vestirlo. Y tambi¨¦n la presi¨®n.

Al ciclista franc¨¦s Julian Alaphilippe la presi¨®n se le apareci¨® colgada en una percha en casa de sus suegros, tras lograr el t¨ªtulo en 2020 ¡ªvolver¨ªa a lograrlo en 2021¡ª. All¨ª estaba el maillot. En el sal¨®n. Y su suegro que le pregunta si se da cuenta de que es campe¨®n del mundo. Y entonces Alaphilippe se da cuenta del impacto. Y de que tiene un a?o por delante para disfrutar del trono. Quiere ganar cuanto antes. Alzar los brazos en la l¨ªnea de meta luciendo su nuevo jersey. La oportunidad le llega en la Lieja-Basto?a-Lieja. En el sprint final, se pone en cabeza. A unos cent¨ªmetros de la l¨ªnea de meta, alza los brazos. Celebra. De repente, ve llegar a Roglic por su derecha. Va inclinado sobre la bicicleta. Su rueda delantera entra primero en la meta. Alaphilippe est¨¢ confundido. No sabe qu¨¦ ha pasado. Hab¨ªa so?ado con aquella imagen, la ten¨ªa en las manos y un exceso de confianza la difumina.

As¨ª comienza Mi a?o de arco¨ªris (Libros de ruta), el libro en el que Alaphilippe relata su primera experiencia como campe¨®n del mundo de ciclismo en ruta. Un texto directo, escrito desde la naturalidad, en el que el ciclista abre las puertas de su d¨ªa a d¨ªa. De su familia ¡ªy de la felicidad de ser padre¡ª a sus compa?eros, pasando por las nuevas victorias y las meteduras de pata. Del calor del p¨²blico. Y de c¨®mo funciona la mente de un campe¨®n cuando las piernas deciden que, en una carrera, no dan ya para m¨¢s.

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