El Sevilla se queda corto en Vitoria
El conjunto de Lopetegui pierde empuje en su lucha por el liderato al empatar ante un s¨®lido y ordenado Alav¨¦s
En casa del pobre pasan estas cosas. Anda el Alav¨¦s pisando charcos desde que comenz¨® la temporada y ni jugando un partido m¨¢s que decente le llega para ganar. Claro que el rival era el Sevilla, enemigo de cuidado, de los de pantal¨®n largo. No pod¨ªa Lopetegui formar a su mejor equipo, por sus numerosas bajas, pero a¨²n as¨ª, siempre es un adversario temible. Aunque los sevillistas tampoco cumplieron sus expectativas. Se llevaron un punto y pasito a pasito, es complicado acercarse a la cabeza.
Lluvia y fr¨ªo, una noche desapacible en Vitoria, de las de quedarse en casa viendo la televisi¨®n al calor de la estufa, pero por all¨ª aparecieron los 22 valientes del principio y los que fueron saliendo despu¨¦s, en pantal¨®n corto y corriendo para entrar en calor. Corr¨ªan los del Alav¨¦s para incomodar al Sevilla en su campo; corr¨ªan los sevillistas cuando pod¨ªan salir de la presi¨®n y avanzar por las bandas, la de Navas y la de Acu?a, aunque encontraban poca colaboraci¨®n en el resto del equipo. Todo el mundo corr¨ªa en el c¨¦sped, ¨¢rbitro incluido, mientras en las gradas la afici¨®n pateaba el suelo para entrar en calor.
Corr¨ªan los dos equipos, pero parec¨ªa correr mejor el Alav¨¦s, que adopt¨® por fin esa manera que acostumbran los equipos de Mendilibar, con la presi¨®n muy alta, incomodando bastante al Sevilla cuando trataba de salir con la pelota en los pies, y sobre todo a Bono, muy poco a gusto en esa situaci¨®n.
Se empe?¨® el Sevilla en arriesgar y el Alav¨¦s le rob¨® varias veces la cartera. Por ah¨ª pudo el equipo vitoriano encontrar una brecha. Joselu, a pase de Edgar, tuvo el primer intento, que se repiti¨® a menudo, aunque el susto gordo se lo llev¨® Pacheco cuando un remate de Delaney se col¨® en su porter¨ªa, aunque antes de entrar golpe¨® en su compa?ero En-Nesyri, que estaba en fuera de juego.
Ida y vuelta
Se libr¨® el Alav¨¦s, que no sufri¨® mucho m¨¢s en la primera parte, al menos en defensa. Padeci¨® sobre todo por su escasa pericia atacante. Tuvo temple, jug¨® bien, lleg¨® con abundancia al ¨¢rea visitante, pero no ten¨ªa remate. Rioja tuvo una clara; Escalante otra de cabeza, y Bono, cuando no ten¨ªa que mover la pelota como si fuera un defensa, cumpli¨® con su papel entre los palos. El Sevilla se defendi¨® como pudo en la primera parte, tal vez la mejor desde que Mendilibar se sienta en el banquillo de Mendizorroza.
Pese a su escasa finura en el remate, el Alav¨¦s parec¨ªa estar sometiendo al Sevilla, muy inc¨®modo en su papel, regalando demasiado el bal¨®n a su rival, que ten¨ªa controlados los riesgos pese a tener la defensa tan adelantada. S¨®lo Ocampos consigui¨® romper el equilibrio vitoriano despu¨¦s de recibir un bal¨®n largo, controlar con el pecho y disparar a la media vuelta muy cerca del poste.
Ante un equipo con muchas bajas, pero que aspira a pisar moqueta en la planta noble de la Liga, el Alav¨¦s complet¨® una primera mitad aseada, que tuvo continuidad en la segunda, pese a que el Sevilla dio un paso adelante. Se acerc¨® m¨¢s a Pacheco, se igual¨® el juego y el f¨²tbol unidireccional pas¨® a ser una carrera de ida y vuelta. Los dos equipos siguieron corriendo lo mismo, pero el partido de front¨®n pas¨® a ser de tenis. Hubo intercambio de golpes. El Sevilla met¨ªa presi¨®n a bal¨®n parado. Ocampos tuvo una buena y en el ¨¢rea contraria, a Pere Pons le sali¨® el disparo demasiado cruzado tras una buena acci¨®n coral de toda la delantera.
A los dos equipos les fall¨® el filo de su cuchillo en un buen partido que agradeci¨® el p¨²blico de Mendizorroza, que volvi¨® a casa con la temperatura casi bajo cero. Fr¨ªos todav¨ªa los seguidores locales por la ocasi¨®n final del Sevilla, en una acci¨®n personal de Kound¨¦, proyectado en ataque, y su centro al cogollo del ¨¢rea. La pelota se pase¨® entre un bosque de piernas. No hubiera sido justo para el Alav¨¦s una derrota tan cruel.
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