Malcolm Allison, el heterodoxo del Manchester City
Coqueto, consumidor de champ¨¢n y habanos, bandera de la misma revoluci¨®n que defend¨ªa George Best, exigi¨® el puesto de primer m¨¢nager
Mediados los sesenta, el Manchester City estaba en horas muy bajas. Descendido a Segunda en 1963, Maine Road registr¨® un r¨¦cord negativo de 8.015 espectadores en enero de 1965 ante el Swindon Town. Hab¨ªa que hacer algo y ese algo fue contratar a Joe Mercer, un m¨¢nager de bien ganado prestigio en el Aston Villa. Su padre hab¨ªa sido jugador, inutilizado por inhalaci¨®n de gases en el frente durante la I Guerra Mundial. ?l fue futbolista igualmente y sargento mayor en la II Guerra Mundial. Le retir¨® una fractura de pierna ya con 40 a?os. Fue 26 veces internacional.
Pero sufri¨® un ictus que da?¨® su movilidad y le apoyaron para el trabajo de campo con el joven Malcolm Allison. Retirado prematuramente por una tuberculosis que le cost¨® un pulm¨®n, se hab¨ªa iniciado como m¨¢nager con ¨¦xitos en equipos menores que le llevaron a la cantera del West Ham, donde lanz¨® a Bobby Moore, Martin Peters y Geoff Hurst, campeones del mundo en 1966. El West Ham fue el equipo m¨¢s representado en la final de Wembley. Los tres hablaban maravillas de Allison.
Lleg¨® un ciclo magn¨ªfico: ascenso en la 65-66, Liga 67-68, Community Shield 1968, Copa 68-69, Copa de la Liga y Recopa 69-70. Mike Summerbee, Francis Lee y Colin Bell eran las estrellas.
Todo iba bien, pero la afici¨®n se dividi¨®. Para los mayores, amantes del orden y de la tradici¨®n, el m¨¦rito era de Joe Mercer, el hombre tranquilo, sabio, discreto, cuya auctoritas impregnaba todo. Para los j¨®venes, adeptos a la revoluci¨®n beatle, el secreto era el locuaz y moderno Malcolm Allison, coqueto, consumidor de champ¨¢n y habanos, bandera de la misma revoluci¨®n que defend¨ªan George Best en el United y las chicas con minifalda por Carnaby Street. Para ellos, Allison era el que estaba al tanto de las ¨²ltimas t¨¢cticas, el que entend¨ªa a los jugadores, el que conoc¨ªa a los rivales, el informado de todo, el divertido. Y Mercer, una momia.
El debate dividi¨® tambi¨¦n a la prensa: la formal favorec¨ªa a Joe Mercer, la amarilla disfrutaba con Allison. Mercer no hac¨ªa nada por alimentar la pol¨¦mica, Allison no hac¨ªa nada por calmarla. As¨ª que mientras el Manchester City era el equipo puntero del Reino Unido, en el seno del club reinaba una visible discordia seguida con atenci¨®n por todo el pa¨ªs. Era un debate entre ¨¦pocas, entre generaciones.
Gan¨® Allison. Esgrimi¨® una oferta de la Juve para exigir el puesto de primer m¨¢nager y Mercer cay¨®. Hab¨ªa ganado el sector revolucionario, pero la disoluci¨®n de la pareja fue el fin del ciclo. Allison dejar¨ªa el club en la 72-73 para ir al Crystal Palace, al que cambi¨® en apodo de Glazers por el de Eagles, y tambi¨¦n los colores de la camiseta, en busca de una imagen m¨¢s moderna. Al tiempo, ¨¦l empez¨® a tocarse con un borsalino. Le descendi¨® en dos temporadas de Primera a Tercera. Protagoniz¨® un esc¨¢ndalo may¨²sculo cuando News of the World public¨® una foto tomada en la piscina del vestuario con Allison y la actriz porno Fiona Richmond, a la que hab¨ªa invitado al entrenamiento, desnudos en el agua. Era notable su fama de mujeriego y se le atribuyeron romances con dos Miss Reino Unido, la cantante Dorothy Squires y hasta con Christine Keeler, la del c¨¦lebre caso Profumo¡
Regres¨® al City en 1979. Fue un fracaso pese a dos adquisiciones caras, nuestro Michael Robinson y Steve Daley. Luego contar¨ªa as¨ª su primer encuentro con el presidente, Peter Sawles: ¡°Lo mir¨¦, vi el peinado, su chaqueta de Inglaterra y sus zapatos de gamuza y pens¨¦: ¡®Esto no va a funcionar¡±.
Su popularidad lleg¨® al m¨¢ximo cuando tras 22 a?os de matrimonio y cuatro hijos, dej¨® a su primera mujer para casarse con la playmate Sally-Ann Highley. Dur¨® dos a?os y una hija. ¡°Fue el peor error de mi vida¡±.
Entren¨® fuera, al Galatasaray y al Sporting de Portugal, con el que hizo doblete en la 81-82, su gran ¨¦xito personal. Luego su carrera se ir¨ªa apagando, en equipos cada vez menores, al comp¨¢s que la curiosidad por su vida privada. En 2007, cuando cumpl¨ªa 80 a?os, sus antiguos fan¨¢ticos del Crystal Palace convocaron en su homenaje un Fedora Day (fedora equivale a borsalino) en la visita del Preston North End, en octavos de la Copa. Ocuparon una grada con sus borsalinos, sus puros y su champ¨¢n.
Para entonces ¨¦l ya estaba fuera de todo, por alcoholismo. En 2009 se le diagnostic¨® demencia, en 2010 muri¨®, con 83 a?os, dejando seis hijos de tres mujeres. Camino del cementerio el cortejo pas¨® por Maine Road, donde varios centenares de aficionados le dieron en el ¨²ltimo adi¨®s. Sobre el ata¨²d iba una botella de champ¨¢n en un cubo de hielo adornada con la bufanda azul celeste del City.
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