C¨®mo endereza el Jumbo el camino de Roglic hacia el Tour de Francia

Nada hay m¨¢s previsible y tan seguro como Primoz Roglic en la Vuelta a Espa?a, control absoluto, ataque justo, devastaci¨®n a su alrededor... Tres a?os seguidos. Nada hay m¨¢s vol¨¢til que el mismo Roglic, nieto de mineros, hijo de minero, saltador de esqu¨ª antes que ciclista, en el Tour de Francia, su obsesi¨®n y su dolor. Un Tour, e...

Nada hay m¨¢s previsible y tan seguro como Primoz Roglic en la Vuelta a Espa?a, control absoluto, ataque justo, devastaci¨®n a su alrededor... Tres a?os seguidos. Nada hay m¨¢s vol¨¢til que el mismo Roglic, nieto de mineros, hijo de minero, saltador de esqu¨ª antes que ciclista, en el Tour de Francia, su obsesi¨®n y su dolor. Un Tour, el de 2020, lo perdi¨® en la ¨²ltima contrarreloj ante el genio emergente de Tadej Pogacar despu¨¦s de 19 etapas de control, bonificaciones y encaje del esfuerzo al mil¨ªmetro. En el segundo Tour al que lleg¨® pensando en la victoria, el de 2021, se cay¨® el segundo d¨ªa, anduvo arrastr¨¢ndose una semana, y el d¨ªa del ataque devastador de su compatriota Pogacar de nuevo, fr¨ªo y lluvia en los Alpes, se vio solo r¨¢pidamente, luego rodeado de los sprinters culones, Greipel, Cavendish, y, entre ellos rod¨® sin atreverse siquiera a pararse a orinar, no fuera a quedarse rezagado.

¡°Sigo un camino extra?o, tortuoso¡±, dec¨ªa este invierno en una entrevista en L¡¯?quipe, intentando explicarse su aparente maldici¨®n en Francia, la incapacidad para campe¨®n ol¨ªmpico de contrarreloj de no caerse en las grandes carreras francesas, y solo este a?o, y gracias a la ayuda de su Wout van Aert, ha sido capaz de ganar una, la Par¨ªs-Niza. ¡°Caigo y me levanto. Pero as¨ª es la vida de todo el mundo¡±.

En el Jumbo, su equipo, lo entienden y aceptan, y quieren limitar al m¨ªnimo el peso de las ca¨ªdas y los desv¨ªos y bifurcaciones. Aplican t¨¦cnicas sociales y cient¨ªficas, cursos de desarrollo personal incluidos en las largas concentraciones, de tres semanas cada una, en altura, en Sierra Nevada o en otras monta?as. Sesiones en las que machacan que m¨¢s importante que la victoria es el camino que lleva a ella, y esas cosas, para que la v¨ªa francesa del brillante ciclista esloveno, de 32 a?os, sea lo m¨¢s recta posible, paralela hasta el infinito, como la del tren, en el Tour que tan cerca est¨¢ (comienza el 1 de julio, viernes, en Copenhague). Y as¨ª evoluciona la cabeza del esloveno, uno que siempre dec¨ªa que su mentalidad natural ha sido siempre ¡°la de estar solo, la de no depender nunca de nadie¡±.

Dos meses despu¨¦s de terminar la Itzulia malamente, con un fuerte dolor en el m¨²sculo popl¨ªteo, en la parte posterior de la rodilla, Roglic se ha levantado y, a falta de una etapa para su final, lidera el Crit¨¦rium del Dauphin¨¦, la ¨²ltima carrera antes del Tour, despu¨¦s de la etapa de los colosos Galibier y Croix de Fer que vivi¨® la victoria del espa?ol del Movistar Carlos Verona, magn¨ªfico en la fuga, al mismo tiempo que el martirio de su l¨ªder, Enric Mas, quien muy dolorido tras la ca¨ªda que sufri¨® el jueves, no pudo aguantar el ritmo de los mejores. El mallorqu¨ªn, la gran esperanza espa?ola para el Tour, seguramente no tome la salida de la ¨²ltima etapa, un nuevo festival alpino y vuele a Andorra, donde se concentrar¨¢ con todo el Movistar del Tour.

El laboratorio social son las carreras, el acople entre los tres mejores corredores del equipo, con Roglic, el dan¨¦s Jonas Vingegaard, segundo en el Tour del abandono de Roglic, y el fen¨®meno belga Wout van Aert, el dios del nuevo ciclismo, el mismo que practica Mathieu van der Poel, claro. ¡°La construcci¨®n de un equipo es una tarea muy delicada y hay que mirar siempre m¨¢s all¨¢ de los resultados individuales¡±, es el lema que proclama Merijn Zeeman, el m¨¢nager neerland¨¦s del Jumbo, maestro de la dosificaci¨®n, cocinero del equilibrio. La Dauphin¨¦ es la tercera carrera por etapas de Roglic en 2022. Tan solo 26 d¨ªas de competici¨®n. En la Par¨ªs-Niza que gan¨® tuvo a Van Aert a su lado; en el Pa¨ªs Vasco, a Vingegaard; en la Dauphin¨¦, a los dos. A Van Aert, bueno para todo, le trabajan el esloveno y el dan¨¦s los primeros d¨ªas: dos etapas y el maillot amarillo; a Roglic, le trabajan el belga y el dan¨¦s en los Alpes, y ya est¨¢ de amarillo, y le gusta. Y en la ascensi¨®n a Vaujany, cuando ya Verona es inalcanzable pero Caruso, Gaudu, O¡¯Connor, Haig o Tao siguen pegaditos, acelera Vingegaard a tres kil¨®metros, y remata Roglic a uno.

Todo medido, calculado. Todo perfecto. Todo fruto de la planificaci¨®n, la cabeza y la tecnolog¨ªa. La tendencia es competir menos y entrenar m¨¢s. Los entrenadores hablan de entrenar en altura, de organizar diversos bloques espec¨ªficos durante la temporada para estimular distintas adaptaciones metab¨®licas complicadas de activar y controlar durante la competici¨®n.

El Jumbo, y todos los equipos, utilizan distintas plataformas electr¨®nicas para monitorizar hasta los pensamientos m¨¢s ¨ªntimos de los ciclistas. La TrainingPeaks ha revolucionado el ciclismo. En el momento en el que el ciclista cruza la l¨ªnea de meta, toda la informaci¨®n del miniordenador que lleva en la bici se sube a la nube y, en pocos minutos, el responsable de rendimiento est¨¢ analizando todos los datos: todos los tipos de vatios, frecuencia card¨ªaca, porcentaje de trabajo en cada etapa realizado al umbral, gasto de carbohidratos y de grasas, y calor¨ªas... Sabi¨¦ndolo, se individualiza la dieta de cada uno. Y se deduce cu¨¢nto estr¨¦s fisiol¨®gico y metab¨®lico ha sufrido el corredor y c¨®mo ha respondido. Y con ello, se hace la t¨¢ctica de carrera del d¨ªa siguiente.Y el camino extra?o y tortuoso se endereza, se ilumina, y Roglic vuela.

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