Dressel gana el 50 mariposa en la salida y Popovici bate el r¨¦cord j¨²nior de 200 libre

Una extra?a monoton¨ªa musical impregna el aire del Duna Arena de Budapest. En la gran piscina de la capital de Viktor Orb¨¢n solo se escucha el himno estadounidense, Estandarte Estrellado, en una secuencia apenas rota por incursiones inesperadas o accidentales, como la del italiano Nicolo Martinenghi, que conquist¨® el 100 metros braza porque Adam Peatty se rompi¨® el dedo de un pie. Lo m¨¢s impredecible de la segunda sesi¨®n del Mundial de Nataci¨®n fue la marcha victoriosa del rumano David Popovici, que sorprendi¨® en Tokio con un cuarto puesto y ahora no sorprendi¨® a nadie estableciendo un r¨¦cord j¨²nior que parece empujarle inexorablemente hacia la plusmarca que estableci¨® Paul Biedermann en una remota tarde romana de 2009, embutido cual salchich¨®n en un mono de goma que le sirvi¨® de flotador y de estabilizador el d¨ªa que nad¨® los 200 metros libre en 1m 42,00s Popovici, con solo 17 a?os, se clasific¨® primero para la final con 1m 44,40s.

Si Popovici y Martinenghi representaron lo poco com¨²n, Caeleb Dressel encarn¨® lo irremediablemente normal. Desde que se rasur¨®, se afeit¨® el bigote, se cort¨® la melena a lo marino, y se encasquet¨® el gorro de l¨¢tex antes de doblarse sobre s¨ª mismo en el poyete para salir disparado hacia el centro de la piscina como si lo impulsara el el¨¢stico de una honda gigante, ya ten¨ªa el oro asegurado en los 50 metros mariposa.

El gesto que precede a la entrada al agua, m¨¢s propio de un saltador que de un nadador, concentra tanta potencia y tanta flexibilidad en tan poco tiempo, que no necesit¨® m¨¢s para obtener una ventaja insalvable para los otros siete finalistas del sprint de mariposa. El oro fue suyo desde el primer cent¨ªmetro. En los 9.999 restantes se limit¨® a una defensa del territorio camino del primer t¨ªtulo individual que consigue en los Mundiales de Budapest.

El cron¨®metro no fue deslumbrante para los est¨¢ndares de Dressel pero se convirti¨® en la sexta mejor marca de todos los tiempos: 22,57 segundos. Dos d¨¦cimas m¨¢s lenta que los 22,37s de los Mundiales de 2019, indicio de un declive en la curva del rendimiento o de un cambio de h¨¢bitos en entrenamientos que podr¨ªan ponerle a punto para pruebas m¨¢s largas. Dressel no olvida que el 50 mariposa es, despu¨¦s de todo, una carrera sin categor¨ªa ol¨ªmpica.

¡°Ten¨ªa que clavarlo¡±

¡°Sab¨ªa que ten¨ªa que clavarlo¡±, dijo, consciente de que iba un poco justo. ¡°Si clavaba 18 brazadas sab¨ªa que tendr¨ªa una oportunidad de ganar. Fue justo en 18. Mer qued¨¦ un poco largo en la ¨²ltima, pero no quise apresurarme a dar 19. No fue el mejor plan, pero fue el mejor plan para esta noche. Porque no es una prueba que realmente entrene. Surge del entrenamiento del 100 mariposa. Es complicado porque mi brazada es demasiado larga para 50 metros, pero funciona¡±.

Dressel no tuvo demasiada competencia por m¨¢s que las apariencias dibujaran una l¨ªnea espumosa de brazos simult¨¢neamente dirigidos hacia la pared. La igualdad es un espejismo cuando el cron¨®metro separa al ganador del perseguidor con un mar de 20 cent¨¦simas. Ah¨ª lleg¨® el brasile?o Nicholas dos Santos. El hombre m¨¢s viejo del campeonato, de 42 a?os, se colg¨® el bronce con un tiempo de 22,78s. El polivalente Michael Andrew, cuarto en el podio de 2019, gan¨® el bronce en 22,79s. Dressel coleccion¨® el 15? oro de su trayectoria en Mundiales. Solo se sit¨²a por detr¨¢s de Phelps (26), Lochte (18) y Ledecky (17).

Si se consideran exclusivamente las pruebas individuales en Mundiales, el estadounidense no ha perdido ni una ocasi¨®n de ganar una carrera desde que qued¨® cuarto en la final de 50 mariposa de Budapest, en 2017. De regreso al lugar de su ¨²ltima decepci¨®n, cerr¨® el c¨ªrculo con otro concierto mon¨®tono del Estandarte Estrellado.

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