¡°?Est¨¢bamos hechas unas bestias!¡±
Virginia Ram¨ªrez, que gan¨® el oro de hockey en los Juegos de Barcelona, habla de su experiencia con Sara Barrios, jugadora de la selecci¨®n actual
Sara Barrios escucha a Virginia Ram¨ªrez hablar de los Juegos de Barcelona y reconoce que debe hacer un esfuerzo para ponerse en la piel de las pioneras: ¡°?Me parece todo tan remoto...!¡±.
Hace 30 a?os resultaba impensable que un equipo de mujeres espa?olas pudiera competir por una medalla ol¨ªmpica. Mucho menos hacer lo que hicieron Virginia Ram¨ªrez con Mariv¨ª Gonz¨¢lez, Natalia Dorado, Mari Carmen Barea, Silvia Manrique, Teresa Motos, Mar¨ªa ?ngeles Rodr¨ªguez, Sonia Barrio, Celia Cores, Eli Margall, Nagore Gabellanes, Maider Teller¨ªa, Mercedes Coghen, N¨²ria Oliv¨¦, Anna Maiques y Maribel Mart¨ªnez, integrantes del equipo de hockey que gan¨® la final del campeonato ol¨ªmpico.
Fue el primer oro femenino espa?ol de la historia de los deportes de equipo. Una haza?a que las sucesivas selecciones de hockey hierba ¡ªen ambas categor¨ªas¡ª no lograron repetir.
¡°El pr¨®ximo reto del hockey femenino tiene que ser conseguir otra medalla ol¨ªmpica¡±, dice Virginia Ram¨ªrez, con un timbre de impaciencia en la voz.
La madrile?a, de 58 a?os, veterana de la expedici¨®n que conquist¨® el oro fundacional, no duda en plantear el desaf¨ªo a su sucesora, madrile?a de 22 a?os e integrante del equipo nacional que prepara los Juegos de Par¨ªs 24.
Ambas se reunieron el martes pasado para charlar sobre su deporte cuando se cumple el aniversario de los Juegos de Barcelona que lo cambiaron todo.
¡°Tenemos el ejemplo del 92¡å, dice Sara, como quien repasa el manual de Historia. ¡°?Pero no porque ellas lo hayan conseguido significa que sea m¨¢s f¨¢cil para nosotras! Nuestro objetivo es meternos en semifinales y luchar por el top tres en los Juegos de Par¨ªs¡±.
La jugadora del Club de Campo, que estudia Medicina y est¨¢ a punto de comenzar sus vacaciones despu¨¦s de disputar el Mundial de Terrassa, observa a su interlocutora con una mezcla de admiraci¨®n y extra?eza. Virginia recita la Il¨ªada.
Barcelona marc¨® un antes y un despu¨¦s en el deporte y en el deporte femenino en particular. En 1992 la sociedad y el deporte eran tremendamente machistasVirginia Ram¨ªrez
¡°Barcelona marc¨® un antes y un despu¨¦s en el deporte y en el deporte femenino en particular¡±, dice. ¡°Se vio clar¨ªsimo que cuando se invierte se consiguen resultados. Surgi¨® el plan ADO, se dot¨® de dinero a los equipos, y se obtuvo el mejor resultado de medallas que ha tenido Espa?a en toda su historia. Nosotras fuimos un equipo totalmente innovador. Hac¨ªamos cosas que no se hac¨ªan en esa ¨¦poca, como tener un psic¨®logo deportivo. Nosotras ten¨ªamos uno full time. Viajaba con el equipo. Entonces era impensable que un equipo ol¨ªmpico espa?ol tuviera un psic¨®logo 24 horas al d¨ªa¡±.
No es causal que el primer deporte de equipo en el que las mujeres tuvieron un papel destacado fuera el hockey. El juego del stick siempre fue rompedor. En 1992 como en 2022. ¡°Nosotras, para preparar el reciente Mundial de Terrassa este a?o, hicimos un estudio del sue?o para optimizar el descanso. Examinaron c¨®mo dorm¨ªamos cada una y luego nos repartieron dos gafas. Unas con luz, que te pones para despertarte dependiendo de si eres vespertina o matutina; y otras con filtro para ayudarte a conciliar el sue?o. Te las pones un rato, te las quitas y duermes. Si, por ejemplo, jug¨¢bamos a las 21.00, a las 17.00 nos pon¨ªamos las gafas para activarnos¡±.
Virginia se admira ante las aplicaciones tecnol¨®gicas pero recuerda que sin el factor humano el hockey femenino no habr¨ªa avanzado. ¡°El hockey¡±, dice, ¡°fue pionero en el desarrollo de una selecci¨®n femenina fundamentalmente gracias a Jos¨¦ Brasa, el seleccionador, que nos convenci¨®¡±.
¡°Antes de Barcelona 92 nosotras ¨¦ramos muy malas¡±, recuerda Virginia; ¡°deb¨ªamos ser las 12 ¨® 13 del ranking, y Jos¨¦ nos convenci¨® de que pod¨ªamos hacer algo grande. Vino del hockey masculino y en el primer partido, que jugamos contra Holanda ¡ªque normalmente nos ganaban 7-0¡ª ¨¦l plante¨® todo como si fu¨¦ramos a ganar. Todas dec¨ªamos: ¡°Pero, ?y este hombre? ?No tiene ni idea de hockey femenino? ?Pero si las holandesas nos dan una paliza de toda la vida!¡±. Y ganamos. Ganamos por primera vez a Holanda. Brasa nos convenci¨® de que con mucho trabajo, dedicaci¨®n y esfuerzo pod¨ªamos meternos en semifinales. Nos convirti¨® en deportistas de alto nivel. No lo ¨¦ramos. En 1986 pasamos de concentrarnos en verano a entrenar todos los d¨ªas. Aprendimos a gestionar la alimentaci¨®n, el sue?o, el descanso¡¡±
Los Juegos de Barcelona, insiste Virginia, abrieron una v¨ªa in¨¦dita hacia la igualdad. ¡°En 1992 la sociedad y el deporte eran tremendamente machistas¡±, subraya. ¡°Las federaciones no trataban igual a sus equipos masculinos que femeninos. La mayor parte del presupuesto iba para los chicos y a las chicas les ca¨ªan las migajitas. Nuestra generaci¨®n debi¨® esforzarse m¨¢s. En 1992 no hab¨ªa ni 400 fichas femeninas y ahora hay varios miles¡±.
¡°Yo siento que se busca mucho la igualdad¡±, dice Sara. ¡°No es una situaci¨®n 50-50. Pero ves hacia atr¨¢s y te das cuenta de que en el 92 hab¨ªa much¨ªsima diferencia entre hombres y mujeres. Ahora no hay igualdad. Lo ves en el f¨²tbol, que es el deporte m¨¢s visible. Pero hay un boom del deporte femenino. Tenemos muchos patrocinadores. Cunde la idea de que representamos a todas las mujeres de Espa?a¡±.
El hockey es un deporte muy t¨¦cnico. El peso de la t¨¦cnica hace que las mujeres nos podamos equiparar m¨¢s a los hombres que en el f¨²tbol o el baloncestoSara Barrios
Al margen de factores sociales, Sara apunta una hip¨®tesis para explicar por qu¨¦ el hockey femenino no difiere tanto del masculino, como sucede en otros juegos de equipo. El palo, dice, constituye un elemento igualador. ¡°Gracias al stick, el hockey es un deporte m¨¢s t¨¦cnico¡±, apunta. ¡°El peso de la t¨¦cnica hace que las mujeres nos podamos equiparar m¨¢s a los hombres. En el f¨²tbol o el baloncesto el f¨ªsico es m¨¢s determinante. Se ve en el desarrollo del f¨²tbol femenino en pa¨ªses como Suecia o Alemania. En el hockey no es solo el f¨ªsico. Hay que tener much¨ªsima t¨¦cnica¡±.
Virginia est¨¢ de acuerdo: ¡°El hockey es un deporte t¨¦cnicamente muy complicado porque no solo tienes que manejar algo que es ajeno a tu cuerpo, como la bola, sino que debes hacerlo con algo que tambi¨¦n es ajeno a tu cuerpo, como es el palo¡±.
La Espa?a de 1992 se parece poco a la Espa?a de 2022, del mismo modo que el hockey contempor¨¢neo ha experimentado una transformaci¨®n notable. ¡°El mayor cambio es t¨¦cnico¡±, dice Virginia, que confiesa su fascinaci¨®n a Sara. ¡°T¨¦cnicamente vosotras sois mucho mejores que nosotras. ?Sin duda! Yo ahora las veo y digo: ¡®?Qu¨¦ bien juegan, qu¨¦ bonito lo hacen!¡¯. Nosotras f¨ªsicamente ¨¦ramos buen¨ªsimas. Est¨¢bamos hechas unas bestias. No ¨¦ramos el mejor equipo pero f¨ªsicamente ¨¦ramos muy buenas y mentalmente est¨¢bamos muy centradas en cada pasito. ?Y adem¨¢s tuvimos suerte!¡±.
¡±Antes hab¨ªa fuera de juego, obstrucciones, el juego se cortaba continuamente...¡±, dice la medallista. ¡°Ahora se hacen menos faltas y los jugadores tienen m¨¢s manejo del palo y de la bola. Se hacen cosas como los golpeos con arrastre o los golpeos de rev¨¦s arrastrando, ?o los l¨¢tigos! Cosas que antes nadie hac¨ªa¡±.
Los jugadores inventan y los inventos entran por los ojos y se contagian de palo en palo. Sara sabe lo que es darle de rev¨¦s porque lo aprendi¨® mirando a otros chicos y chicas. ¡°Desde muy peque?itas, con mi hermana Laura ve¨ªamos partidos en el Club de Campo y luego repet¨ªamos los gestos¡±, dice. ¡°Yo era muy mani¨¢tica. Aprend¨ª a golpear de rev¨¦s con mi hermana. Solas. Practic¨¢bamos hasta que sal¨ªa¡±.
Sara coge un palo con ambas manos y hace una demostraci¨®n para la maestra. ¡°Hay que girar las manos para girar la empu?adura¡±, dice, ¡°porque por el lado curvo del palo no puedes darle a la bola¡±.
Han pasado 30 a?os y Virginia disfruta de la exhibici¨®n. El oro no fue en balde.
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