Los penalti-c¨®rners de Australia condenan a Espa?a en el Mundial de hockey hierba

Ya no se escuchar¨¢ m¨¢s la canci¨®n de Mi gran noche, de Raphael, por la megafon¨ªa del estadio tras los goles de Espa?a. Tampoco la versi¨®n maquinera que adopt¨® el vestuario y que cada d¨ªa bailaban varias veces. Xantal no seguir¨¢ poniendo su m¨²sica en el camerino a pesar de que las compa?eras la increparan cari?osamente, gresca a la que entraba con gusto junto con Mel para acabar todas de risas. Gigi Oliva y Mar¨ªa L¨®pez, las capitanas, dejar¨¢n de dar sus consejos, de mantener el orden y de aleccionar a las j¨®venes, que son muchas tras el relevo generacional que se ha dado en el equipo. Nada seguir¨¢ porque Australia, la tercera en el ranking, ape¨® a las RedSticks del Mundial con dos goles de penalti-c¨®rner.

La juventud, precisamente, pareci¨® jugarle en contra a Espa?a de inicio, equipo que titubeaba en pase sencillos, que prefiri¨® arroparse antes que intentar jugar en campo contrario como le exige su libro de estilo. Jauja para Australia, que presionaba bien arriba y arrinconaba al rival, siempre con una sonrisa en la cara porque a los dos minutos festej¨® un penalti-c¨®rner. Por algo era, pues Renee Taylor solt¨® un latigazo que se col¨® por el centro de la porter¨ªa y que no pudo parar Mel por la mara?a de jugadoras que ten¨ªa delante.

Bofetada para Espa?a, que se recompuso con contragolpes, con pases verticales que por poco no valen un gol. Como ese que Clara Ycart la sac¨® desde la ra¨ªz para Beatriz P¨¦rez, trampol¨ªn que llev¨® a un mano a mano de Laura Barrios ante la portera Bartram, gigante para reducir espacios en su salida. Tambi¨¦n disfrut¨® de dos penalti-c¨®rners Espa?a, lanzamientos de Xantal que Bartram escupi¨® con paradas para los flashes.

Sin goles que festejar, se acumulaban los problemas para Espa?a, pues Luc¨ªa Jim¨¦nez y Candela Mej¨ªas recibieron dos pelotazos (la primera en la mu?eca y la segunda en el tobillo) al tiempo que una tarjeta verde de Bego?a Garc¨ªa dejaba en inferioridad a las RedSticks por dos minutos a la vez que la infractora se tiraba las manos a la cara al sentarse en el banquillo de castigo como si quisiera reprimir las l¨¢grimas, se?al de nerviosismo y biso?ez. Lo contrario que le suced¨ªa a la f¨ªsica Australia, tan sensacional con su entramado defensivo -solo le han metido un gol en el torneo- como sobria moviendo la bola para pisar ¨¢rea e, incluso, para asustar con un remate en plancha de Greiner que Mel desbarat¨® a tiempo. Cloroformo del bueno para el juego espa?ol antes de llegar al entreacto.

No comenz¨® demasiado bien el segundo tiempo para Espa?a, que se tuvo que refugiar en su campo porque Xantal fue expulsada cinco minutos (tarjeta amarilla) por un forcejeo. Aunque no se sacudi¨® la presi¨®n rival ni cuando se igualaron las fuerzas, pues Australia prosigui¨® con su presi¨®n asfixiante, con un juego veloz que se impulsaba en las bandas para finalizar por dentro. As¨ª consigui¨® un nuevo penalti-c¨®rner y un nuevo gol de Renee Taylor. Hachazo que tampoco desanim¨® a Espa?a en el ¨²ltimo cuarto, orgullosa y sabedora de que se le escapaba el torneo, tambi¨¦n la lucha por las medallas. Consigui¨® un penalti-c¨®rner y lo ejecut¨® mal para certificar que pronto dejar¨¢n el Hotel C¨¢ndido de Terrassa, donde se repet¨ªan las onomatopeyas de las m¨¢s j¨®venes para desternillarse todas, donde se compart¨ªan confidencias en las habitaciones de las veteranas, donde se daban partidas de ping-pong y futbol¨ªn, y hasta al FIFA y al F¨®rmula 1 en la PlayStation. Espa?a queda fuera del Mundial, pero tiene equipo para el futuro.

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