El d¨ªa que Salman Rushdie descubri¨® el f¨²tbol
En ¡®P¨¢sate de la raya¡¯, el novelista cuenta una de las grandes revelaciones de su vida, el f¨²tbol, y el origen de su pasi¨®n por el club de su vida, el Tottenham
Al poco de llegar a Londres, en invierno de 1961, el padre de Salman Rushdie le pregunt¨® a su hijo si quer¨ªa ir a ver por primera vez un partido de f¨²tbol. El chico, de 13 a?os, que en Bombay solo hab¨ªa visto cr¨ªquet y hockey sobre hierba, se encogi¨® de hombros. ?Por qu¨¦ no? Ese partido fue un amistoso que jugaban el Arsenal y el Real Madrid. La historia es muy tierna y la cuenta Rushdie en un volumen, P¨¢sate de la raya, que public¨® Plaza&Jan¨¦s en 2003, acerca de una de las grandes revelaciones de su vida, el f¨²tbol, y el origen de su pasi¨®n por el club de su vida, el Tottenham. En aquel amistoso, el Madrid (¡°no sab¨ªa que los visitantes eran el mejor equipo visto nunca¡±) apaliz¨® al Arsenal 0-3 hasta que retir¨® a su once titular, entre ellos Gento, Di St¨¦fano y Puskas, para dar paso a los reservas; el Arsenal mantuvo el once para empatar a tres.
Al regresar al hotel en el que estaban instalados, el padre de Salman Rushdie pregunt¨® a su hijo qu¨¦ le hab¨ªa parecido su primer partido. ¡°El equipo ingl¨¦s no me ha parecido gran cosa, pero me ha gustado el espa?ol. ?Puedes averiguar si hay alg¨²n equipo ingl¨¦s que juegue como el Real Madrid?¡±. Su padre respondi¨® esta frase maravillosa: ¡°Preguntar¨¦ en recepci¨®n¡±. Rushdie, a?os despu¨¦s, se arrepentir¨ªa de la ingenuidad de su pregunta, ¡°como si en el apogeo a¨¦reo de Michael Jordan, hubiera preguntado: ¡®?Puedes averiguar si hay alg¨²n equipo que juegue como los Bulls?¡±, pero el caso es que la pregunta en recepci¨®n tuvo efecto: se mand¨® al chico a ver al Tottenham. Y Rushdie se enamor¨®. Del juego, de los c¨¢nticos de la afici¨®n, de la rivalidad con el Arsenal (¡°Poor old Arsenal lies a-mouldering in the grave / while the Spurs go marching on! on! on!¡±).
En esas p¨¢ginas autobiogr¨¢ficas, Rushdie cuenta que llev¨® un d¨ªa a Vargas Llosa al f¨²tbol (a White Hart Lane, el estadio de los Spurs) y el Nobel se qued¨® asombrado porque el ¡°One team in Europe! There¡¯s only one team in Europe!¡± se cantaba al ritmo de Guantanamera, en un partido precisamente en el que jugaba por el Everton un lateral derecho llamado Gary Stevens, y en el Tottenham un lateral derecho llamado Gary Stevens, y los dos se alternaban el lateral derecho de la selecci¨®n de Inglaterra, as¨ª que la afici¨®n, tambi¨¦n al ritmo de Guantanamera, cantaba: ¡°Two Gary Stevens! There¡¯s only two Gary Stevens!¡±.
P¨¢sate de la raya es un libro con un sensible sentido del humor (se incluyen varios discursos de Rushdie), y esas p¨¢ginas dedicadas al f¨²tbol son adem¨¢s singularmente delicadas, hechas con la fibra nerviosa de la pasi¨®n. Es excepcional, por ejemplo, el perfil que hace de David Ginola, estrella noventera de los Spurs, as¨ª como varias cr¨®nicas que escribe de los partidos.
En uno de los discursos que da en Estados Unidos, Salman Rushdie desvela que, al visitar el pa¨ªs con su nuevo libro, un ayudante del presidente Bush le anunci¨® que ning¨²n miembro del Gobierno le recibir¨ªa porque, a fin de cuentas, solo era un autor en gira de promoci¨®n. ¡°?Un autor en gira de promoci¨®n!¡±, exclam¨®: ¡°Lo ¨²nico que siempre quise ser¡±. Sobre ¨¦l pesaba ya, desde hac¨ªa muchos a?os, la amenaza de muerte que ha estado a punto de hacerse realidad en Nueva York. A este fan¨¢tico de los Spurs, que supo encontrar en el f¨²tbol la v¨ªa para canalizar sus pasiones, se le ha cruzado durante media vida el fanatismo islamista que tiene, para m¨¢s castigo, adheridas las m¨¢s vergonzantes condenas (¡°todo fanatismo, todas las religiones¡±) y los m¨¢s humillantes silencios.
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