Fe, esperanza y...
Cuando vi a Luis Enrique pedirle a Unai que sacara a la defensa hacia arriba y enviara el bal¨®n largo entend¨ª que hay soluciones que resisten perfectamente el paso del tiempo y el impacto de las nuevas tecnolog¨ªas
Vale, se lo confieso, ya hay confianza entre nosotros y les puedo decir que el pasado martes, all¨¢ por el minuto 85 del Portugal-Espa?a ten¨ªa decidido apagar la tele y olvidarme del partido, de la Nations League y de todas sus derivadas. Pensaba que este tipo de partidos, cerrados, espesos, densos a m¨¢s no poder suelen ser t¨ªpicos del inicio del Mundial y que la experiencia podr¨ªa ser positiva, como aprendizaje, para la cita de Qatar. A eso hab¨ªa que sumarle, desde mi vertiente de portero, que algo me dec¨ªa que el excelente partido de Unai Sim¨®n le iba a servir para llegar a la cita mundialista lleno de confianza, como si el Mundial empezara la semana que viene, como si no le quedaran situaciones complejas a¨²n por resolver en sus partidos con el Athletic. Es esa vertiente de mi cerebro que sigue actuando como director deportivo y que sigue buscando, siempre, al menos un elemento positivo en medio de la mayor debacle.
Entre mis pensamientos, y que hab¨ªa perdido de vista el mando de la tele, le di tiempo a que la pelota cayera a los pies de Carvajal, su centro y lo dem¨¢s seguro que lo han visto repetido, toque de cabeza de Nico Williams, gol de Morata y Espa?a clasificada.
Ah¨ª, justo ah¨ª, entr¨¦ en crisis porque en mi teor¨ªa, ya compartida, ya explicada, de ¡°a partido visto, mala suerte aportada¡±, ese gol casi milagroso que, siendo honestos, no deber¨ªa haber visto en directo, me llev¨® a la duda de si seguir apagando la tele (lo que mi mente responsable me ped¨ªa) o lanzarme al desenfreno de cinco minutos de descuento loco, irresponsable, arriesgado por mi parte siguiendo el partido hasta el pitido final. Creo que porque no acabo de creerme que esta es una competici¨®n oficial, pero ah¨ª estuve, pegado a la tele, defendiendo ese gol sin importarme en ese momento si la salida del bal¨®n era ordenada o si le peg¨¢bamos para arriba y que Morata se buscara la vida. Cuando vi a Luis Enrique pedirle a Unai que sacara a la defensa hacia arriba y enviara el bal¨®n largo, alto, lejos de su porter¨ªa, entend¨ª que hay soluciones que resisten perfectamente el paso del tiempo y el impacto de las nuevas tecnolog¨ªas.
Cuando est¨¢bamos en aquel f¨²tbol en el que hab¨ªa partidos amistosos de selecciones, aquellos en los que los seleccionadores trabajaban con nuevos jugadores, rotaban sus equipos, probaban nuevos sistemas, siempre bajo el lema de ¡°no pasa nada que es un partido amistoso y mejor perder hoy que en el Mundial¡±, en aquel f¨²tbol un empate en Portugal contra una selecci¨®n llena de talento hubiera sido un resultado correcto, hasta dir¨ªa que el resultado ser¨ªa lo de menos y lo importante hubiera sido si los nuevos jugadores se hab¨ªan adaptado bien al equipo y sus interioridades. Pero eso ya es historia en el f¨²tbol de selecciones y a este equipo espa?ol le espera el Mundial, el sorteo de la Eurocopa y la fase final de esta Nations League que acaba de cerrar su primera fase.
Si adem¨¢s le a?adimos que anda Espa?a inmersa en plena transici¨®n de sus tiempos m¨¢s gloriosos en el f¨²tbol de equipos nacionales, que el grupo est¨¢ lleno de j¨®venes que por DNI podr¨ªan estar jugando en la Sub 21 y que las pruebas se hacen siempre con nitroglicerina, yo dir¨ªa, ll¨¢menme iluso, que la cosa no est¨¢ tan mal, que Espa?a tiene pinta de equipo con el que nadie se va a querer cruzar y que los j¨®venes son dignos de toda confianza.
Ahora solo me queda resolver el asunto de ver o no los partidos, pero eso, tal y como anda el patio futbolero, es un asunto muy menor¡ menos para m¨ª, claro.
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