Vicky L¨®pez conquista el mundo

Espa?a gan¨® el domingo el Mundial Sub-17 femenino en India y a su jugadora n¨²mero nueve le dieron el MVP del torneo. La m¨¢s valiosa. Se llama Vicky L¨®pez, tiene 16 a?os, es madrile?a, hija de un espa?ol y de una nigeriana, y hace ya tiempo que en el mundillo del f¨²tbol base femenino corr¨ªa el runr¨²n de que lo suyo no era normal.

En oto?o de 2019, este peri¨®dico quer¨ªa contar la historia de una ni?a que jugase al f¨²tbol, supo de ella y la sigui¨® durante muchos partidos, acompa?ando a su padre en gradas por lo general tristonas y vac¨ªas. Lo primero que se la vio hacer, a los pocos minutos de empezar un partido contra un equipo de ni?os, fue un gol ol¨ªmpico, directo desde el c¨®rner. Luego vendr¨ªan decenas de goles, a menudo golazos, cientos de regates, muchos asombrosos, y la opini¨®n compartida entre los conocedores de que era una chica con un enorme potencial que, poniendo la prudencia por delante, habr¨¢ que ver c¨®mo evoluciona. Pero entre sus admiradores no hubo otro tan ferviente e imprudente como quien llevaba la cantera del Rayo Vallecano, Jorge C¨¢mara. ¡°Es sobrenatural¡±, dijo. Mucho despu¨¦s, este diario lo contact¨® para ver si quer¨ªa moderarse un poco con la calificaci¨®n. ¡°No¡±, respondi¨®. ¡°Sobrenatural¡±.

La palabra sigue resultando desmedida, pero ciertamente la evoluci¨®n de Vicky ¡ªel nombre de pila a secas que lleva en su camiseta¡ª ha sido muy positiva. En verano la fich¨® uno de los clubes de f¨²tbol m¨¢s poderosos del mundo, el Barcelona, y ya ha debutado en la liga con el primer equipo. Comparte vestuario con dos de las mejores del mundo, Alexia Putellas y la inglesa Lucy Bronze, una lateral descomunal que dec¨ªa de ella hace unos d¨ªas a Mundo Deportivo: ¡°Es peque?ita pero con mucha calidad. Ser¨¢ una de las mejores del mundo¡±.

Ya lo es oficialmente entre las sub-17. Aunque la noche en la que fue galardonada y su selecci¨®n se llev¨® el mundial no fue su mejor noche. Vencieron por un tanto a Colombia, cuya delantera Linda Caicedo es otra estrella en ciernes. A Vicky le hicieron un marcaje pegajoso y durante la mayor parte del encuentro le cost¨® fluir, aunque se faj¨® en el centro del campo y con un par de regates levant¨® un oh de admiraci¨®n en el estadio de Bombay. En el ¨²ltimo tramo del partido el seleccionador, Kenio Gonzalo, la hizo subir a la punta. Se activ¨® y pudo marcar dentro del ¨¢rea en un zurdazo tras un amague que se fue cerca de la cruceta.

Jes¨²s L¨®pez-Serrano es feliz cuando ve jugar lindo a su hija. Hombre fortach¨®n, parco e introvertido, tiene a la vez un car¨¢cter rom¨¢ntico. Es un padre que quiere que su hija gane, pero solo sonr¨ªe de verdad a gusto si ha ganado y lo ha hecho bonito. Lo de Colombia, pese a que ganaron el mundial y ella fue MVP del campeonato, le dej¨® un ligero regusto agridulce. Desde su piso de Madrid felicit¨® a su hija por chat y ¡ª¡±ojo, vaya por delante la alegr¨ªa¡±, subraya por tel¨¦fono¡ª le coment¨® que no se hab¨ªa divertido tanto como otras veces. Ella lo entendi¨® porque tambi¨¦n hubiera querido estar mejor. Eso no quita que Vicky sonriera tan de verdad cuando recogi¨® el reconocimiento individual de la FIFA, que no tuvo en cuenta solo su correcta final sino c¨®mo lider¨® a la selecci¨®n durante el torneo; en cuartos de final Espa?a estaba casi eliminada por Jap¨®n, por delante con un chut fabuloso de la exquisita Momoko Tanikawa, y le dio la vuelta con dos goles de su capitana Vicky L¨®pez, el segundo regateando a la vez en un palmo a dos defensas y enseguida como un rayo batiendo a la portera, ?minuto 92!

La noche de la victoria mundialista, en su Instagram colg¨® su foto con el premio a mejor jugadora. Escribi¨® ¡°Por ti¡± y puso el emoji de una madre con su ni?a y el de un coraz¨®n vendado. Su madre se llamaba Joy Felix. Era una inmigrante nigeriana que hab¨ªa formado en el barrio de Vallecas una familia con Jes¨²s y los tres hijos que tuvieron juntos, hab¨ªa tenido una empresa de importaci¨®n de cabello, la hab¨ªa cerrado con el crash de 2008 y se hab¨ªa puesto a estudiar Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas. ¡°Una mujer muy especial¡±, dice ¨¦l. Muri¨® de c¨¢ncer en 2018. Ten¨ªa 43 a?os. Su hija Vicky ten¨ªa solo 11. La enfermedad y la p¨¦rdida de su madre fueron un golpe descomunal. La familia y el f¨²tbol fueron el refugio de la ni?a. Y el v¨ªnculo con su madre permanece en ella, poderos¨ªsimo. Aunque nunca ha estado en Nigeria, tiene un amor plat¨®nico por el pa¨ªs de Joy. Entrevist¨¢ndola hace dos a?os, cuando a¨²n era una ni?a que llevaba pantuflas de cocodrilo ¡ªtodav¨ªa no una profesional adolescente que participa en actos de Adidas, su marca¡ª dec¨ªa medio en broma que le hac¨ªa m¨¢s ilusi¨®n jugar con la selecci¨®n nigeriana que con la espa?ola. Tambi¨¦n es cierto que estaba su padre al lado y lo hac¨ªa por chinchar. M¨¢s all¨¢ de eso: cuando dec¨ªa Nigeria, dec¨ªa mam¨¢.

Era un tiempo ¡ªhace poco, pero un par de a?os es un mundo a esas edades¡ª en que no sab¨ªa si fichar¨ªa pronto por un equipo grande, ni parec¨ªa importarle, y cuando por suponer se le preguntaba c¨®mo cre¨ªa que era Barcelona dec¨ªa: ¡°Como Madrid, pero un poquito m¨¢s grande¡­ o, no s¨¦, igual que Madrid¡±. Y si le pregunt¨¢bamos si conoc¨ªa algo en concreto de Barcelona dec¨ªa lo primero que Castelldefels, porque un primo viv¨ªa all¨ª, y luego la Masia y la Sagrada Familia, que no ten¨ªa claro, con raz¨®n, si era ¡°una escultura o una arquitectura¡±.

Victoria L¨®pez-Serrano Felix empez¨® a jugar con su hermano mayor Jes¨²s en los soportales de su antiguo edificio de Vallecas. Los otros ni?os no se pod¨ªan creer c¨®mo una renacuaja de cinco o seis a?os le pegaba as¨ª a la pelota y corr¨ªa tanto. Tanto corr¨ªa que tres o cuatro a?os despu¨¦s, en una carrera popular mixta, en un recinto deportivo, ya hab¨ªa doblado a todos los ni?os y ni?as y el comentarista de la carrera exclam¨®: ¡°C¨®mo corre el ni?o¡­¡±. Su padre, que estaba all¨ª, no se tom¨® la molestia de ir a corregirlo. Era Ferm¨ªn Cacho.

En esa ¨¦poca, una futbolista la vio jugar en una playa de Benidorm y comprendi¨® que en su veraneo se hab¨ªa encontrado sobre la arena una min¨²scula estrella. Alba Mellado, hoy en el Levante Las Planas de primera, era entrenadora de la cantera del Madrid Club de F¨²tbol Femenino, un equipo de barrio. La fich¨® y desde Benjamines a Juvenil, seis a?os, la fue puliendo, igual que a otras jugadoras de esta selecci¨®n campeona que siguen en el Madrid CFF, como Cristina Libr¨¢n, una de las mejores medios de su generaci¨®n a nivel mundial, la central Sandra Villafa?e, MVP de la final, o la medio centro titular Marina Rivas. El lunes, Mellado se sent¨ªa contenta por ellas. De Vicky dijo lo que nos ha dicho siempre: ¡°No tiene l¨ªmite, lo ¨²nico que hace falta, ahora m¨¢s que nunca, es cuidarla de la presi¨®n e ir poco a poco¡±.

Alba Mellado fue quien nos hizo saber de ella cuando busc¨¢bamos a una ni?a sobre la que escribir. Una tarde, despu¨¦s de entrenar a unas chiquillas, se sent¨® a charlar con la mirada entre p¨ªcara y reservada de quien ve a un for¨¢neo acercarse con efusividad al terreno de uno; en su caso el f¨²tbol femenino, siempre ignorado. Entonces, lleg¨® la pregunta: ¡°Bien, entonces cu¨¢l¡­¡±. Ella dio un trago de coca-cola y dijo: ¡°Vicky L¨®pez¡±.

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