El ¡®entorno Piqu¨¦¡¯ tiene en vilo al Bar?a
La condici¨®n de exjugador, empresario y posible aspirante a la presidencia le convierten en un caso especial para el club
Aumenta el entorno del Bar?a con notables como Piqu¨¦ en un momento en que el presidente Laporta ha decidido llevar el club como una ¡°empresa familiar¡± y Xavi explica que el equipo es ¡°una familia¡±, mucha franqueza para afrontar una situaci¨®n cr¨ªtica que exige profesionalidad y la mayor unidad cuando se prepara la mudanza a Montju?c para la pr¨®xima temporada a fin de actualizar el Camp Nou. El Bar?a necesita masa cr¨ªtica adem¨¢s de lealtad para dar con un diagn¨®stico inequ¨ªvoco que permita corregir el rumbo de la instituci¨®n y del equipo tras la salida de figuras como Piqu¨¦.
Todav¨ªa no se sabe el efecto de su adi¨®s sobre el Bar?a. El central ha anunciado que volver¨¢ mientras Laporta intenta que regrese Messi. No es precisamente una situaci¨®n comparable porque se sabe que Piqu¨¦ anunci¨® en su d¨ªa que le gustar¨ªa ser presidente del Barcelona. Al rosarino en cambio todav¨ªa le queda un tiempo como futbolista antes de ser entrenador, director deportivo o el cargo que pida si finalmente reaparece por el Camp Nou. Un plan relativamente parecido al de Iniesta. El futuro inmediato de Busquets, mientras, est¨¢ en Miami y se desconocen las intenciones de Puyol.
Los jugadores m¨¢s emblem¨¢ticos de aquel equipo campe¨®n con Guardiola se han dispersado mientras el t¨¦cnico concentra el inter¨¦s de la Premier a partir del f¨²tbol del City despu¨¦s de dejar huella en la Bundesliga con el Bayern. No parece que Guardiola tenga intenci¨®n de volver de momento al Bar?a. Tampoco se ha mostrado distante sino que mantiene incluso una buena relaci¨®n con Laporta y Xavi. Afirm¨® ¨²nicamente que el proyecto barcelonista necesita tiempo y paciencia m¨¢s que la urgencia de los t¨ªtulos que se piden desde el palco y el banquillo del Camp Nou.
No hay toxicidad de momento en un entorno azulgrana cada vez m¨¢s amplio y noble sino que se impone una cierta mesura a pesar de que algunos de sus miembros se sientan dolidos por el trato que han recibido del club como ha sido el caso tambi¨¦n de Koeman. El sacrificio del neerland¨¦s se acab¨® por asumir como natural por causas deportivas propias de cualquier club que necesita resultados de la misma manera que el despido de Messi se justific¨® por cuestiones financieras atribuidas a la mala gesti¨®n de la directiva presidida por Bartomeu.
La situaci¨®n es muy distinta con Piqu¨¦. El jugador est¨¢ igual de dolido con Laporta que con el director de f¨²tbol, Mateu Alemany, as¨ª como con el t¨¦cnico, Xavi. Los tres tienen argumentos econ¨®micos y tambi¨¦n deportivos para defenderse, sobre todo desde que el central evidenci¨® que ya no pod¨ªa competir al m¨¢ximo nivel, dolorido por las lesiones y retratado en el partido contra el Inter. Xavi encontr¨® un motivo objetivable para argumentar su decisi¨®n de relegar al jugador al banquillo y ya tiene adem¨¢s al futbolista que simboliza el cambio imprescindible para que se visualice cualquier revoluci¨®n futbol¨ªstica: Piqu¨¦.
La habilidad del jugador ha sido precisamente la de convertir una dura decisi¨®n deportiva, abonada por una situaci¨®n personal y profesional delicada, en un acto de homenaje por su brillante carrera futbol¨ªstica en el Barcelona y su curr¨ªculum de hombre de negocios moderno que nada tiene que ver con el jugador cl¨¢sico. El m¨¦rito es mayor si se tiene en cuenta que grab¨® el v¨ªdeo de su despedida en el Camp Nou sin que nadie del club se enterara de que era para dejar el Bar?a.
¡°Volver¨¦¡±
Piqu¨¦ no solo ha sido un futbolista sino que naci¨® para ser jugador del Barcelona. Nadie duda de su condici¨®n genuinamente cul¨¦ y con su actitud ha obligado a recordar que una cosa es el club y otra la directiva, diferencia que ha interiorizado como miembro de la plantilla y tambi¨¦n como empresario, especialmente cuando ayud¨® a capitalizar a la entidad en los tiempos de Bartomeu. Piqu¨¦ nunca ser¨¢ solo un exfutbolista sino que se convertir¨¢ en un empresario del deporte que no aspirar¨¢ necesariamente a un cargo directivo ni t¨¦cnico sino que su intenci¨®n puede ser presidir el Bar?a.
No es una posibilidad a corto plazo despu¨¦s de que Laporta fuera elegido en 2021. No se discute su mandato sino que se escrutan en silencio sus decisiones desde que prescindi¨® del director general Ferran Reverter e hipotec¨® parcialmente al club para empezar un carrusel de fichajes que culmin¨® con Lewandowski. La situaci¨®n del club es tan delicada que a diario se discute sobre su modelo de propiedad y gobernanza por m¨¢s que el presidente asegure que el Bar?a nunca ser¨¢ una sociedad an¨®nima. Los grupos inversores, sin embargo, rondan a la entidad, sobrepasada por la deuda y la masa salarial, pendiente de financiar el Espai Bar?a.
El desaf¨ªo es may¨²sculo para Laporta y la responsabilidad es m¨¢xima para Piqu¨¦. El mensaje de ¡°volver¨¦¡± admite distintas lecturas, tantas que de momento no se sabe c¨®mo actuar¨¢ el entorno Piqu¨¦. Un acto institucional a celebrar pr¨®ximamente podr¨ªa ayudar a aglutinar el Bar?a.
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