La demencia, un problema tab¨² en el f¨²tbol
Fidel Uriarte y Txetxu Rojo, dos leyendas del Athletic, fallecieron afectados por enfermedades neurodegenerativas, demasiado comunes como para soterrar su importancia
Fidel Uriarte y Txetxu Rojo, dos extraordinarios jugadores, forjaron muy pronto la m¨ªtica ala izquierda del Athletic en los a?os 60, de nuevo en el recuerdo de los aficionados tras el reciente fallecimiento de Rojo, a los 75 a?os. En 2016 muri¨® Fidel Uriarte, con 71. Los dos estaban afectados por enfermedades neurodegenerativas, demasiado comunes en el f¨²tbol como para soterrar su importancia.
Que apenas se hable en Espa?a de las enfermedades neurodegenerativas en el vasto universo del f¨²tbol no convierte el asunto en menor o inexistente. Acostumbrado al masivo ba?o de publicidad positiva, al f¨²tbol le aterra enfrentarse a inc¨®modos desaf¨ªos.
En Estados Unidos, varias investigaciones han revelado el inusual porcentaje de encefalopat¨ªas cr¨®nicas traum¨¢ticas (ECT) en las autopsias realizadas a exjugadores de la NFL, la Liga profesional de f¨²tbol americano. El Journal of Medical Association public¨® en 2017 un informe de la Universidad de Boston que detectaba el ECT en 110 de 111 de las autopsias efectuadas a exjugadores.
Desde entonces se ha profundizado en un debate que ha obligado a cambios de protocolo en el tratamiento de las conmociones y en tajantes medidas disciplinarias en cierto tipo de colisiones frontales. Un pu?ado de jugadores se han retirado en edades tempranas por miedo a sufrir ECT en el futuro.
En el ¨¢mbito europeo, el f¨²tbol ingl¨¦s es el m¨¢s consciente del calado del problema. Millones de personas juegan al f¨²tbol desde ni?os y en toda clase de categor¨ªas, cabeceando la pelota desde chiquillos y golpe¨¢ndose en las continuas colisiones que provocan las disputas.
En 2002, a la edad de 59 a?os, muri¨® Jeff Astle, antiguo delantero del West Bromwich Albion y de la selecci¨®n inglesa. Una autopsia realizada en 2014 revel¨® que hab¨ªa sufrido de encefalopat¨ªa cr¨®nica traum¨¢tica, conocida anteriormente como demencia pugil¨ªstica. Su muerte se calific¨® de enfermedad laboral. La familia instituy¨® la Fundaci¨®n Jeff Astle para promover investigaciones, realizar estudios y dictar medidas que limiten los riesgos de los jugadores desde la infancia.
En 2019, un amplio estudio compar¨® en Escocia a miles de futbolistas con una amplia muestra de ciudadanos. El resultado fue elocuente: a partir de los 65 a?os, los exjugadores eran 3,5 veces m¨¢s proclives a sufrir un proceso neurodegenerativo. De los 11 titulares de la selecci¨®n inglesa que gan¨® el Mundial de 1966, s¨®lo sobreviven el delantero Geoff Hurst y Bobby Charlton, diagnosticado con demencia en 2020. Otros cuatro jugadores ¡ªJack Charlton, Ramon Wilson, Nobby Stiles y Martin Peters¡ª fallecieron despu¨¦s de largos procesos de demencia. Es una desproporci¨®n que asusta.
Nuevos estudios se?alan que los exfutbolistas ofrecen mejores constantes que el ciudadano entre los 40 y 50 a?os, favorecidos por la saludable relaci¨®n entre el ejercicio y la actividad cerebral. Sin embargo, una investigaci¨®n de la East Anglia University indica que la curva se invierte a partir de los 65 a?os, cuando la tasa de procesos neurodegenerativos en los exjugadores se multiplica en proporciones desconcertantes.
El f¨²tbol ingl¨¦s comienza a ocuparse de una situaci¨®n oculta hasta ahora, pero cada vez m¨¢s expuesta al debate p¨²blico. Su m¨¢ximo organismo, la Football Association, obtendr¨¢ a finales de esta temporada los datos de una investigaci¨®n que impide cabecear la pelota deliberadamente en los partidos de menores de 12 a?os. En la temporada anterior, se redact¨® una gu¨ªa para todos los niveles del f¨²tbol, incluida la Premier League, que establec¨ªa un n¨²mero limitado de cabezazos a la pelota en los entrenamientos.
El f¨²tbol ¡ªFederaci¨®n, clubes, AFE y asociaciones de exjugadores¡ª no puede ocultar este drama bajo la alfombra y hacerse el distra¨ªdo. El problema existe y requiere de la dedicaci¨®n y los recursos necesarios para afrontarlo, informar con claridad y tomar medidas preventivas.
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