Hollywood rueda en la Copa inglesa

La competici¨®n m¨¢s antigua del mundo ofrece las historias m¨¢s contempor¨¢neas. La Copa inglesa busca durante este fin de semana a sus 16 ¨²ltimos protagonistas y entre ellos tiene opciones de colarse un ¨²nico equipo que no habita en el escalaf¨®n profesional, el Wrexham, un equipo gal¨¦s que juega en la quinta divisi¨®n inglesa y que recibe al Sheffield United, de la segunda categor¨ªa. La epopeya suele repetirse en una competici¨®n en la que el sorteo es puro (ayer se enfrentaron Manchester City y Arsenal y ganaron los primeros por 1-0) y se abre a modestos peleones. Lo extraordinario est¨¢ en el pelaje del Wrexham, un club controlado por Ryan Reynolds y Rob McElhenney, dos actores norteamericanos que documentan de inmediato toda su peripecia en una serie de televisi¨®n, Welcome to Wrexham, que se emite en todo el orbe a trav¨¦s de m¨²ltiples plataformas (en Espa?a lo hace Disney+). ¡°Est¨¢n ocupados en poner Wrexham en el mapa como nunca antes se ha hecho¡±, desliz¨® el rey Carlos III, que junto a su esposa Camilla visit¨® el feudo del club el pasado mes de diciembre para celebrar una de las ¨²ltimas determinaciones de Isabel II, la de concederle a la villa, de 63.000 habitantes, el estatus de ciudad.

A 40 kil¨®metros de Liverpool, Wrexham trata de levantarse con una apuesta por las nuevas tecnolog¨ªas de lo que fue una larga depresi¨®n. A finales del siglo XVIII floreci¨® a partir de sus minas de plomo y carb¨®n en los albores de la revoluci¨®n industrial. All¨ª se celebraban ya en 1807 partidos de cr¨ªquet o carreras de caballos en un recinto conocido como Racecourse Ground, donde en 1864 se empez¨® a jugar al f¨²tbol. Trece a?os despu¨¦s acogi¨® el primer partido entre selecciones del que hay registros, un duelo entre Gales y Escocia.

Fue en Wrexham donde Espa?a se complic¨® su pase al Mundial de 1986 en un memorable partido de Mark Hughes y en medio de un ambiente electrizante propio de una ciudad orgullosa. Casi dos millares de sus habitantes eran los due?os del equipo cuando hace poco m¨¢s de dos a?os les lleg¨® una oferta inopinada: Reynolds y McElhenney, que jam¨¢s hab¨ªan estado en Wrexham, ofrec¨ªan 2,5 millones de euros en inversiones para zanjar deuda y capitalizar el club por hacerse con su control. Se trata de una entidad que apenas en dos breves etapas jug¨® en la segunda categor¨ªa inglesa, la ¨²ltima entre 1978 y 1982, pero presente en Europa en ocho ocasiones como campe¨®n de la Copa galesa, que dej¨® de jugar a finales del pasado siglo. Apenas un 10% de los seguidores votaron en contra de la llegada de los actores, que en el momento de la compra ya advirtieron su intenci¨®n de difundir todo lo que all¨ª sucediese en un serial de televisi¨®n.

El final de la primera campa?a fue una carta de ajuste y la temporada pasada vir¨® en thriller dram¨¢tico cuando en el minuto 119 de la semifinal del play-off el equipo perdi¨® sus opciones de ascenso. Lo hizo como mandan los c¨¢nones del f¨²tbol de las Islas: un saque de banda que vol¨® hasta el segundo palo y un testarazo a la red. ¡°Volveremos a intentarlo¡±, advirti¨® McElhenney, protagonista de la serie Colgados en Filadelfia. Tanto ¨¦l como Reynolds, estrella en Deadpool o en La Proposici¨®n, pisaron Wrexham por primera vez un a?o despu¨¦s de hacerse con el control del club. All¨ª empezaron a protagonizar su pel¨ªcula m¨¢s apegada a la realidad. Un cartel un poco embustero les recibi¨®: ¡°En Wrexham siempre luce el sol¡±.

¡°Esta gente te llega al coraz¨®n¡±, confes¨® Reynolds, un canadiense de Vancouver que ya entonces se desviv¨ªa por seguir al equipo a trav¨¦s de YouTube y que se fue fascinado del ambiente de The Turf, el pub que jalona la entrada del campo de f¨²tbol de Wrexham, el ¨²nico del Reino Unido desde el que durante d¨¦cadas se pod¨ªan seguir los partidos desde su balc¨®n trasero con una pinta en la mano y un letrero que advierte que nadie se marcha sobrio de all¨ª. ¡°En sitios as¨ª sientes la historia y su legado. Esto no es una broma¡±, concedi¨® Reynolds. En no pocas ocasiones la compra de un equipo de f¨²tbol conlleva adquirir el alma de la ciudad en la que se ubica.

Todo empez¨® una tarde de primavera en Los ?ngeles. McElhenney estaba trabajando en un guion y por su oficina andaba Humphrey Ker, un actor brit¨¢nico que tambi¨¦n se pone al otro lado de la c¨¢mara y estaba loco por ver el partido de Champions entre Liverpool y Barcelona que acab¨® con una efervescente remontada en Anfield. Aquello impact¨® a McElhenney, que durante el confinamiento recibi¨® la sugerencia de Ker para que viese el celebrado serial de Netflix que narra las desventuras del Sunderland. McElhenney imagin¨® entonces un guion en el que iba a ser protagonista. Una consultora sonde¨® varias opciones y Wrexham apareci¨® en el horizonte. Lo siguiente fue contactar y convencer a Reynolds para asociarse y despu¨¦s situar a Ker, que vive en Londres, como director ejecutivo del club.

El superh¨¦roe de Deadpool tiene casi 48 millones de seguidores en Instagram y asume que su experiencia futbolera es ¡°emocionalmente agotadora, financieramente idiota y totalmente adictiva¡±. El equipo pelea un a?o m¨¢s por el ascenso a la League Two, el cuarto escal¨®n del f¨²tbol ingl¨¦s, en una categor¨ªa, la National League, que es un pozo en el que suma ya quince a?os: apenas sube el campe¨®n de un campeonato de 24 equipos, de los que seis m¨¢s se juegan una segunda promoci¨®n en un ag¨®nico play-off. Mientras tanto, la trama de la docuserie avanza con las aportaciones de la gente de la ciudad, del due?o del pub, de la bibliotecaria, el cantante de un grupo local o el delantero centro del equipo. Wrexham se ha convertido en una meca para que fans de todo el mundo que fluct¨²an entre la realidad y ficci¨®n. Ahora el giro del guion trae una epopeya en la Copa, que este domingo permite que el serial se emita a trav¨¦s de m¨¢s operadores: en Espa?a el Wrexham se asoma en Dazn y en Inglaterra el partido lo emite nada menos que el primer canal de la BBC.

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