Van der Poel contra Van Aert: el Mundial de ciclocross ser¨¢ un duelo de fen¨®menos

El ciclocross ha llegado ya donde la carretera aspira un d¨ªa a estar, una carrera de dibujos animados, tiempo limitado (una hora), protagonistas bien definidos, dos rivales eternos y, m¨¢s que nada, combativos desde el primer metro, cuando ambos huyen de los dem¨¢s, que solo piensan en c¨®mo aguantar hasta el final; se a¨ªslan, uno contra uno, en un derroche de energ¨ªas que obliga a reescribir las leyes de la l¨®gica fisiol¨®gica. Una contrarreloj en compa?¨ªa: se sale esprintando, se termina acelerando.

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El ciclocross ha llegado ya donde la carretera aspira un d¨ªa a estar, una carrera de dibujos animados, tiempo limitado (una hora), protagonistas bien definidos, dos rivales eternos y, m¨¢s que nada, combativos desde el primer metro, cuando ambos huyen de los dem¨¢s, que solo piensan en c¨®mo aguantar hasta el final; se a¨ªslan, uno contra uno, en un derroche de energ¨ªas que obliga a reescribir las leyes de la l¨®gica fisiol¨®gica. Una contrarreloj en compa?¨ªa: se sale esprintando, se termina acelerando.

Uno, el inconsciente, Mathieu van der Poel; el otro, el reflexivo ma non troppo, Wout van Aert.

Los dos, el neerland¨¦s y el flamenco, 28 a?os ambos, habitan otro planeta, y sus batallas son interminables, como se comprobar¨¢ el domingo (15.05, Eurosport) en el Mundial de ciclocross, una competici¨®n que uno de los dos ha ganado en siete de los ¨²ltimos ocho a?os. No gan¨® ninguno de los dos el de 2022, en el que no participaron y dejaron que el brit¨¢nico Tom Pidcock, el ¨²nico que gravita cerca de su ¨®rbita, pudiera sentirse superm¨¢n. Este a?o no participa. No habr¨¢ dorsal n¨²mero uno. Van Aert ser¨¢ el 9; Van der Poel, el 27. Habr¨¢ dos espa?oles, Felipe Orts y Kevin Su¨¢rez.

Cuatro Mundiales (2015, 2019, 2020 y 2021) ha ganado Van der Poel, que corre en casa, en el circuito de Hoogerheide, en el Brabante neerland¨¦s ¨Cen la frontera, bosque, arena, barro y una cresta que desciende hacia el mar, p¨®lderes y canales, y viento del norte¨C, donde todos los a?os se disputa el GP Adrie van der Poel, en honor de su padre, campe¨®n reconocido que, adem¨¢s, ha dise?ado el trazado. Tres, Van Aert (2016 a 2018), dominador de la temporada: ha ganado nueve de las 10 competiciones que ha disputado. La ¨²nica derrota, hace dos domingos, en Benidorm, donde le pudo Van der Poel.

Ser¨¢ el enfrentamiento 180? entre ambos (119 a 60 va ganando el hijo de Adrie y nieto de Poulidor) en una rivalidad ins¨®lita que naci¨® en el barro cuando eran infantiles, y ya superdotados, y se prolong¨® en la carretera con tanto vigor que transform¨® la manera en la que se disputan ya las cl¨¢sicas y hasta el Tour de Francia, donde los dos saben tambi¨¦n ser protagonistas. A todos los ciclistas han contagiado y a los aficionados han convertido en ni?os caprichosos, glotones incansables de emociones r¨¢pidas y repetidas, de ataques imprevisibles, locos, ¨¦picos, y dentro de un mes, cuando el barro sea adoquines, y las colinas de arena y las escaleras, muros en las cl¨¢sicas de Flandes o en los caminos de Siena, a ambos, a Van Aert, explosivo de larga duraci¨®n, a Van der Poel, dinamita incontrolable, se les pedir¨¢ que no paren, que nunca alcancen su ¨²ltimo aliento y den vida al Tour de Flandes, que Van der Poel ya ha ganado dos veces, y a la Par¨ªs-Roubaix, el infierno del norte en el que, extra?amente, ninguno de los dos ha triunfado a¨²n. Y que Tadej Pogacar, uno al¨¦rgico al barro, les siga acompa?ando. Y que el padre de todos, Peter Sagan, est¨¦ con ellos en su ¨²ltima campa?a.

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