Los de ¡°Somos el Madrid¡±
Alguien tiene que hacer el trabajo de Hierro y Redondo, de Casemiro y Ramos; de tipos que sab¨ªan que una tarjeta a tiempo ahorra muchos problemas
Para los que no nos gusta mucho el f¨²tbol en invierno (excluyendo finales, Champions y Mundial), el partido entre el Mallorca y el Madrid fue un gran partido. Porque fue de todo aquello que nos interesa del f¨²tbol cuando no nos gusta el f¨²tbol: sus aspectos psicol¨®gicos y marginales; la electricidad de un ambiente hostil para el rival, el desgaste, la patada y el roce, los balones a¨¦reos en un d¨ªa de ventolera, penaltis fallados, goles en propia puerta. El recreo de quinto de EGB una ...
Para los que no nos gusta mucho el f¨²tbol en invierno (excluyendo finales, Champions y Mundial), el partido entre el Mallorca y el Madrid fue un gran partido. Porque fue de todo aquello que nos interesa del f¨²tbol cuando no nos gusta el f¨²tbol: sus aspectos psicol¨®gicos y marginales; la electricidad de un ambiente hostil para el rival, el desgaste, la patada y el roce, los balones a¨¦reos en un d¨ªa de ventolera, penaltis fallados, goles en propia puerta. El recreo de quinto de EGB una ma?ana de 1988.
Miren, el f¨²tbol no es el deporte tan complicado que a veces se pretende, lo que pasa es que se intelectualiza porque nos da de comer a muchos; necesitamos llenarlo de dibujos inveros¨ªmiles, de adjetivos, de sobrean¨¢lisis, de subordinadas, de ¨¦pica a tontas y a locas, de arriesgadas pizarras con flechas a ninguna parte. Pero esto casi siempre, en los momentos m¨¢s importantes de un Mundial, una Champions o una Liga, va de un t¨ªo que coge un bal¨®n, se dirige al punto de penalti, lo deja all¨ª y dispara; esto va de un t¨ªo que lo espera debajo del larguero con todas las papeletas casi vendidas menos un par de ellas, y con esas juega.
Pensamos, leemos y escribimos sobre el amor, hablamos sobre el amor, nos desesperamos por el amor, pero el amor va de tener a alguien con quien elegir una peli cada noche y dormir acompa?ado: que alguien te diga buenos d¨ªas y te pregunte de vez en cu¨¢ndo qu¨¦ tal est¨¢s, con eso tiramos el tiempo que sea.
El f¨²tbol es un poco parecido. Bilardo lo resumi¨® de la forma m¨¢s gr¨¢fica posible: ¡°El que invent¨® el color de las camisetas fue un fen¨®meno. Gracias a eso lo que hay que hacer es, si ves a alguien con el mismo color que el tuyo, d¨¢rsela a ¨¦l. Y patear al arquero. De los dos arqueros, al que no comi¨® contigo¡±.
Al acabar el partido en Son Moix circularon r¨¢pidamente estad¨ªsticas de las faltas cometidas por el Mallorca cuando jug¨® contra el Barcelona (9) y el Madrid (29). Los de ¡°Somos el Madrid¡±, golpecitos mediante en el pecho (me incluyo, pero sin golpecitos porque ya tengo la caja tor¨¢cica de un zombi), deben de pensar que eso solo lo piensan ellos, no los rivales.
El SomoselMadrid tiene que saber gobernar esos partidos, o al menos su resultado, porque en la profundidad de una plantilla tiene que aparecer un equipo; mejor a¨²n, una pandilla. Entonces, contra esa legitim¨ªsima atm¨®sfera del Mallorca y su charlat¨¢n capit¨¢n, ?qu¨¦ opuso el Madrid? ?Hay alg¨²n jugador que recorra medio campo para gritarle a un rival que acaba de dar una patada a uno de los suyos? ?Cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que rodearon todos al ¨¢rbitro demandando una tarjeta, un penalti, una cita, lo que sea?
El Madrid tiene un problema de car¨¢cter. Benzema, Modric y Kroos no son un problema por no tener car¨¢cter, son una bendici¨®n. Pero si Benzema no protesta la falta por la que le anulan un gol a Rudiger, alguien tiene que haber en el campo que vaya al ¨¢rbitro a decirle que la cagada es monumental, que les han robado un gol, y que siga pitando d¨¢ndole una vuelta a eso. Alguien tiene que hacer el trabajo de Hierro y Redondo, de Casemiro y Ramos; de tipos que sab¨ªan que una tarjeta a tiempo ahorra muchos problemas, que en el campo pon¨ªan unas fronteras peligrosas seg¨²n las cuales se le dec¨ªa al rival: podemos jugar al f¨²tbol o a las patadas, sabemos jugar a las dos cosas, quiz¨¢s nos vaya peor con lo segundo, pero vamos a correr todos el mismo riesgo, no solo nosotros.
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