Un alivio para Vinicius y Valverde, dos j¨®venes en apuros

Las arterias de la administrativa Rabat trataban de absorber a media tarde lo imposible: una hilera infinita de coches llegando al estadio Moulay Abdellah por el camino m¨¢s recto. Por las v¨ªas secundarias, todo era m¨¢s accesible y tambi¨¦n un viaje al profundo Marruecos, con puestos de gallinas, huevos y fruter¨ªa en una zona de casas bajas que no invitaban demasiado al turismo. Al Madrid tambi¨¦n le cost¨® encontrar la ruta de la victoria. Dar con ella y luego hacerla buena. Le ech¨® una mano la defensa egipcia, que se abri¨® en canal al borde del descanso para alivio de Vinicius. Fue, sobre todo, ...

Las arterias de la administrativa Rabat trataban de absorber a media tarde lo imposible: una hilera infinita de coches llegando al estadio Moulay Abdellah por el camino m¨¢s recto. Por las v¨ªas secundarias, todo era m¨¢s accesible y tambi¨¦n un viaje al profundo Marruecos, con puestos de gallinas, huevos y fruter¨ªa en una zona de casas bajas que no invitaban demasiado al turismo. Al Madrid tambi¨¦n le cost¨® encontrar la ruta de la victoria. Dar con ella y luego hacerla buena. Le ech¨® una mano la defensa egipcia, que se abri¨® en canal al borde del descanso para alivio de Vinicius. Fue, sobre todo, la noche de los b¨¢lsamos blancos. El del brasile?o, angustiado en los ¨²ltimos tiempos por el empedrado, y el de Valverde, que volvi¨® a marcar con los merengues 13 encuentros despu¨¦s. La apertura de un triunfo, con colof¨®n final del taconazo de Ceballos y del pipiolo Arribas, que tuvo m¨¢s trama de la esperada. ¡°Con 2-0 pensamos que estaba acabado, pero esto no es el f¨²tbol¡±, advirti¨® Carlo Ancelotti, que este jueves recupera a Milit?o y Benzema, que viajan desde Madrid y se probar¨¢n en el entrenamiento previo a la final del s¨¢bado contra el Al Hilal (20.00). No a Courtois, que se queda en casa y espera estar listo para la cita justo anterior al Liverpool, el s¨¢bado 18 en Pamplona frente a Osasuna.

M¨¢s all¨¢ de las abundantes teor¨ªas y visiones en caliente sobre el asunto Vinicius, a patadas en los ¨²ltimos d¨ªas, un dato fr¨ªo dejaba claro que el brasile?o no pedaleaba igual fuera que en casa. Hasta su viaje al otro lado del Estrecho en busca del Mundialito, el extremo solo hab¨ªa marcado a domicilio cinco de los 13 goles de esta temporada: el 38%. Y m¨¢s de la mitad los hab¨ªa logrado cuando a¨²n era verano, en Vigo, Cornell¨¤ y ante el Celtic. Desde entonces, apenas hab¨ªa podido anotarse el de Leipzig, en octubre, y frente al Villarreal en Copa, hace tres semanas. Una realidad que contrastaba con su temporada pasada, en plena crecida, cuando toda la literatura alrededor del extremo versaba sobre su inopinada explosi¨®n. Entonces, de sus 22 dianas, 14 las celebr¨® en campo ajeno: el 63%.

Una estad¨ªstica que sirve de contexto en un momento de creciente incomodidad del joven cada vez que se pone la camiseta del Madrid fuera del Bernab¨¦u en los ¨²ltimos meses. Unas dificultades que se desbordaron en la visita a Son Moix, como asumi¨® Ancelotti con su grito en la previa de las semifinales del Mundial de Clubes defendiendo a su muchacho y reclam¨¢ndole ¡°al f¨²tbol espa?ol¡± que arregle lo que ¨¦l considera un problema general m¨¢s que suyo.

En Rabat le ayud¨® la defensa egipcia, autora de una enorme pifia al borde de la pausa que le coloc¨® delante de El Shenawy, al que le pic¨® el bal¨®n con un toquecito suave para el 0-1. La hab¨ªa tenido un cuarto de hora antes, cuando Rodrygo le envi¨® un pase que ¡ªsin excesivo ¨¢ngulo¡ª la mand¨® fuera. Y en plenos apuros para cerrar la victoria, Vini todav¨ªa rasc¨® un penalti tras consulta al VAR ¡ªel ¨¢rbitro comunic¨® de la forma m¨¢s escueta posible su decisi¨®n a la grada seg¨²n la instrucci¨®n de la FIFA para este torneo¡ª que luego err¨® Modric. Ni Asensio el domingo en Mallorca ni el croata en Rabat atinaron desde los 11 metros.

Sufrieron los blancos para echar la verja. Todo se hab¨ªa dado por concluido en el segundo 58 de la reanudaci¨®n con el emboque de Valverde. Fall¨® Rodrygo un mano a mano y el uruguayo aprovech¨® el rechace. No se trat¨® de ninguna maravilla, nada que ver con los truenos del oto?o desde fuera del ¨¢rea, pero le sirvi¨® para encontrar consuelo. Un cohete anotador hasta octubre, el ¨²ltimo tanto del charr¨²a databa del 2 de noviembre, frente al Celtic en casa. Aquella fue su octava diana y, a la vista de que las 10 que le hab¨ªa encomendado Ancelotti muy probablemente se le iban a quedar cortas, el italiano esa noche desliz¨® la cifra de 15. Pero ah¨ª se fren¨® el medio, con el Madrid y tambi¨¦n con su selecci¨®n en Qatar.

En este tiempo de declive, sin embargo, la insistencia de Carletto con ¨¦l no ha aflojado pese a su evidente desplome. En un centro del campo en casi continua mutaci¨®n cada tres d¨ªas, a ¨¦l solo le ha dado libre contra el Cacere?o y el Valencia. Surgi¨® Ceballos de la penumbra, entraban y sal¨ªan Kroos y Modric, Camavinga hac¨ªa varias mudanzas de posici¨®n, pero ¨¦l siempre fijo. ¡°Federico, poco a poco, vuelve¡±, asegur¨® Carletto.

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