Camavinga busca su sitio en el Real Madrid

En el Mundial, antes del ya intrascendente tercer partido de Francia en la fase de grupos, contra T¨²nez, la prensa le pregunt¨® a Didier Deschamps si de verdad estaba pensando en poner a Eduardo Camavinga (Cabinda, Angola; 20 a?os) como lateral izquierdo para dar descanso a Theo Hern¨¢ndez. ¡°En su carrera jug¨®, incluso, de central¡±, replic¨® el seleccionador, en referencia a algunas lejanas experiencias del joven en la cantera del Rennes. Al d¨ªa siguiente, el madridista disput¨®, efectivamente, los 90 minutos en ese flanco zurdo de la defensa y en la final frente a Argentina, ya a la desesperada, volvi¨® a aparecer ah¨ª en lugar de Theo y fue parte desde esa esquina de la gran reacci¨®n de Les Bleus liderada por Mbapp¨¦. En Qatar, de hecho, solo ejerci¨® de lateral izquierdo. El t¨¦cnico no quiso saber mucho de ¨¦l como centrocampista. La ¨²ltima vez que hab¨ªa jugado con el equipo nacional, en septiembre y ante Dinamarca, su pareja en el eje con Tchouameni solo dur¨® hasta el descanso. Despu¨¦s de siete balones perdidos, Deschamps lo mand¨® al rinc¨®n de pensar y le solt¨® en p¨²blico: ¡°Hizo algunas cosas que no quiero volver a ver. ?l lo sabe¡±.

De Camavinga no se sab¨ªa todav¨ªa en el Madrid de Ancelotti si se le ve¨ªa m¨¢s mediocentro o interior cuando su selecci¨®n lo descubri¨® como un socorrido y estimable lateral izquierdo, una nueva veta que ha explotado Ancelotti en las ¨²ltimas fechas por las ausencias por lesi¨®n de Mendy y Alaba. A la espera de comprobar si utiliza ah¨ª al austriaco, de vuelta de sus problemas f¨ªsicos, la experiencia ha agradado y sorprendido al italiano, por su trabajo defensivo y la buena mezcla con Vinicius. El italiano siempre ha valorado tanto su ¨ªmpetu como agitador en las segundas partes ¡ªclave en las remontadas europeas¡ª como lo ha temido en cuanto ha cargado con una tarjeta saliendo de inicio, y la probatura ahora en el flanco zurdo de la zaga le ha dado al franc¨¦s una continuidad desconocida para ¨¦l: segunda parte contra el Atl¨¦tico en Copa (por la lesi¨®n de Mendy), Real Sociedad, Valencia y Mallorca (hasta que entr¨® Alaba en el 70). El asalto al Mundial de Clubes ofrece una oportunidad para averiguar hasta d¨®nde llega la apuesta como lateral zurdo en este momento de la temporada.

Piernas extensibles

La gente que lo ha estudiado desde la etapa en el Rennes siempre ha apostado por su futuro como pivote porque as¨ª puede explotar mejor su capacidad para ver el f¨²tbol de cara, y no de espaldas en la posici¨®n de interior, y por sus dotes para el pase y la recuperaci¨®n gracias a unas piernas extensibles. Ante el final no muy lejano de la afamada pareja Kroos-Modric, consideran que su uni¨®n con Tchouameni en el medio resultar¨¢ antes o despu¨¦s inevitable.

Sus ¨²ltimas cinco semanas han condensado todas sus ubicaciones, virtudes y desconfianzas a ojos de Ancelotti. Lo quit¨® en el descanso de la semifinal de la Supercopa contra el Valencia ¡°para evitar jugar con 10¡å y fue el primer sacrificado en la final tras el correctivo del Barcelona. En la cita de Arabia Saud¨ª y en ausencia de Tchouameni, dio prioridad a Kroos para ocupar el eje del centro del campo cuando hace mucho tiempo se lleg¨® a la conclusi¨®n que el alem¨¢n se sent¨ªa ortop¨¦dico en esa posici¨®n. Y cuando Carletto necesit¨® una terapia de choque con el equipo en los huesos, le encarg¨® la funci¨®n de pivote en San Mam¨¦s y le puso ¡°sobresaliente¡±. Ah¨ª repiti¨® cuatro d¨ªas despu¨¦s en Copa contra el Atl¨¦tico hasta que la lesi¨®n de Mendy lo mand¨® al lateral zurdo.

A diferencia de su compatriota, lastimado ahora en el m¨²sculo semimembranoso de la pierna izquierda para un mes y medio, Camavinga se entendi¨® en ataque a la primera con Vinicius porque ¨¦l aparece en zonas interiores y no le invade la l¨ªnea lateral. Con la cautela obligada del escaso recorrido (la empresa estad¨ªstica Opta solo puede comparar partidos completos y Camavinga solo ha ejercido de lateral zurdo de inicio a fin contra la Real y Valencia), ¨¦l ha conectado con Vini una vez cada cuatro minutos y medio, mientras Mendy acumula una combinaci¨®n cada nueve. En n¨²mero de pases en el ¨²ltimo tercio del campo cada 90 minutos, tambi¨¦n se observa una diferencia clara a favor del postizo respecto al titular (13-4). Hacia atr¨¢s, eso s¨ª, las condiciones de origen de Mendy las agradece Ancelotti, m¨¢s a¨²n con un extremo como el brasile?o al que le cuesta replegarse.

De momento y mientras se le espera en el pr¨®ximo centro del campo blanco, ¨¦l ha aliviado el agujero en una demarcaci¨®n, la de los laterales, en dificultades este curso: por la escasez de piezas naturales (solo Carvajal y Mendy) y por rendimiento.

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