Sergi Darder, un capit¨¢n contra los fallos del pasado
El mediocentro, que baj¨® con el Espanyol a Segunda en 2020, asume el liderazgo ante la amenaza de un nuevo descenso
Hace tres cursos, en el Camp Nou, se consum¨® la tragedia. Un triunfo azulgrana por la m¨ªnima abocaba al Espanyol al descenso tras 27 a?os en la m¨¢xima categor¨ªa. Un mazazo para el club y los jugadores, aunque quiz¨¢ a pocos se le atragantar¨ªa tanto como a Sergi Darder (Art¨¢, Mallorca; 29 a?os). Pero de eso aprendi¨®, al punto de que ahora, con el conjunto blanquiazul en la refriega por evitar otra ca¨ªda al alcantarillado y con un nuevo derbi en Cornell¨¤ (hoy a las 21.00 en Movistar), el capit¨¢n asegura estar entero para afrontar cualquier situaci¨®n. As¨ª lo explica con su f¨²tbol y sus palabras, como ocurri¨® cuando el equipo perdi¨® ante el Celta en la jornada 26, pues. Invitado por el club, se acerc¨® a los vomitorios para atemperar los ¨¢nimos de la grada. ¡°Hace a?os me escond¨ªa m¨¢s, no me ve¨ªa preparado. Ahora soy el primer responsable de que vaya mal, pero tengo la conciencia tranquila de que lo damos todo. Cuando no sale no es porque no queramos¡±, resuelve.
Certificado el batacazo de hace tres a?os, Darder requiri¨® de un psic¨®logo. ¡°Ese descenso me vino grande. Me comi¨® la presi¨®n y mi nivel era flojo. No supe atarme a un entrenador, a un sistema, ten¨ªa un bloqueo. Me sent¨ª muy responsable porque no estuve a la altura, porque ves que lo das todo y ese todo es muy poco¡ Este a?o no es as¨ª porque estoy en uno de mis mejores momentos¡±, resuelve para a?adir: ¡°Antes, el psic¨®logo era casi mi padre porque iba dos veces por semana, ahora casi no hago sesiones, m¨¢s all¨¢ de mensajes y algo on-line¡±.
Un aprendizaje que extrapola a su casa, pues esos momentos fueron muy duros para los que le rodeaban. ¡°Lo que aguant¨® mi mujer fue incre¨ªble. Ahora es mucho menos porque me intento controlar m¨¢s. No significa que no me duela ni me joda, pero hago un sobreesfuerzo para tratar de estar bien, lo que es un desgaste. Haces esfuerzo para ser feliz, que no es lo mismo que serlo¡¡±, explica, aunque admite que pocos refugios mejores que sus dos hijos, Mart¨ªn, de seis a?os, y Claudia, de dos.
El trabajo se queda en el camerino. Y ha tenido mucho, sobre todo si se tiene en cuenta c¨®mo est¨¢ el equipo y c¨®mo comenz¨® ¨¦l la temporada, con una renovaci¨®n pomposa donde acudieron el filial, el femenino y los juveniles. ¡°Fue la ostia. Ah¨ª ve¨ªa un proyecto muy ilusionante, con cambios muy grandes por venir aunque se pod¨ªan prever momentos dif¨ªciles. El problema es que se torci¨® desde el primer d¨ªa¡±, conviene. Se refiere, sobre todo, a la situaci¨®n de Ra¨²l de Tom¨¢s, que se enquist¨® para resolverse sobre la bocina y de la peor de las maneras. ¡°Todos ten¨ªamos en mente, empezando por Ra¨²l y siguiendo por el club, que alguien pagar¨ªa 20 millones o m¨¢s [lo fich¨® el Rayo el ¨²ltimo d¨ªa por ocho millones fijos m¨¢s tres en variables]. Entonces te imaginabas un equipo que pod¨ªa ser grande ya que ves dinero o esa esperanza de que se quedar¨ªa un delantero de primer nivel. Pero unos meses despu¨¦s, ni dinero ni jugador¡±.
Y la pelota, m¨¢s que no entrar, no paraban de recogerla de sus redes; ca¨®ticos los porteros ¡ªLecompte, ?lvaro Fern¨¢ndez, Joan Garc¨ªa y Pacheco¡ª y suspendido el equipo en el ejercicio defensivo: es el d¨¦cimo que m¨¢s tantos ha marcado (40) y el cuarto por la cola en goles encajados (56). ¡°Nuestro error es colectivo porque no nos hemos quitado ese miedo a los fallos individuales. Cuando m¨¢s te repites no puedo fallar, terminas fallando. Ped¨ªamos concentrarnos en eso y nos olvid¨¢bamos de jugar, por lo que perd¨ªamos la confianza y no sab¨ªamos crecer en base a proponer por proteger el error¡±, desliza.
Pero no tiene queja alguna de sus compa?eros. ¡°Ha sido un a?o raro para ser capit¨¢n porque normalmente cuando va mal, el grupo no funciona. Eso no ha sido as¨ª. Al rev¨¦s, los entrenamientos han sido un espect¨¢culo. Por lo que he tenido poco trabajo de capit¨¢n. Poco de ser el malo, como toca a veces. No voy a criticar un error individual si ves que el primer afectado es el que ha fallado y lo ha dado todo¡±. Y remata: ¡°Hablo por experiencia y no creo en ese tipo de jugador. Cuanto m¨¢s chillas, me intentas motivar de malas, menos voy a dar por ti. Eso se llevaba hace a?os; ahora somos m¨¢s normales y menos cabrones¡±.
Tan mal iba todo que se ech¨® al t¨¦cnico Diego Mart¨ªnez. ¡°S¨ª que cre¨ªamos en ¨¦l y el detalle de que muchos jugadores fuimos a su despedida lo explica. Pero no sal¨ªan las cosas¡±, reflexiona. Por lo que Luis Garc¨ªa lleg¨® para sustituirle, todav¨ªa sin resultados positivos pero con un juego m¨¢s atildado. ¡°Es un exjugador emblem¨¢tico y querido, que entiende al futbolista como nadie, que sabe lo que necesita el club¡ Adem¨¢s tiene una idea que siempre es m¨¢s f¨¢cil creer porque te da el bal¨®n antes que quit¨¢rtelo. Y creo que a muchos equipos en esta situaci¨®n les tiembla el pie, pero nosotros es cuando mejor estamos jugando. Esperemos no ir demasiado tarde, no hay mucho margen¡±, acepta. Toca el Bar?a. ¡°Para nosotros es una final, para ellos no tanto. Se tiene que demostrar quien se juega m¨¢s. Habr¨¢ nervios y tensi¨®n, seguro, pero en los ¨²ltimos partidos hemos aprendido a gestionarlo¡±. Despu¨¦s del Derbi al equipo blanquiazul le queda el Rayo y Valencia a domicilio y el Atl¨¦tico y Almer¨ªa en casa. Para tirar del carro estar¨¢ Darder, un capit¨¢n con callo.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.