El Madrid tiene m¨¢s hambre que el Bar?a

Con bajas o sin ellas, de favorito o de tapado, en Belgrado o en Kaunas, el Madrid siempre es el Madrid, un conjunto con una eterna fe en la victoria. Escap¨® de los cuartos ante el Partiz¨¢n cuando ten¨ªa la soga al cuello y ahora vuelve a la final de la Euroliga despu¨¦s de comerse al Barcelona. El banquete lo sirvi¨® Tavares con 20 puntos, 15 rebotes y cuatro tapones. Enfrente, un desaparecido Mirotic (tres puntos y siete triples fallados) y otro bofet¨®n al proyecto de un Jasikevicius con su futuro en ...

Con bajas o sin ellas, de favorito o de tapado, en Belgrado o en Kaunas, el Madrid siempre es el Madrid, un conjunto con una eterna fe en la victoria. Escap¨® de los cuartos ante el Partiz¨¢n cuando ten¨ªa la soga al cuello y ahora vuelve a la final de la Euroliga despu¨¦s de comerse al Barcelona. El banquete lo sirvi¨® Tavares con 20 puntos, 15 rebotes y cuatro tapones. Enfrente, un desaparecido Mirotic (tres puntos y siete triples fallados) y otro bofet¨®n al proyecto de un Jasikevicius con su futuro en el aire. El Madrid buscar¨¢ este domingo (19.00) ante el Olympiacos su und¨¦cima Copa de Europa, la primera desde 2018. El Bar?a vuelve a la silla de pensar.

De arranque, un par de movimientos de ajedrez. En el tablero de los t¨¦cnicos, Ndiaye se coloc¨® como cuatro para escudar a Tavares y Sanli de cinco para buscar las cosquillas al gigante con su juego de pies. El primer envite lo gan¨® Chus Mateo porque no hab¨ªa manera de contener a la muralla de Cabo Verde, poderoso en el rebote y en el cuerpo a cuerpo. Jasikevicius tuvo que dar marcha atr¨¢s y recuperar la opci¨®n natural de Vesely. El Madrid mord¨ªa en el interior como de costumbre y en el Bar?a apenas hab¨ªa se?ales de un fall¨®n Mirotic (0-6). Todos los caminos blancos pasaban por el faro de Tavares, ya fuera para anotar o para asistir, sin ant¨ªdoto alguno. A los azulgrana les levantaron los triples. Eso s¨ª, uno tras otro, como una gota incesante. Los 18 puntos del Bar?a en ese primer cuarto llegaron desde el per¨ªmetro: tres aciertos de Abrines, dos de Kalinic y uno de Satoransky. Tan clara estaba una receta como la otra: en el Madrid, 10 de los 18 puntos los firm¨® Tavares.

La noticia para el Bar?a lleg¨® casi a los 12 minutos de partido: primera canasta de dos, de Jokubaitis. Por entonces Hezonja y Randolph eran la improvisada pareja interior de los blancos. El Bar?a probaba en la zona con Nnaji pero tampoco se olvidaba de la bendici¨®n de los triples: Kuric se un¨ªa a la fiesta del tiro exterior (30-25) con la respuesta de Sergio Rodr¨ªguez.

Los azulgrana comenzaban a exhibir m¨²sculo ofensivo y amplitud de repertorio pese a que la estrella de Mirotic segu¨ªa apagada (ni una canasta ni un rebote en los 12 minutos que estuvo en pista en la primera mitad del duelo). Tambi¨¦n Laprovittola tard¨® en arrancar, in¨¦dito en el casillero hasta casi el descanso. El Madrid atraves¨® un periodo de trabajos forzados, m¨¢s alejado del aro y sin la diana clara desde el abanico exterior: dos triples de Rudy y uno de Hezonja hicieron agua. Satoransky comand¨® el ¨²ltimo arre¨®n barcelonista antes de la pausa y el bingo exterior de Llull a falta de un segundo rebaj¨® el golpe para los blancos: 42-36. Todo estaba por jugarse en Kaunas.

Mirotic retom¨® la faena en el mismo punto ciego donde la dej¨®. Err¨® un triple desde la frontal y en la jugada siguiente Hezonja se elev¨® ante ¨¦l para estampar el acierto. Frustrado, el ala-p¨ªvot azulgrana err¨® de nuevo a distancia. Abrines carg¨® con la cuarta falta y ocup¨® asiento con los suplentes. Le acompa?¨® Sanli con la tercera.

Cada orquesta tocaba la partitura que mejor le sonaba. El Bar?a segu¨ªa probando suerte desde la distancia (volv¨ªa a fallar Mirotic por quinta ocasi¨®n) y el Madrid se entregaba a los interminables brazos de Tavares (47-43) para jugarse el uno contra uno dentro de la cueva. Una antideportiva de Hanga a Vesely subi¨® la temperatura en un Zalgirio Arena con mayor apoyo para los muchachos de Jasikevicius. El encuentro se mov¨ªa en distancias muy cortas, peque?os acelerones. Los barcelonistas corr¨ªan apresurados para picar desde fuera y sin echar el lazo a Tavares pese a las bajas interiores de los blancos.

El conjunto de Chus Mateo gan¨® solidez frente a su red y con un par de veloces ataques recobr¨® el volante de la semifinal y alcanz¨® un buen colch¨®n con un acierto lejano de Williams-Goss (47-54). El bando barcelonista se hab¨ªa quedado tieso, nublados hasta en los tiros libres, sin buenas posiciones para elevar su producci¨®n ofensiva (solo cinco puntos en siete minutos) y blandos en el rebote. El conjunto de Mateo estir¨® el parcial a su favor hasta un 0-15 y ¨²nicamente dos fogonazos de Kuric y Laprovittola, otra vez desde el sobado recurso del triple, evitaron un destrozo mayor para los cul¨¦s (55-58 al final del tercer cuarto).

El Bar?a era eso, el tiro exterior o la nada, sin disimulo, con todo el riesgo que eso supon¨ªa. Chus Mateo convoc¨® a la vieja guardia que tumb¨® al Partiz¨¢n: Sergio Rodr¨ªguez, Llull y Rudy al galope. Fue el Chacho quien sac¨® una antideportiva a Laprovittola para encadenar los tiros libres, dos penetraciones y un triple: 60-67 con nueve puntos seguidos del base canario. Tavares regres¨® a su versi¨®n de gran dominador de Europa. Provoc¨® la eliminaci¨®n de Sanli, barri¨® un bal¨®n de Laprovittola, tapon¨® a Satoransky, Vesely y Abrines y caz¨® cualquier rebote que pasara por su radar. El rey. A falta de cuatro minutos, Mirotic debutaba con un puntito. Para entonces el Bar?a se hab¨ªa quedado sin tiempo y sin soluciones, a los pies de Tavares, condenado por su empe?o en anotar de una ¨²nica forma (tir¨® 39 veces de tres por 30 de dos) y lastrado por la fatalidad de su estrella. ¡°Ha sido el peor d¨ªa de mi carrera¡±, asumi¨® Mirotic. El cl¨¢sico europeo volv¨ªa a ser para el Madrid. Este domingo ante el Olympiacos, una nueva final se asoma para un equipo eterno.

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