¡°No la odio, pero no la respeto¡±. Kostuyk, Sabalenka y el conflicto latente en el tenis
La ucraniana niega el posado y el saludo protocolario con la bielorrusa, la central de Par¨ªs pita y el ambiente se enrarece por la injerencia de la guerra en el circuito
Llueve sobre mojado en Par¨ªs. No cae gota alguna, sino que luce radiante el sol y no hay el m¨¢s m¨ªnimo rastro de agua, pero en la central se mastica la tensi¨®n antes, durante y despu¨¦s del choque que protagonizan en la apertura del torneo la n¨²mero dos del mundo, Aryna Sabalenka, y la trig¨¦sima novena, Marta Kostyuk. No sorprende la escena, la tensi¨®n es latente. Viene de lejos. Bielorrusia, Ucrania, la guerra. Antes de que comience el duelo, resuelto sin mayor complicaci¨®n por la favorita, 6-3 y 6-2 (1h 11m), la segunda, Kostyuk, se niega a hacer el protocolario saludo habitual y entre peloteo y peloteo predomina la absoluta frialdad; luego, zanjado el ¨²ltimo punto, ambas se retiran a sus respectivas sillas y desaparece tambi¨¦n la felicitaci¨®n final. No hay apret¨®n de manos. Solo pitos, abucheos. La vencedora no entiende nada y mira a todos lados; al juez, a su banquillo, a la grada.
¡°En la pista, por mi estilo, soy agresiva, pero fuera de ella trato de ser positiva e intento quedarme con lo bueno. Si a la gente no le gusto o me odia, lo entiendo; es su decisi¨®n, no creo que deba demostrar si soy buena persona o no¡±, responde ante los periodistas Sabalenka, probablemente la mejor jugadora de esta temporada ¨Cen pugna con Elena Rybakina¨C y que cuando supo que el sorteo del jueves la hab¨ªa emparejado con Kostyuk, ya adivinaba que el de este domingo iba a ser un cruce forrado de espinas, m¨¢s all¨¢ de lo deportivo. La joven ucrania, de 20 a?os, ya se hab¨ªa comportado as¨ª ante Victoria Azarenka, tambi¨¦n bielorrusa, el a?o pasado, y hace dos meses ante la rusa Victoria Gracheva. M¨¢xima distancia de por medio.
¡°?Dif¨ªcil para ella? Lo siento¡¡±, se compadece con iron¨ªa, al entender que Sabalenka y el resto de los representantes rusos o bielorrusos no se han expresado con la rotundidad necesaria respecto a la ofensiva militar sobre su pa¨ªs. ¡°No s¨¦ por qu¨¦ es una situaci¨®n dif¨ªcil para ella, todos ellos lo dicen desde que empez¨® la guerra y no veo por qu¨¦. Dentro de dos semanas podr¨ªa ser la n¨²mero uno en uno de los deportes m¨¢s conocidos... Hay un 85% de la poblaci¨®n de Rusia que apoya la guerra y que nunca ha dejado el pa¨ªs; ella, que viaja por el mundo, que habla en muchas plataformas para millones de personas en todo el mundo, las usa solo para evitar su responsabilidad de tener una opini¨®n sobre una de las cosas m¨¢s importantes. As¨ª que no la odio, pero no la respeto¡±, afirma contundente.
Desde que Vladimir Putin diera luz verde a la invasi¨®n de sus tropas, en febrero de 2022, el deporte no ha sido ajeno al conflicto y sufre los efectos colaterales. En el caso del tenis, Wimbledon prohibi¨® la temporada pasada que compitieran jugadores rusos y bielorrusos ¨Cmedida rectificada para la pr¨®xima edici¨®n, a partir del 3 de julio¨C y en el ambiente del vestuario se respira relativa tirantez; sin llegar a la que se proyecta desde algunos foros, pero s¨ª cierta incomodidad por las reiteradas cuestiones y la insistencia en el asunto, soterrado pero al mismo tiempo presente. Desde los departamentos de comunicaci¨®n de la ATP y la WTA se tratan de controlar la exposici¨®n y los mensajes, pero actitudes y discursos como los de Kostuyk sortean el c¨ªrculo preventivo.
Competir sin nacionalidad
Se da la circunstancia de que en la actualidad, tanto por el circuito masculino como por el femenino desfila una extensa n¨®mina de jugadores de los pa¨ªses implicados. En concreto, siete tenistas del top-100 de la ATP son rusos o bielorrusos y figuran 12 en el de la WTA, donde adem¨¢s hay cuatro ucranias clasificadas entre las cien mejores.
¡°Yo nunca he dicho que ella [Sabalenka] apoye personalmente la guerra, pero la guerra ya estaba ah¨ª hace mucho y los periodistas deber¨ªais preguntar a estos deportistas qui¨¦n quieren que la gane; si lo hicierais, no estoy seguro de que dijeran que Ucrania... Conozco personalmente a tenistas que la apoyan¡±, subraya Kostyuk, que recientemente encontr¨® apoyo en su compatriota Anhelina Kalinina, finalista en Roma. ¡°No nos hemos dado la mano porque ella es rusa. No es nada personal. No es ning¨²n secreto por qu¨¦ no lo hice; ese pa¨ªs ha atacado a Ucrania¡ S¨ª, esto es deporte, pero tambi¨¦n tiene algo de pol¨ªtica¡±, razon¨® cuando evit¨® el saludo con Veronika Kudermetova, de 26 a?os.
En l¨ªneas generales, los representantes de Rusia y Bielorrusia han ido transmitiendo su rechazo al conflicto armado y, cansados de recibir preguntas, prefieren ce?irse a lo estrictamente deportivo. El moscovita Andrey Rublev, afincado en Barcelona desde hace a?os, ha sido el que ha manifestado una posici¨®n m¨¢s firme contra la maniobra de su pa¨ªs. ¡°No puedes actuar como si no pasara nada. Espero que pronto haya paz en todas las naciones¡±, ha reclamado varias veces. Entretanto, en la rotulaci¨®n oficial de los torneos ¨Cpistas, retransmisiones televisivas, rankings¡¨C siguen sin mostrarse banderas de Rusia y Bielorrusia y los tenistas compiten oficialmente sin nacionalidad, ce?idos a las directrices impuestas desde los organismos y la Federaci¨®n Internacional de Tenis (ITF).
¡°Sabemos que no nos dan la mano y a nosotras no nos sorprende, pero el p¨²blico lo ha interpretado como una falta de respeto. Al principio pens¨¦ que me abucheaban a m¨ª¡¡±, dice Sabalenka al explicar su reacci¨®n pospartido. ¡°No siento que me odien¡±, matiza, citada en la siguiente estaci¨®n del torneo parisino con su compatriota Yrina Shymanovich. ¡°Lo he dicho muchas veces: ning¨²n deportista ruso ni bielorruso apoya la guerra. Nadie. ?C¨®mo vamos a hacerlo? Por supuesto que no. Si pudi¨¦ramos detenerla, lo har¨ªamos, pero por desgracia eso no est¨¢ en nuestras manos¡±, concluye.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.