Un desesperado Alcaraz se despide de Canad¨¢ y el renacido Davidovich se cuela en semifinales
El murciano se frustra y vuelve a ceder ante Tommy Paul (6-3, 4-6 y 6-4), mientras que el malague?o, m¨¢s sereno que nunca, se deshace de Mcdonald (6-4 y 6-2) y luchar¨¢ contra De Minaur por un puesto en la final
Una de cal y otra de arena para los espa?oles en la jornada de los cuartos de final del M¨¢sters 1000 de Toronto porque el murciano y el andaluz tuvieron desenlaces diferentes. De hecho, fueron polos opuestos. Alcaraz, inc¨®modo y bloqueado, volv¨ªa a ceder ante Tommy Paul (17? clasificado) y Davidovich, sonriente y calmado, se deshac¨ªa de Mcdonald (59? en el r¨¢nking). El malague?o se cuela con facilidad en semifinales mient...
Una de cal y otra de arena para los espa?oles en la jornada de los cuartos de final del M¨¢sters 1000 de Toronto porque el murciano y el andaluz tuvieron desenlaces diferentes. De hecho, fueron polos opuestos. Alcaraz, inc¨®modo y bloqueado, volv¨ªa a ceder ante Tommy Paul (17? clasificado) y Davidovich, sonriente y calmado, se deshac¨ªa de Mcdonald (59? en el r¨¢nking). El malague?o se cuela con facilidad en semifinales mientras que el n¨²mero uno se desvanece entre gritos y reproches. Parec¨ªa que se hab¨ªan intercambiado los papeles porque nunca antes se hab¨ªa visto a un Alcaraz tan mosqueado y a un Davidovich tan calmado. El malague?o se planta en sus primeras semifinales de un Masters 1000 de pista dura donde le espera Alex de Minaur (este s¨¢bado, no antes de las 20:30 en Movistar +) y el de El Palmar pone rumbo a Cincinnati para confirmar su condici¨®n de n¨²mero uno en el US Open.
Alcaraz ya no pudo evitar la derrota despu¨¦s de pasearse por el abismo ante Hurkacz la pasada noche. Desafinado y con malas sensaciones otra vez desde el inicio, como si no terminase de sentir la bola, el espa?ol perd¨ªa su servicio en el primer juego y se volv¨ªa a repetir la escena de los dos primeros partidos. Esta vez ante un Tommy Paul r¨¢pido como un gato, ocupando toda la pista y meti¨¦ndose dentro de la ella mientras hilaba cada vez m¨¢s fino con su drive. Se gustaba el americano ante la incomodidad del espa?ol, que solo negaba con la cabeza. Tras una doble falta del n¨²mero uno, Paul se hac¨ªa con la primera manga por 6-3 en 41 minutos para frustraci¨®n de Carlitos que lanzaba la raqueta contra su banco, desesperado sin terminar de entender lo que estaba ocurriendo.
¡°?Carlos, no puedes fallar esto!¡±
No pod¨ªa atacar ni un momento el espa?ol que se agobiaba, no hallaba ninguna soluci¨®n hasta que estall¨® de una forma nunca vista: ¡°?No puedo, no puedo, es que no puedooooo!¡±, los decibelios solo hac¨ªan que subir ¡°?C¨®mo se puede tener tan poco feeling, es que es incre¨ªble!¡± se recriminaba a gritos. Su banquillo, incr¨¦dulo, no sab¨ªa que responder ante una espiral tan negativista mientras que Paul observaba, como si fuera un actor secundario, la autodestrucci¨®n del n¨²mero uno.
La grada de Toronto se enfri¨® al ver una versi¨®n tan desconocida del murciano hasta que, de repente y cuando nadie se lo esperaba, se sacaba uno de sus trucos: consegu¨ªa un winner golpeando por debajo de las piernas y provocaba el rugido de la gente. Carlitos, por primera vez en todo el partido, se re¨ªa, y levantaba el brazo con un gesto m¨¢s de disculpa, por su nivel mostrado, que de celebraci¨®n. Nadie pod¨ªa esperarse ese giro de los acontecimientos, le cambiaba la cara al espa?ol y ese orgullo herido, esa ¨¦pica interna volv¨ªa, por en¨¦sima ocasi¨®n, a salir a escena. Romp¨ªa el servicio de Paul e inexplicablemente Alcaraz, s¨ª, otra vez m¨¢s, se llevaba el 2? set por 6-4.
El encuentro entraba en una nueva dimensi¨®n y las fuerzas se igualaban con un Carlitos desahogado, pero Paul, que segu¨ªa a pi?¨®n fijo, no se dej¨® intimidar por el cambio de actitud del murciano y romp¨ªa su servicio para colocarse con 5-2. Por tercera vez en esta semana, y en la noche m¨¢s complicada, el de El Palmar no ten¨ªa otra opci¨®n que luchar de nuevo. Sin embargo, ya no quedaba m¨¢s ¨¦pica en la raqueta del n¨²mero uno y, como ya ocurri¨® el a?o pasado, el americano se llevaba un encuentro donde las emociones del espa?ol colapsaron.
Se marcha de Toronto Carlos Alcaraz que nunca termin¨® de sentirse c¨®modo en su traves¨ªa por Canad¨¢. Aunque no tendr¨¢ mucho tiempo de lamentarse porque la pr¨®xima semana tendr¨¢ que rendir en Cincinatti con un Novak Djokovic descansado y de vuelta. All¨ª tendr¨¢ otra oportunidad de asegurar el n¨²mero uno para su defensa del US Open.
Davidovich: m¨¢s zen que nunca
Todo lo contrario se produjo al mediod¨ªa en Toronto, donde se pase¨® por la pista central un nuevo Davidovich que, tras la debacle de Wimbledon, se planta en la pen¨²ltima ronda de Canad¨¢ con una tranquilidad y una mentalidad inh¨®spita en un jugador que siempre ha sido volc¨¢nico e irregular. Disfrut¨® el malague?o que venc¨ªa s¨®lido y estable al americano Mcdonald, por 6-4 y 6-2 en 1 hora y 36 minutos. Algo ha cambiado en Alejandro porque cuando la oscuridad se cern¨ªa sobre ¨¦l, tras aquel saque con 8-8 en el s¨²per tie break ante Rune en Wimbledon, el malague?o apareci¨® en Canad¨¢ con un aura nueva. Su expresi¨®n facial dentro de la pista lo dice todo y sus resultados lo notan: antes de derrotar a Mcdonald no dio opci¨®n a Wolf en primera ronda (6-0 y 6-2), barri¨® a Zverev en la segunda (6-1 y 6-2) y resisti¨® ante Ruud en octavos (7-6(4), 4-6 y 7-6(4)).
¡°Quiero sonre¨ªr m¨¢s y m¨¢s, ya que cuando sonr¨ªo siento que mi juego fluye a trav¨¦s de mi cuerpo. Si estoy feliz, mi juego funciona. Si estoy enfadado, no puedo ganar ni un punto¡±, declaraba el espa?ol, aunque para ¡®Foki¡¯ el cambi¨® se ha producido fuera de la pista: ¡°Las buenas rutinas y los buenos h¨¢bitos son lo m¨¢s importante. Antes me pasaba mi tiempo libre en redes sociales, y me di cuenta de que estaba malgastando much¨ªsimo tiempo. He empezado a leer este verano¡±.
Davidovich entra en sus primeras semifinales del 2023 y se asegura ser cabeza de serie en Nueva York tras ascender al 23? de la clasificaci¨®n, el mejor puesto de su carrera. Adem¨¢s de presentar su candidatura al t¨ªtulo, busca la redenci¨®n y mantener la estabilidad mostrada a lo largo de la semana en Toronto. El de M¨¢laga, con su nueva sonrisa, tendr¨¢ la oportunidad de mostrar que su cambio de mentalidad le puede llevar, de nuevo, a una final de M¨¢sters 1000.
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