La salud mental en el deporte: c¨®mo las nuevas generaciones rompieron el tab¨² y aprendieron a parar
Los trastornos mentales en deportistas han ganado visibilidad en los ¨²ltimos a?os gracias a los referentes p¨²blicos como Ricky Rubio, el objetivo ahora es la prevenci¨®n y la acci¨®n tangible
Parar para cuidar la salud mental ya no da miedo. Ya no hay tab¨², ya no hay secretismo. Ni estigma. Carlos Alcaraz habla de su psic¨®loga abiertamente. Carolina Mar¨ªn, tambi¨¦n. Ricky Rubio anuncia un descanso para recuperar su bienestar, y ...
Parar para cuidar la salud mental ya no da miedo. Ya no hay tab¨², ya no hay secretismo. Ni estigma. Carlos Alcaraz habla de su psic¨®loga abiertamente. Carolina Mar¨ªn, tambi¨¦n. Ricky Rubio anuncia un descanso para recuperar su bienestar, y Simone Biles da un paso atr¨¢s durante dos a?os para dar tres hacia adelante ahora. Se march¨® de Tokio y hoy, m¨¢s entera, piensa en Par¨ªs. La salud mental en el deporte ha ocupado portadas, ha transformado Juegos Ol¨ªmpicos y ha pasado a ser un tema recurrente en los clubes durante la ¨²ltima d¨¦cada. Cada vez m¨¢s referentes de la ¨¦lite han hablado sobre depresi¨®n y ansiedad, y la figura del psic¨®logo deportivo se ha convertido en imprescindible. Ahora, hay que poner una marcha m¨¢s. ¡°Visibilidad, mensajes, campa?as¡ ya no vale. Hay que dar un paso m¨¢s. Hay que enfocarse en la acci¨®n factible¡±, explica Ben Miller, director de medios de la Common Goal, plataforma de acci¨®n contra los retos principales de la sociedad.
¡°Las situaciones de emergencia que estamos viviendo desde hace un tiempo ¡ªcomo la pandemia¡ª han provocado que la salud mental sea la principal preocupaci¨®n de los ciudadanos. Su visibilidad obedece a una madurez de la sociedad para abordar un tema marcado por la verg¨¹enza, la culpa y la desinformaci¨®n¡±, explica Rafael Tabar¨¦s, catedr¨¢tico de Psiquiatr¨ªa de la Universidad de Valencia e investigador del Cibersam. Para Xesco Espar, exentrenador de balonmano del FC Barcelona y experto en alto rendimiento, la clave radica en que ¡°deportistas que se atreven a hablar p¨²blicamente sin miedo a ser estigmatizados y, con eso, lo normalizan¡±.
El ¨²ltimo caso ha sido el de Ricky Rubio. El jugador de baloncesto ha decidido parar para cuidarse. No estaba bien. Ni sus compa?eros ni entrenadores se percataron de ello. ¡°He estado con ¨¦l y no hemos sido capaces de verlo¡±, afirmaba su amigo y capit¨¢n de la selecci¨®n Rudy Fern¨¢ndez. Su compa?ero, el alero ?lex Abrines, tambi¨¦n sufri¨® una depresi¨®n y tuvo que abandonar la NBA a principios de 2019. No pod¨ªa ni siquiera salir a la pista. ¡°Es como una lesi¨®n. Te inhabilita para competir. Hay que darle importancia al per¨ªodo de recuperaci¨®n psicol¨®gica igual que al de recuperaci¨®n f¨ªsica, y depender¨¢ de cada deportista: hay personas que necesitan tres meses y otros, un a?o. Pero parar demuestra mucha valent¨ªa¡±, explica Mar¨ªa Cabrera, psic¨®loga del deporte. ¡°Personas como Ricky Rubio que aparecen explicando esto y actuando en consecuencia demuestran as¨ª su madurez y la necesidad de cuidarse¡±, comenta Tabar¨¦s.
¡°Los m¨¢s vulnerables son los que empiezan desde muy j¨®venes, sobre todo al principio, y necesitan ayuda para gestionar la presi¨®n de las expectativas, y todo lo que sea en relaci¨®n a su econom¨ªa y lo que les puede llegar a cambiar la vida¡±, a?ade Cabrera. La precocidad de Rubio es compartida con la exfutbolista Irene L¨®pez: con 17 a?os ganaba un Mundial y a los 20 anunciaba que dejaba el f¨²tbol. Lo hab¨ªa aborrecido: estr¨¦s, frustraci¨®n y una excesiva exigencia para una jugadora que hab¨ªa debutado en Primera con 15 a?os. ¡°Los deportistas de ¨¦lite, sobre todo j¨®venes, tienen muy ligada su identidad p¨²blica a su personalidad¡±, explica Espar. El bache profesional y de su imagen p¨²blica se convierte, al final, en un fracaso personal.
Estos problemas son, lejos de ser casos puntuales, habituales. Seg¨²n la OMS, alrededor de 280 millones de personas sufren depresi¨®n en el mundo. Y m¨¢s de 700.000 se quitan la vida. Un estudio realizado por la Universidad de Toronto recoge que los atletas de ¨¦lite son m¨¢s propensos a experimentar trastornos de salud mental, como la depresi¨®n y la ansiedad, a causa del estr¨¦s y la presi¨®n desmedida. Seg¨²n el estudio, m¨¢s del 41% de los atletas del equipo nacional de Canad¨¢ que entrenaban para Tokio 2020 cumpl¨ªan criterios para el diagn¨®stico de trastornos mentales. FIFPRO, adem¨¢s, revel¨® que el 38% de los futbolistas en activo han sufrido s¨ªntomas de depresi¨®n. ¡°Los deportistas est¨¢n expuestos a un estr¨¦s mantenido durante mucho tiempo, y eso les ocasiona problemas de adaptaci¨®n, de incertidumbre o de tolerancia a la frustraci¨®n¡±, indica Cabrera. La saturaci¨®n de partidos es tambi¨¦n un problema, ¡°adem¨¢s de que competir fuera de casa dificulta el equilibrio entre vida personal y profesional¡±, explica Espar.
Los Juegos de Tokio marcaron un punto de inflexi¨®n en la salud mental en el deporte. Naomi Osaka era la elegida para encender el pebetero, un mes despu¨¦s de que, siendo la tenista n¨²mero dos en el mundo, abandonase Roland Garros. ¡°Tengo olas de ansiedad antes de hablar con los medios¡±, reconoci¨® Osaka, que llevaba lidiando con la depresi¨®n desde 2018. La tenista mejor pagada cay¨® en aquellos Juegos en la tercera ronda. Para Simone Biles ocurri¨® algo similar. Par¨® cuando estaba en lo m¨¢s alto de su carrera, con apenas 24 a?os. Padec¨ªa ansiedad. ¡°Es m¨¢s importante la salud mental que el deporte ahora mismo¡±, comentaba tras anunciar su retirada temporal. Ahora, recuperada, ha vuelto a competir tras dos a?os de descanso.
Ni el medallista ol¨ªmpico m¨¢s condecorado ni el autor del gol que le dio a Espa?a el Mundial de f¨²tbol en 2010 est¨¢n exentos de la depresi¨®n. Andr¨¦s Iniesta tambi¨¦n estuvo a punto de dejarlo todo. ¡°Ca¨ª en un pozo sin salida. Solo deseaba que llegase la noche para poder tomarme una pastilla y dormir. O buscaba ayuda o sab¨ªa a d¨®nde iba a parar¡±, explicaba el futbolista, que sigue acudiendo a terapia. En 2009 muri¨® su amigo Dani Jarque, y pas¨® por una ¨¦poca depresiva antes de la Copa del Mundo.
Como ¨¦l, Michael Phelps tambi¨¦n sufri¨® una depresi¨®n tras anunciar su retirada tras los Juegos de Londres 2012. ¡°Llegu¨¦ a poner mi vida en peligro. En 2014 hab¨ªa momentos en los que no quer¨ªa vivir¡±, aseguraba el tibur¨®n de Baltimore, que hab¨ªa pensado en el suicidio.
El cambio de los j¨®venes
Algunos deportistas intentaron suicidarse. Otros lo lograron. Blanca Fern¨¢ndez Ochoa, la primera mujer en conseguir una medalla ol¨ªmpica para Espa?a, acab¨® con su vida en 2019. Sufr¨ªa un trastorno bipolar. El ¨¦xito lleg¨® demasiado pronto para ella y, con 56 a?os, apareci¨® muerta en la sierra de Cercedilla, tras d¨ªas desaparecida. Robert Enke, con 32 a?os, se arroj¨® a las v¨ªas del tren a causa de una depresi¨®n que sufri¨® tras su paso por el Bar?a y el Fenerbah?e y agravada por la muerte de su hija de dos a?os. Gary Speed, Andres Biermann o Francesc Arnau tambi¨¦n acabaron con sus vidas tras episodios de problemas de salud mental.
Para evitar estos casos, la Common Goal ¡ªformada por unos 250 futbolistas y entrenadores¡ª se ha unido a la lucha por la salud mental con el f¨²tbol como motor de cambio. ¡°Nunca he visto tanto inter¨¦s en un tema. Todo el mundo quiere tomar acci¨®n¡±, comenta Miller. En Inglaterra, a?ade, uno de cada cuatro futbolistas tiene problemas de salud mental, una cifra que ha aumentado un 49% en cinco a?os. ¡°Trabajamos con un modelo dividido en dos: recursos y ayuda inmediata, y dar herramientas y crear una red para ayudar a compa?eros y gente de la comunidad¡±, cuenta Miller.
Para ¨¦l, la acci¨®n debe producirse desde arriba hac¨ªa abajo, y viceversa. J¨®venes, grupos de fans, directivos, staff y la ¨¦lite. ¡°El poder que tiene el deporte es ¨²nico. Tenemos que trabajar en un cambio radical¡±, afirma el responsable de la plataforma. Para Cabrera, el objetivo es la prevenci¨®n: ¡°el foco de actuaci¨®n de los psic¨®logos deportivos est¨¢ en potenciar las habilidades, m¨¢s all¨¢ de intervenir cuando hay un problema¡±. Algo tienen en com¨²n Alcaraz, Mar¨ªn y Biles: el hurac¨¢n de una nueva generaci¨®n. ¡°La gente joven, los chicos de la generaci¨®n zeta y alfa, se sienten c¨®modos al hablar de salud mental. Esto me da fe de que estamos en un momento de revertir la situaci¨®n¡±, explica Miller. Una nueva ola de deportistas de ¨¦lite que hablan, c¨®modamente, de lo que sucede en su mente, como de lo que sucede en su f¨ªsico. No hay miedo. No hay tab¨². Hay cotidianidad. Ahora queda actuar.
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