Los talleres para padres a pie de calle de ?lex Remiro: ¡°Hay que mojarse¡±
El portero de la Real, muy preocupado por la salud mental, idea, financia y participa en sesiones con progenitores y ni?os para evitar actitudes violentas en las canteras, y gestionar el ¨¦xito y fracaso de los peque?os
El portero de la Real Sociedad ?lex Remiro afront¨® con 20 a?os el partido que m¨¢s ilusi¨®n le hab¨ªa hecho hasta entonces y tambi¨¦n uno de los que m¨¢s huella le han dejado. Naci¨® y creci¨® en un pueblo de la Ribera de Navarra (Cascante), en ese momento jugaba en el Bilbao Athletic, y ese domingo de 2015 se enfrentaba a Osasuna en El Sadar, en Segunda. ¡°Es el equipo de mi tierra y pod¨ªa ir toda mi familia¡±, advierte sentado y algo estirado en una silla de colegio con su 1,91 de altura. ¡°Estaba calentando y, de repente, escucho una voz de hombre grit¨¢ndome de todo y todo el rato. En una de esas, me doy la vuelta y veo que estaba con un ni?o y que era de mi pueblo. ?Viv¨ªa a dos calles de casa de mis padres! Ojo, y en Cascante se comportaba tan normal, eh. No par¨® de insultar¡±, recuerda.
Aquel fue uno de esos episodios de vida que ayudan a explicar qu¨¦ hace ahora el guardameta un viernes por la tarde en el front¨®n de A?orga, un barrio de San Sebasti¨¢n, corriendo, saltando y conversando con padres y ni?os. Es el taller que ha ideado, organizado, financiado y ofrecido a medio centenar de clubes de f¨²tbol de Guip¨²zcoa, la mitad de la provincia, para tratar de reeducar a padres hooligan, dar herramientas a las familias con las que gestionar el ¨¦xito y el fracaso, y afrontar otros asuntos como la parentalidad positiva, el bullying y la motivaci¨®n de los m¨¢s peque?os en el deporte. Su intenci¨®n es ampliarlo a los ¨¢rbitros y entrenadores.
¡°No s¨¦ si soy el mejor ejemplo, pero s¨ª me he currado el tema mental. Los futbolistas tenemos un altavoz que quiero usar. Incluso, deber¨ªamos hacerlo, aunque no todos nos mojamos. Y tambi¨¦n soy portero [este s¨¢bado se enfrenta al Athletic en San Mam¨¦s; 16.15, Movistar], que tambi¨¦n habr¨¢ influido en mi inter¨¦s por el asunto mental¡±, se arranca Remiro antes de entrar en el front¨®n, saludar a la muchachada ¡ª¡±?te puedo dar un abrazo?¡±, le suelta una ni?a¡ª, y participar, igual que el resto, en una yincana de juegos en la que un ni?o le empuja a imitar el siuuuuu de Ronaldo (aunque con una variaci¨®n introducida por el meta).
Los futbolistas tenemos un altavoz, aunque no todos nos mojamos
¡°Todo son juegos para llegar a los mensajes que queremos transmitir, rompemos con el esquema de ir a escuchar al profesional¡±, comenta Elena Beltza, una de las dos psic¨®logas, junto a Irati Garz¨®n, contratadas por el portero a partir de una oferta en Linkedin y en cuya selecci¨®n final particip¨® ¨¦l directamente. Las dos dirigen, y sudan, los talleres, divididos en tres sesiones, en un traj¨ªn continuo que termina a las ocho de la tarde, sentados todos en c¨ªrculo ¡ªcasi en la intimidad¡ª, donde unos a otros se van sacando tarjetas verdes para destacar lo positivo de los dem¨¢s.
Han elaborado una gu¨ªa junto a F¨²tbol M¨¢s, la asociaci¨®n que les da soporte, la Universidad Aut¨®noma de Madrid, la de Baleares y Unicef, pero Beltza y Garz¨®n ¡ªla primera, con experiencia en La Masia; la segunda, en Lezama y el Eibar¡ª aclaran que su objetivo no es aleccionar ni ense?ar a ser padres. ¡°El deporte te ense?a a ser m¨¢s humilde, respetuoso y emp¨¢tico, pero no por practicarlo eres as¨ª autom¨¢ticamente. Hay que fomentarlo y promover espacios seguros para que se respeten los derechos de los ni?os. Tambi¨¦n les hablamos de la resiliencia como un valor clave¡±, explica Elena Beltza.
¡°La evoluci¨®n de los padres ha ido a peor¡±, considera Remiro. ¡°Ahora hay m¨¢s dinero en el f¨²tbol y las canteras trabajan mejor. Existe m¨¢s seguimiento de los chavales. Eso ha hecho que las expectativas de los mayores hayan subido y, por lo tanto, los peligros potenciales, tambi¨¦n. Yo cerrar¨ªa los entrenamientos a los padres. Algunos parece que dejan de trabajar para ir. Y tambi¨¦n los bares de los campos. Los partidos, no, porque esto no deja de ser una competici¨®n¡±, argumenta el meta de la Real.
Ayudar a reducir el fen¨®meno de los padres hooligan es uno de los puntos clave del taller. El h¨¢ndicap, admite el portero, es que a este tipo de progenitores les cuesta asistir a estas actividades. ¡°Me gustar¨ªa que hubiera m¨¢s participaci¨®n¡±, admite Kepa Miran, el coordinador del A?orga, el club que estren¨® este proyecto y un referente del f¨²tbol femenino (gan¨® tres Copas de la Reina en los noventa). ¡°Los padres son muchas veces reticentes por lo acelerado del d¨ªa a d¨ªa y porque igual no se ven recibiendo una formaci¨®n¡±, explica Miran.
¡°Otras veces me han propuesto hacer donaciones o que pusiera el rostro para determinados proyectos, pero fueron malas experiencias. Ahora quiero hacerlo bien, implicarme. Si en un club viene solo una familia, pues una¡±, enfatiza Remiro, que en A?orga recibi¨® a una decena de padres mientras otros observaban el taller en la distancia.
Era un ni?ato futbolista, hasta que hice el clic con una psic¨®loga
A ¨¦l, dice, los suyos siempre le dejaron, por suerte, la cuerda larga. Se march¨® al Athletic a los 14 y confiesa que en el profesionalismo el clic mental lo dio con Mar, su psic¨®loga, con la que lleva trabajando alrededor de una d¨¦cada. ¡°Me fui cedido al Levante, pero yo no quer¨ªa. Empec¨¦ muy mal y, en lugar de mirarme a m¨ª, culpaba al resto. Hasta que mi representante me pas¨® su tel¨¦fono. Con 20 a?os, pensaba: ¡®?qu¨¦ voy a hablar yo con una t¨ªa que no conozco de nada?¡¯. Al principio, las sesiones iban muy mal. Ella me lo dice: era un ni?ato futbolista que se pega el primer golpe y cree que el problema es del resto. Mar no se ganaba la vida conmigo, pero le motiv¨® el reto de hacerme mejor. Y menos mal. Al a?o siguiente, en el Huesca, hice el cambio. Es muy f¨¢cil desviarte¡±, recuerda Remiro.
Con el periodismo y las cr¨ªticas, explica que tambi¨¦n ha tenido una evoluci¨®n. ¡°Antes, mi m¨¦todo era no leerlas, no las entend¨ªa. Ahora no les doy m¨¢s importancia¡±, se?ala el meta, que asegura que mastic¨® con normalidad quedarse fuera de la ¨²ltima lista de Espa?a. Un proceso, el de la censura externa, que tuvo un momento importante en el derbi de octubre de 2021, cuando un fallo suyo le concedi¨® el empate al Athletic. ¡°Al llegar a casa, borr¨¦ la aplicaci¨®n y me dije que no volver¨ªa hasta que estuviera preparado. Ahora, cuando veo a un joven en el vestuario en Twitter o Instagram nada m¨¢s terminar un partido, les recomiendo que no se metan. No les ayuda¡±, indica.
Las redes y la tecnolog¨ªa, antes y despu¨¦s, acaban siendo uno de los puntos sensibles de estos talleres. ¡°Algunos padres se quejan de que sus hijos est¨¢n mucho con la maquinita. ?Pero sab¨¦is a qu¨¦ juegan?, les respondemos. Porque igual es interesante¡±, subraya la psic¨®loga Irati Garz¨®n. ¡°La idea es que se vayan con reflexiones para ellos mismos. Ni nosotras ni ?lex somos padres ni madres. No les damos lecciones de vida¡±, zanja.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.