La cueva del dolor de Courtney Dauwalter
La estadounidense expande los l¨ªmites de la mujer en la ultradistancia tras ganar tres carreras de 100 millas en apenas dos meses, un hito sin precedentes
Courtney Dauwalter se consagr¨® a principios de septiembre en los 171 kil¨®metros del Ultra Trail del Mont Blanc como la mejor ultrafondista de la historia. No solo por ganar en Chamonix el santo grial de la disciplina por tercera vez, sino por completar una triple corona sin precedentes junto a las 100 millas de la Western States y las Hardrock. Todo en apenas dos meses. Es su cueva del dolor, el hedonismo de alguien que necesita obst¨¢culos para existir. ¡°Esto es lo que me enciende. Mi esperanza es que todo el mundo lo encuentre. No creo que tengamos que pensar en el porqu¨¦, sino inspirarnos unos a otros. Ir con todo¡±.
Tras dominar con pu?o de hierro el UTMB, sus ¨²ltimas horas ¨Ctard¨® m¨¢s de 23¨C fueron ag¨®nicas, asegurando los apoyos en las bajadas hasta el punto de ir andando. ¡°Fue realmente duro. En la segunda parte de la carrera hab¨ªa vaciado todo el poder de mis piernas. Estaba en lo m¨¢s profundo de mi cueva del dolor, confiando en el aspecto mental, pero por mucho que me empe?ara, no se transformaba en energ¨ªa. Era lo que me quedaba despu¨¦s de un gran verano y tuve la suerte de volver a Chamonix¡±. Fue el precio por su haza?a. ¡°Era inevitable que llegara al final de mis reservas, nunca hab¨ªa pedido tanto a mi cuerpo ni a mi mente. Sab¨ªa que llegar¨ªa a ese momento en el que no me quedara nada, pero no sab¨ªa cu¨¢ndo¡±. Su defensa fue estar lo m¨¢s fresca posible de cabeza y no sentirse frustrada. ¡°Vale, busca la manera de seguir moviendo los pies para llegar a meta¡±, se dec¨ªa a s¨ª misma.
Mientras otros corredores a¨²n segu¨ªan en la monta?a, ella presum¨ªa de haber vuelto de una pieza m¨¢s que de la victoria. ¡°Quer¨ªa saber qu¨¦ se sent¨ªa tras hacer estas tres carreras. Ha sido una locura; nada m¨¢s acabar una est¨¢bamos preparando la siguiente. Espero que en los pr¨®ximos meses pueda repasar cada carrera y celebrar un gran verano¡±. Celebrar significa ¡°mucho descanso¡± y ¡°probablemente unas cervezas¡±, un lujo del que no pudo disfrutar tras el UTMB porque su est¨®mago no le dio tregua. Se lo tomar¨¢ con calma para empezar 2024 con las pilas cargadas. ¡°Me siento destrozada, no tengo ning¨²n deseo de hacer cosas dif¨ªciles¡±.
No todas las odiseas de Courtney, de 38 a?os, terminaron bien. Tuvo que ser hospitalizada por una bronquitis cuando intentaba correr 800 kil¨®metros en Colorado. Pero el esp¨ªritu que forj¨® con su primera marat¨®n en asfalto es inquebrantable. ¡°Mi motivaci¨®n por correr nunca es por un puesto o por un tiempo, sino por descubrir lo que es posible. Mi participaci¨®n en estas carreras est¨¢ motivada al cien por cien por la curiosidad. ?De qu¨¦ somos capaces? ?Qu¨¦ podemos hacer los humanos? Quiero poner esto a prueba todo lo posible. Nuestros cuerpos y mentes son incre¨ªbles, cuando los juntamos para una causa es muy guay lo que descubrimos¡±.
Su historia ha derribado muchas barreras de la mujer en la ultradistancia, con puestos de honor en clasificaciones generales como su s¨¦ptimo lugar en el UTMB del a?o pasado, uno de tantos en grandes carreras como las grandes de EE UU o Transgrancanaria. Algo que la ¨¦lite masculina ha recibido con admiraci¨®n. ¡°La comunidad del ultra running es muy cercana. Da igual al lado de qui¨¦n corra, siempre nos apoyamos unos a otros. Quiero lo mejor para ellos porque s¨¦ que ellos quieren lo mismo para m¨ª. Me dan igual los resultados, compito como humana¡±.
Su historia es un veh¨ªculo poderoso para llevar a m¨¢s mujeres a esa cueva del dolor. ¡°Espero poder ayudar, que vean que pueden enfrentarse a algo que suena muy duro. Si podemos tener a m¨¢s mujeres en este deporte, ser¨ªa incre¨ªble¡±. No tiene la respuesta a por qu¨¦ no hay m¨¢s, pero promete seguir intent¨¢ndolo. ¡°Quiz¨¢s que haya pantalones largos puede ayudar a algunas mujeres a sentirse m¨¢s c¨®modas a salir a la monta?a si eso era lo que les mantiene alejadas¡±.
El ambiente que vivi¨® en su vuelta a la manzana del Mont Blanc es una de sus recompensas. ¡°Tienes dos caras. Esos pueblos en los que la gente grita como loca, d¨¢ndote toda su el¨¦ctrica energ¨ªa, y estar all¨ª en las monta?as por ti misma, con tu frontal, solamente t¨², con tu respiraci¨®n y tus pisadas¡±.
Su equilibrio para un deporte muy mental: usar esa energ¨ªa de los avituallamientos en la soledad de la madrugada. El mejor ejemplo, Notre Dame de la Gorge, a las puertas de la oscuridad. ¡°Es un lugar de locos, y de repente te diriges a tierra de nadie. La noche era tan silenciosa, la luna casi estaba llena¡ Es como una gran aventura y, a la vez, est¨¢s en una fiesta¡±. Sus ojos est¨¢n recreando esa escena. Por un momento, viaja a otra dimensi¨®n y transmite una felicidad apabullante pese a mantenerse a duras penas en pie. ¡°Todos podemos esperar m¨¢s de nosotros mismos. ?Por qu¨¦ no intentarlo?¡±
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