Las penurias de la selecci¨®n espa?ola de cr¨ªquet: de la pista de cemento al bronce europeo
El combinado nacional, con jugadores de Pakist¨¢n, India y Bangladesh, no tiene federaci¨®n ni recursos para practicar un deporte que ser¨¢ ol¨ªmpico en 2028
Pista de cemento, ladrillos y maleza. Un espacio reducido para que la selecci¨®n espa?ola de cr¨ªquet practique el segundo deporte m¨¢s popular del mundo, tras el f¨²tbol, con 2.500 millones de seguidores. Fundado por los ingleses y extendido a los pa¨ªses de la Commonwealth, en Los ?ngeles 2028 ser¨¢ un deporte ol¨ªmpico junto al lacrosse, squash, b¨¦isbol-softbol y flag football. Aunque lo har¨¢ en el formato T20, mientras que la selecci¨®n ha competido en T10, m¨¢s corto y r¨¢pido. En Espa?a no hay federaci¨®n, recursos suficientes ni condiciones profesionales para los jugadores. Algunos han perdido su trabajo por ausentarse para competir, y otros han tenido que dejar el deporte para no seguir el mismo camino.
Se pagan su propio material, aunque reciben subvenciones para los viajes. ¡°Estamos en proceso de ser una federaci¨®n¡±, asegura Juan Carlos Rodr¨ªguez, presidente de Cricket Spain, la agrupaci¨®n detr¨¢s de varios clubes. En Espa?a tan solo hay cinco campos de cr¨ªquet, todos en la costa. Pero nada ha impedido que la selecci¨®n, con jugadores de or¨ªgenes diversos y con la multiculturalidad por bandera, lograse el bronce dos a?os seguidos en el Campeonato Europeo T10 celebrado en C¨¢rtama (M¨¢laga).
Una pol¨¦mica en redes empa?¨® a la selecci¨®n: fueron objeto de racismo por un v¨ªdeo donde sal¨ªa el equipo escuchando el himno nacional. ¡°Las procedencias son diversas, pero todos son espa?oles. Tenemos jugadores de Pakist¨¢n, Bangladesh, India, Sud¨¢frica, Inglaterra y Espa?a. Si no aceptan el deporte en un pa¨ªs, tienes que lograr los ¨¦xitos con gente que lo ha conocido fuera¡±, destaca el presidente. ¡°No nos afect¨®. Simplemente lo ignoramos. Seguiremos jugando para Espa?a¡±, reconoce, orgulloso y sereno, el jugador Awais Yasin Ahmed (Pakist¨¢n, 32 a?os).
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— Jaime G¨®mez (@Rincon_Deporte) September 27, 2023
?? ESPA?A vence de forma contundente a FRANCIA en FINAL Grupo A por 7 wickets
? C¨¢rtama Oval, M¨¢laga, 16-20 OCT ? BRONCE en 2022
? BABAR es la nueva referencia ofensiva junto a DOYLE-CALLE ?? pic.twitter.com/Sh32cYbHDp
Awais aparca su taxi para jugar y entrenar. Vive en Cornell¨¢ de Llobregat, pero se acerca cuando puede al espacio cedido por el Ayuntamiento de Badalona. Lleg¨® en 2010 a Espa?a y lleva ocho a?os jugando al cr¨ªquet en la selecci¨®n espa?ola. ?l es quien ejerce de entrenador entre los cinco amigos y compa?eros del equipo nacional que se re¨²nen en Badalona para entrenar dos o tres veces por semana durante un par de horas. Todos son de Pakist¨¢n, y cada uno de ellos pertenece a un club catal¨¢n, ¨¢mbito donde s¨ª existe una federaci¨®n. ¡°En Catalunya hay 52 clubes de femenino y masculino. Aqu¨ª hay futuro a nivel mundial¡±, explica Awais.
Todos tienen algo en com¨²n: vivieron y nacieron con el cr¨ªquet en sus pa¨ªses de origen. Colegios, escuelas, ligas de pueblo, y de barrio. En Espa?a se fueron encontrando unos a otros. Algunos eran del mismo barrio y jugaban en un aparcamiento en Sant Adri¨¤. ¡°Llevamos juntos casi 10 a?os. Somos pr¨¢cticamente familia¡±, asegura Babar Khan (Pakist¨¢n, 24 a?os) sentado en un borde de la pista donde entrenan.
Y tambi¨¦n sufren las dificultades econ¨®micas que les arrastra el deporte. ¡°Cuando dejo el taxi no estoy cobrando. Y aunque los viajes los paga Cricket Spain, el material es nuestro. Nos falta una federaci¨®n¡±, desarrolla Awais, padre de dos hijas. Y a?ade, preocupado: ¡°Muchos han perdido el trabajo por jugar al cr¨ªquet, o han dejado el deporte¡±.
Hamza Saleem Dar (Pakist¨¢n, 28 a?os) estuvo a punto de no viajar al Europeo. ¡°Tambi¨¦n soy taxista. Mis jefes, en principio, no me dejaban ir a competir¡±, cuenta. Se convirti¨® en el MVP del torneo. Lleva 10 a?os viviendo en Badalona, y empez¨® porque sus amigos le comentaron que exist¨ªa una liga de cr¨ªquet. Ahora lleva m¨¢s de cuatro a?os como jugador de la selecci¨®n. ¡°Todos trabajamos. Y el d¨ªa que no lo hacemos, no ganamos nada. Los que est¨¢n casados y tienen hijos no les salen las cuentas a final de mes. Incluso algunos de nosotros hemos tenido ¨²ltimos avisos en nuestros puestos por marcharnos a jugar¡±, explica Babar. ¡°A otros les han echado o no han podido competir. Nos ausentamos varios d¨ªas cada dos meses¡±, a?ade el joven jugador.
Babar juega desde 2014 con sus compa?eros. ?l tambi¨¦n es taxista, y el cr¨ªquet es su refugio: ¡°Cuando estoy mal, vengo aqu¨ª y todo se pasa¡±. Vive desde hace 14 a?os en Badalona: ¡°Entrenamos aqu¨ª diferentes amigos de la selecci¨®n. El Ayuntamiento nos cede este espacio, pero no hemos podido instalar redes ni montarlo para que se acerque a c¨®mo es un partido. Solo entrenamos lo b¨¢sico. Estamos esperando si nos pueden dar algo mejor¡±.
Nada tiene que ver con el de un campo de cr¨ªquet, el¨ªptico y de hierba. Y no hay las protecciones necesarias, no pueden entrenar con m¨¢xima intensidad, ya que un lanzamiento de la bola maciza puede alcanzar los 145km/h y convertirse en un peligroso proyectil. Entre tochos de hormig¨®n y piedras montan su propio escenario en una pista de cemento: un bate plano, algunas protecciones para las piernas y la pelota. Sin wicket ¡ªutilizan un ladrillo¡ª casco o guantes. En Catalu?a, al igual que en Madrid y Sevilla, no hay campos de cr¨ªquet, tan solo uno de b¨¦isbol adaptado en cada ciudad. ¡°Tenemos algunos sitios en Espa?a donde entrenar con redes. Pero algunos practican en pistas de front¨®n, de tenis, de golf, o en espacios reducidos. Donde podemos entrenar, lo hacemos¡±, comenta Juan Carlos.
El ¨²ltimo en llegar al entreno es el lanzador m¨¢s r¨¢pido: Raja Adeel. Se comunican entre ellos en un dialecto de Pakist¨¢n, o en castellano, aunque en el vestuario de la selecci¨®n se habla ingl¨¦s. Entre ellos est¨¢ un estudiante de Ingenier¨ªa inform¨¢tica: Malik Mati Ur Rehman (Pakist¨¢n, 20 a?os), el m¨¢s joven de todos. Su material es el m¨¢s austero, ya que la equipaci¨®n completa puede superar los 1.000 euros. La compran, de su bolsillo, en Pakist¨¢n, ya que en Espa?a no encuentran el material. Tan solo el bate cuesta entre 200 y 400 euros, aunque los profesionales alcanzan los 700 u 800. La diferencia entre ellos, aseguran los jugadores, es notable.
Los deportistas no cobran
¡°Los deportistas no cobran nada. Cuando viajan les damos de comer, 15 euros diarios y las subvenciones nos da para los vuelos y la estancia¡±, explica Juan Carlos. ¡°Estamos en tr¨¢mites de ser federaci¨®n, pero necesitamos 65 clubes en seis regiones, y de momento, de los 109 que existen, tenemos 37 registramos¡±, a?ade el presidente de Cricket Spain, una asociaci¨®n creada en 2001 con la intenci¨®n de recuperar el primer impulso del grupo de brit¨¢nicos que cre¨® en 1975 el Madrid Club de Cr¨ªquet. Nacido en Sud¨¢frica y de padres gallegos, Juan Carlos conoci¨® all¨ª el deporte con ocho a?os, y ha sido el capit¨¢n de la selecci¨®n espa?ola.
Asociados a la ICC (Consejo Internacional de Cr¨ªquet), reciben subvenciones que rondan los 450.000 euros, aunque el presupuesto lo cifran entre los 700.000 y 900.000. ¡°No es suficiente para llevar el deporte. Si el CSD nos ayuda a ser federaci¨®n, tendremos m¨¢s recursos y tambi¨¦n podr¨ªamos lograr un patrocinio mayor¡±, asegura el exjugador. Actualmente, Cricket Spain cuenta con m¨¢s de 4.000 deportistas. ¡°Hemos crecido mucho. Cada vez somos m¨¢s competitivos¡±, explica Juan Carlos.
En los dos ¨²ltimos Europeos han logrado el tercer puesto. ¡°Recibimos un mensaje del entrenador de Inglaterra en el ¨²ltimo campeonato diciendo que ten¨ªa miedo de jugar contra nosotros. Eso es un orgullo para el equipo¡±, asegura el presidente. Pero el proceso no ha sido sencillo: ¡°Hemos perdido jugadores importantes en la selecci¨®n por trabajo y lesiones. Hemos luchado, pero tambi¨¦n es bueno y nos ense?a que tenemos un equipo que puede competir. Hay mucho talento¡±, contin¨²a. ¡°Los Juegos Ol¨ªmpicos es un paso adelante. Nos falta apoyo en Espa?a por desconocimiento¡±, recalca Juan Carlos. A pesar de estar en un proceso inicial, los jugadores son ambiciosos, y quieren m¨¢s: ¡°El resultado no era el que quer¨ªamos. En el futuro podemos ganar¡±.
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