Sara Andr¨¦s, una profesora de primaria y medallista en Par¨ªs: ¡°Quiero que los ni?os vean desde peque?os que existen otras realidades¡±

Para Sara Andr¨¦s Barrio (Madrid, 38 a?os) el atletismo no fue tanto una v¨¢lvula de escape, como una manera de volver a lo que era su vida. Antes del 2011. El deporte le gustaba desde que era ni?a. Practicaba karate, tenis, front¨®n e incluso h¨ªpica. Tambi¨¦n le gustaba mucho la naturaleza y estar al aire libre. Pero a los 25 a?os le fueron amputadas las dos piernas, por debajo de las rodillas, tras sufrir un accidente de tr¨¢fico. Se qued¨® inconsciente hasta que despert¨® en la camilla de un hospital. Nadie le dijo que hab¨ªa perdido sus extremidades. Se dio cuenta ella misma cuando se mir¨® las piernas, recubiertas por una manta. El choque fue total. Al cabo de un largo proceso de rehabilitaci¨®n se reincorpor¨® como profesora de primaria. Pero le faltaba algo: el atletismo. ¡°Para m¨ª signific¨® la vuelta a cuando ten¨ªa pies y pod¨ªa correr por m¨ª misma¡±, se?ala en Par¨ªs, donde participa en sus terceros Juegos Paral¨ªmpicos.

La velocista ya compiti¨® el pasado s¨¢bado en salto de longitud; termin¨® en d¨¦cima posici¨®n, con 4.52 metros. Pero a¨²n no ha terminado. El metal lo busca ahora en los 100 metros T64, donde es subcampeona del mundo y obtuvo el bronce en mayo, en el mundial de Kobe. Lo har¨¢ este jueves en la semifinal y el viernes en la final. La experiencia, de momento, le est¨¢ gustando mucho. Le impresiona lo llenos que est¨¢n los estadios.

¡°Nunca he competido con un estadio tan, tan lleno¡±, reconoce. ¡°Es una maravilla porque te animas mucho m¨¢s¡±. En las gradas, explica, no solo hay adultos, sino muchos ni?os. Han venido con sus familiares o con sus colegios. ¡°Eso es una maravilla porque al final se hace tambi¨¦n un poco de trabajo social, porque muchas veces los paral¨ªmpicos mostramos unos valores distintos¡± a los de los Juegos Ol¨ªmpicos.

En eso tiene experiencia. Andr¨¦s se dedica ahora al deporte, pero es profesora. Cuando mostraba las pr¨®tesis a los ni?os, estos se asombraban. A algunos les daba miedo, a otros no. Para naturalizar la discapacidad entre los m¨¢s peque?os, decidi¨® escribir cuentos. Y dos de ellos ya se han publicado.

¡°Lo que quiero es que los ni?os vean desde peque?os que existen otras realidades, contarles aventuras e historias, valores como el respeto o la empat¨ªa. Y que sobre todo, que cuando vayan por la calle y vean a una persona ciega con un perro gu¨ªa o a una persona en silla de ruedas o con pr¨®tesis, no se asusten. Que no tengan miedo a esa realidad extra?a, sino que les sea conocida y sobre todo, que tengan referencias¡±.

La paratleta tambi¨¦n se dirige a adultos a trav¨¦s de charlas y conferencias. En ellas cuenta su historia. El accidente. El hospital. El regreso a casa. El momento en que trat¨® de agarrar un vaso en la estanter¨ªa y no lo logr¨®. El darse cuenta de que su vida ha dado un vuelco y que ser¨¢ para siempre. Y el cambio que supone el drama a nivel personal. C¨®mo ve¨ªa la vida y c¨®mo la ve ahora.

¡°Antes era una chica muy exigente, lo quer¨ªa todo para ya. Le daba mucha importancia al qu¨¦ dir¨¢n, a las apariencias¡±, recuerda. ¡°Cuando todo se rebaja a la vida o a la muerte, en que te puedes morir o no, todo toma sentido y te das cuenta de lo que de verdad importa¡±, a?ade. En su caso fueron la familia y los amigos. Y despu¨¦s, una vez superado el duelo, el atletismo.

¡°El atletismo es volver a lo que hac¨ªa antes, a tener salud, a verme bien f¨ªsicamente¡±, explica la madrile?a desde la pista de entrenamiento. Para muchas personas, el deporte es como un trampol¨ªn o un puente para superar discapacidades. Pero para ella no fue as¨ª. ¡°Me apetec¨ªa ir a correr, a ser como era antes¡±, cuenta.

Poco a poco, se convirti¨® en su forma de vida. Y en su trabajo. La atleta fue doble medallista de bronce en el mundial de Londres de 2017, en 200 metros T44. No dej¨® de llover en toda la competici¨®n, pero a ella no le import¨®. Lo celebr¨® con saltos y volteretas. Tambi¨¦n se proclam¨® subcampeona del mundo de 100 metros en Par¨ªs en 2023. Y particip¨® en tres Juegos Paral¨ªmpicos. Los de R¨ªo en 2016, los de Tokio 2020 y los de ahora.

Recuerda los de R¨ªo con mucho cari?o. ¡°Fue un sue?o convertido en realidad. Y yo lo disfrut¨¦ much¨ªsimo. Tambi¨¦n por esa ingenuidad cuando inicias algo, de la ilusi¨®n que tienes¡±. El camino, sin embargo, no fue f¨¢cil. Antes de los Juegos le detectaron c¨¢ncer de tiroides y tuvo que parar durante seis meses. Tambi¨¦n sufri¨® un c¨¢ncer de piel.

Cuando relata lo que vivi¨®, Sara Andr¨¦s lo cuenta todo. Lo bueno y lo malo. Y c¨®mo se enfrent¨® a ello. ¡°El ser humano est¨¢ como programado para que lo f¨¢cil lo olvide y se complique con cosas que no tienen tanto sentido¡±, reflexiona. Y contin¨²a: ¡°Yo he tenido dos c¨¢nceres, he tenido una doble amputaci¨®n. La vida a m¨ª no me ha sonre¨ªdo para nada. Ahora bien, ?me quedo con lo malo o me quedo con todo lo positivo? Pues yo prefiero quedarme con lo positivo. ?Mi vida es una maravilla? No. ?Preferir¨ªa tener pies? S¨ª. ?Preferir¨ªa no haber tenido c¨¢ncer? Tambi¨¦n. Pero bueno, como no puedo elegir, pues lo que hago es adaptar. Es ser feliz adapt¨¢ndome¡±.

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