Doornekamp elimina al campe¨®n de la Copa del Rey a triple limpio

El campe¨®n Unicaja se despidi¨® a las primeras de cambio, an¨¦mico en su casa a la hora de intentar reverdecer el laurel e incapaz de frenar al francotirador Doornekamp. Jauja para el Tenerife, que en la reedici¨®n de la final del curso anterior se llev¨® el premio gordo.

El partido empez¨® de la forma m¨¢s extra?a posible, ya que el colegiado se?al¨® una falta personal de Diop en el salto inicial sobre Sima. Lo nunca visto. Aunque no ser¨ªa lo ¨²nico que hizo que las aficiones se fro...

El campe¨®n Unicaja se despidi¨® a las primeras de cambio, an¨¦mico en su casa a la hora de intentar reverdecer el laurel e incapaz de frenar al francotirador Doornekamp. Jauja para el Tenerife, que en la reedici¨®n de la final del curso anterior se llev¨® el premio gordo.

El partido empez¨® de la forma m¨¢s extra?a posible, ya que el colegiado se?al¨® una falta personal de Diop en el salto inicial sobre Sima. Lo nunca visto. Aunque no ser¨ªa lo ¨²nico que hizo que las aficiones se frotaran los ojos, toda vez que el el duelo sobre el parquet pronto se convirti¨® en una batalla de triples, en un rifirrafe de periferia a extrarradio, de toma esto y dame lo otro. A la que Doornekamp hizo pop, ya no hubo stop. Solo as¨ª se entiende que de los primeros 30 puntos del encuentro, 24 llegaran en esa suerte triple. O que en el primer cuarto se anotaran hasta 11 lanzamientos de tres; ninguno m¨¢s atinado que Doornekamp (3 de 3) ni Osetkowski (3 de 4). Pero Perry y Taylor por un lado y Fitipaldo por el otro se sumaron a un festival que hizo las delicias del Mart¨ªn Carpena, donde descorch¨® un ohhh prolongado de incredulidad. Bofetadas por doquier y para todos, 26-26 tras el primer cuarto.

El ritmo era insostenible y las mu?ecas, consecuentes, empezaron a chirriar. El envite deb¨ªa cambiar de tercio y ah¨ª apareci¨® Marcelinho, el viejo m¨¢s joven, 40 a?os que parecen 20 porque le sobran agilidad, piernas y habilidad. Bajo su batuta el Tenerife trat¨® de darse a la fuga, siempre con Shermadini como faro bajo el aro y con un Guy de lo m¨¢s est¨¦tico, empecinado en hacer lo m¨¢s dif¨ªcil, y capaz tambi¨¦n. Pero el aro ya no abrazaba a la pelota sino que se hac¨ªa el estrecho. Condici¨®n que el Unicaja, catapultado por el fervor de la grada, por el aliento incondicional, supo aprovechar. Perry jugaba desde su cama el¨¢stica ¨Cmenudos saltos los suyos¨C, Djedovic dec¨ªa la suya en la botella y Osetkowski aclaraba que est¨¢ en ebullici¨®n, que si hace falta lleva al equipo a sus espaldas. Y con eso, ali?ado con un triple m¨¢s de Djedovic sobre la bocina, le alcanz¨® al M¨¢laga para llegar al ecuador con ventaja (49-45).

El choque, sin embargo, tendr¨ªa para m¨¢s giros de guion. Porque Ejim y Kravish pusieron 10 arriba al Unicaja al tiempo que los cimientos del Carpena temblaban. No as¨ª Doornekamp, que rechistaba con otros dos triples, salpicados por espectaculares canastas de Guy y Shermadini, parcial de 0-12. Cortada la sangr¨ªa por Sima, segu¨ªa el intercambio de golpes, la alternancia en el marcador y, claro, el show de Doornekamp, que con un seis de seis desde la l¨ªnea de tres amenazaba el r¨¦cord compartido de triples en la Copa: Epi (7/10 en 1987), Toolson (7/11 en 1995) y Vasileiadis (7/12 en 2011). Total, 65-66 al concluir el tercer episodio y con todo por decidir.

Shermadini ten¨ªa algo-mucho que decir, rey en la pintura. Kravish no pensaba darle al mute; al rev¨¦s, ped¨ªa ruido con sus canastas. Marcelinho ya tiene una edad para que le manden callar, red tras red. Perry tampoco estaba para gaitas y Doornekamp no se expresaba de tres pero s¨ª lo hac¨ªa con alg¨²n palmeo y Cook con un mate de los que quita el hipo. Suficiente para poner al Unicaja contra las cuerdas y para decirle que su Copa dejaba de ser suya.

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