La Espa?a de Rudy estar¨¢ en los Juegos
La selecci¨®n bate a Bahamas (86-78) en la final del preol¨ªmpico de Valencia con un estupendo ejercicio de defensa colectiva y sentimiento de equipo y se clasifica para la cita de Par¨ªs
Un equipo llamado Espa?a estar¨¢ en los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs. Un equipo con letras may¨²sculas, solidario como nunca para imponer la tremenda fuerza de su grupo al reguero de talento individual de Bahamas, ganar la final del preol¨ªmpico de Valencia y obtener el billete para la gran cita deportiva de este verano. El conjunto de Scariolo ya no es aquel equipo plagado de figuras mundiales y de hombres que brillaban en la NBA, pero conserva grapado en su adn el mismo esp¨ªritu indomable de entonces. La Familia gana o pierde junta. Seguramente ya no alcance para so?ar con medallas para el recuerdo como las platas de 2008 y 2012, pero s¨ª para seguir siendo un conjunto reconocible haga lo que haga. Al frente, Rudy Fern¨¢ndez, que a los 39 a?os, antes de retirarse, se convertir¨¢ en Par¨ªs en el ¨²nico baloncestista de la historia en disputar seis Juegos Ol¨ªmpicos. Es la Espa?a de Rudy.
Los primeros segundos definieron las batallas que se esperaban en la noche. Willy Hernang¨®mez y Deandre Ayton comenzaron su combate de p¨²giles, un cuerpo a cuerpo forrado de m¨²sculo. El p¨ªvot espa?ol movi¨® bien los pies en la zona y el bahame?o sali¨® de la cueva para anotar a media distancia y amenazar desde el per¨ªmetro. El equipo caribe?o corr¨ªa gracias a velocistas como Gordon, muy dif¨ªciles de parar cuando encienden la mecha, y picaba de lejos con la mu?eca de Hield, otro portento f¨ªsico (8-11). Espa?a sufr¨ªa cuando la jugada se decid¨ªa en un emparejamiento de uno contra uno y no pod¨ªan intervenir las ayudas. Scariolo ech¨® mano de Alberto D¨ªaz, Rudy y Garuba para mantener la fiebre defensiva mientras Santi Aldama ped¨ªa la palabra en ataque en un primer careo muy igualado (17-17).
El acorazado Ayton se permiti¨® unos momentos de descanso. Aun as¨ª los hombres vestidos de negro atacaban la canasta espa?ola como fieras y eran due?os del rebote. El eterno Rudy respondi¨® con un triple al bingo del driblador Gordon, uno de esos jugadores que apenas necesita un cent¨ªmetro cuadrado para armar el brazo. El capit¨¢n espa?ol levant¨® los brazos reclamando a la Fonteta que empujara con todo lo que fuera posible porque la batalla era digna del premio que hab¨ªa en juego. Solo una tonelada de pasi¨®n defensiva y de trabajo gremial pod¨ªa conceder una opci¨®n a los espa?oles (24-23). Como muestra, un tap¨®n de gigante de Garuba al saltar¨ªn Edgecombe. Espa?a se hab¨ªa impregnado del esp¨ªritu incansable de Rudy y Scariolo agitaba el banquillo en busca de muchas revoluciones. Todo el que sal¨ªa a la pista ten¨ªa una misi¨®n que cumplir para el grupo. Lorenzo Brown hizo horas extra con tres triples en 1m 34s, Llull se marc¨® una mandarina y la selecci¨®n alcanz¨® el descanso una cabeza por delante (42-34).
Espa?a hab¨ªa demostrado ser un equipo. Bahamas era una suma de los grandes talentos de Gordon, Hield y Ayton, capaces de sacarse una canasta de la nada. Willy y Ayton retomaron el duelo que hab¨ªan comenzado en la primera jugada. Dos trenes chocaban en Valencia. Si en la pintura saltaban chispas, en el per¨ªmetro a la selecci¨®n le costaba echar el lazo a Gordon, un dolor de muelas para Llull (50-41). Lorenzo Brown volv¨ªa a su papel de agente doble para dirigir la orquesta y para anotar, y Edgecombe carg¨® con su cuarta falta personal. Era el momento de otra dosis de Rudy Fern¨¢ndez, de nuevo por los suelos para morder un bal¨®n como si tuviera 20 a?os menos. Garuba hered¨® los guantes de Willy para chocar con Ayton, en la diana de los pasadores de Bahamas y el hombre que por sus acciones individuales manten¨ªa vivo el resultado. Espa?a crec¨ªa siempre desde su defensa colectiva, un sello de identidad m¨¢s necesario que nunca. Un triple de Smith sobre la bocina apret¨® el choque antes del ¨²ltimo cuarto: 65-56.
La selecci¨®n espa?ola no conced¨ªa un segundo de tregua en la defensa de una ventaja coleccionada a base de mucho sudor. La renta la proteg¨ªan soldados como Alberto D¨ªaz y L¨®pez-Arostegui, gente que saldr¨¢ poco en los res¨²menes de los momentos m¨¢s estelares, pero agua bendita para cualquier equipo. Bahamas ya percut¨ªa a pecho descubierto, con Ayton elevando sus brazos por encima del aro y cada astro haciendo la vida por su cuenta (74-64). En Espa?a mostraban sus galones Lorenzo Brown (elegido el mejor de la final) y Aldama (el mejor del torneo) para sumar en ataque los puntos necesarios para abortar cualquier reacci¨®n del rival. Y a la hora de la verdad no pod¨ªan faltar en el cuadril¨¢tero ni Llull ni Rudy, los guardianes del estilo y el gancho con otra ¨¦poca. Bahamas adelant¨® las l¨ªneas para presionar la salida del bal¨®n y enlaz¨® los triples de Munnings y Edgecombe (83-77), pero Espa?a ya no iba a soltar la presa que tanto hab¨ªa perseguido. Lo cant¨® la Fonteta: ¡°?S¨ª, s¨ª, s¨ª, nos vamos a Par¨ªs!¡±.
ESPA?A, 86; BAHAMAS, 78
España: Brown (18), Llull (7), López-Arostegui (2), Aldama (12), Willy (15) - equipo inicial-; Díaz (0), Rudy (9), Brizuela (9), Garuba (10), Pradilla (4).
Bahamas: Nairn (0), Gordon (15), Hield (19), Munnings (10), Ayton (17) -equipo inicial-; Miller (0), Edgecombe (12), Hunter (0), Burrows (2), Smith (3).
Parciales: 17-17, 25-17, 23-22 y 21-22.
Árbitros: Kozlovskis, Batista, Krejic. Sin eliminados.
Font Sant Lluís: 7.035 espectadores.
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