1 | 2 | 3 | 4 | T | |
---|---|---|---|---|---|
MUN | 28 | 20 | 29 | 23 | 100 |
BAR | 21 | 17 | 20 | 20 | 78 |
El Bayern apaga al Bar?a desde el per¨ªmetro
El desafinado equipo azulgrana acaba sobrepasado (100-78) por el ritmo del rival y el r¨¦cord hist¨®rico de Obst con 11 triples
Presume este Bar?a de ser un equipo que juega a toda pastilla, un Polic¨ªas y Ladrones en toda regla, un atr¨¢pame si puedes. Bola que pone en juego, carrera que te pego. Y aguantarle el tipo, el f¨ªsico, no resulta sencillo, menos todav¨ªa el puntaje. Pero el Bayern, muy alem¨¢n, carrocer¨ªa di¨¦sel con turbo incorporado, elev¨® la apuesta, un ¨®rdago de mus, una afrenta de baloncesto. M¨¢s que nada porque a la ecuaci¨®n de las piernas le puso mu?eca, una de diamante desde el per¨ªmetro -con Obst y sus 10 triples al frente- que acab¨® por atragant¨¢rsele al Bar?a. Derrota que explica que los azulgrana est¨¢n de baj¨®n, toda vez que suger¨ªa mucho pero desde hace un tiempo ofrece poco.
Aunque ambos equipos se presentaron de esmoquin, con un juego alegre e hipers¨®nico, am¨¦n de canastas deliciosas -un reverso de Brooker o tambi¨¦n un alley oop suyo, un lanzamiento de media distancia de Vesely, un baile bajo la canasta de Parker¡-, el Bayern pronto explic¨® que ten¨ªa las manos apunto, c¨®modo con el lanzamiento exterior ante la tibieza defensiva azulgrana. Uno, dos, tres¡ y hasta seis triples cont¨® el conjunto alem¨¢n para llevarse el primer cuarto (28-21), Obst y Weiler-Babb de francotiradores para desaz¨®n de un Bar?a que reclamaba a su Chicho Terremoto particular. Pero Punter, que no est¨¢ de dulce en este mes, no se sal¨ªa con la suya. Mucho tiro y poco acierto, m¨¢s ruido que nueces. Una tara demasiado grotesca para el equipo de Pa?arroya, que, sin la inspiraci¨®n en ataque de su puntal, por eso del libre albedr¨ªo que permite y fomenta, se queda a la mitad.
Por ah¨ª pretendi¨® partirle el Bayern en el segundo acto, dirigido por Edwards (tren inferior explosivo y cintura de bailar¨ªn) y de nuevo expresivo desde la periferia, tenaces Obst y Weiler-Babb con sus dardos en la diana. Parker, siempre Parker, pretendi¨® replicar con su baloncesto tan pl¨¢stico como efectivo, acompa?ado por los puntos de Willy Hernang¨®mez. Pero era poca cosa para un Bayern que jugaba al galope, generoso en el repliegue y feliz en las transiciones, c¨®modo con los triples -9 de 18 en la primera parte-, un Sans¨®n con la pelota naranja (48-38) que retorci¨® a un rival al entreacto. Y faltaba Obst.
¡°Hay que mejorar la defensa y sobre todo en sus lanzamientos de tres¡±, resum¨ªa Pe?arroya lac¨®nico y con cara de circunstancias antes de que la pelota volviera a botar. Pero no hab¨ªa tirita posible para Obst, que cogi¨® la bola, se impuls¨® con las piernas y encest¨® otros tres lanzamientos desde el per¨ªmetro. Tortazos de lo m¨¢s indigestos para el Bar?a, que segu¨ªa sin encontrar a Punter y que acab¨® por entender que todas las bolas deb¨ªan pasar por las manos de Parker, el ¨²nico con la mirilla regulada, capaz de hacer sencillo lo complicado, nueve puntos de carrerilla. Pero uno no puede contra el mundo, y menos si Obst est¨¢ de su lado, pues sum¨® otros tres triples para alcanzar diez -su r¨¦cord personal estaba en siete, en un duelo del curso pasado-, para llegar al ep¨ªlogo con todo hecho.
Los 11 chofs de 16 intentonas de Obst superaron el r¨¦cord de la Euroliga de Andrew Goudelock, que sum¨® 10 con el Fenerbah?e en 2014 ante el Bayern (10 de 13), los mismos que Shane Larkin por dos veces con el Efes. Por detr¨¢s, con nueve, Saulius Stombergas (en 2001 con el Tau), Thomas Kelati (en 2009 con el Unicaja) y Mirza Teletovic (en 2010 con el Caja Laboral). Tambi¨¦n fue el mejor registro del Bayern con 20 triples en un duelo, por detr¨¢s, sin embargo, de los 24 del Fenerbah?e del curso anterior ante el Valencia Basket. Un festival desde el extrarradio que dej¨® grogui al Barcelona, ya con los hombros ca¨ªdos en el ¨²ltimo cuarto, cuando Edwards meti¨® el dedo en la llaga. Tanto, que los azulgrana cayeron de 22 puntos, la peor derrota del curso que record¨® a tiempos pasados. Esos que dejaron al equipo en blanco, esos que parec¨ªan olvidados. Culpa, sobre todo, de Obst.
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