Con su tercera victoria, Tadej Pogacar, m¨¢s fuerte que nunca, lleva al Tour de Francia a una nueva dimensi¨®n

La contrarreloj refleja el podio. La voluntad de desafiarse. El dominio absoluto de Tadej Pogacar, que gana su tercer Tour a lo grande, a 45 de media despu¨¦s de subir, como si fuera el rally de Montecarlo, derrapando en las curvas, Turbie y col d¡¯?ze. Segundo, como en la general, como todo el Tour, Jonas Vingegaard. Tercero, el futuro, Remco Evenepoel. Los dos, un minuto despu¨¦s en la contrarreloj. A 6m 17s y a 9m 18s, respectivamente, en la general. Es el triunfo aplastante de Can¨ªbal II.

Fueron un inicio de excepci¨®n por la pandemia y un final extraordinario, por los Juegos. Dos hechos que, con el paso del tiempo, han obrado valor premonitorio. Y nadie olvida que el top¨®nimo Niza nace en Nika?a, la ninfa de la victoria que los griegos llamaron Nike y los romanos latinizaron en Nicea. Cuando solo la profec¨ªas del horror se cumplen, la alegor¨ªa de Tadej Pogacar regocija los corazones. En un giro de vida, 360 grados completos, que nadie pod¨ªa haber previsto ni escrito, el ciclista esloveno, que a¨²n no ha cumplido los 26 a?os, ha subido al podio de la victoria de su tercer Tour en el mismo lugar en el que comenz¨® el primero de los que gan¨®, el de 2020, cuando la pandemia, la plaza de Massena, junto al paseo de los Ingleses de Niza. Como si hubiera recorrido Francia, y el ciclismo mundial, los ¨²ltimos cinco a?os como el jinete con la cabeza al rev¨¦s del cuadro de Marc Chagall en el museo que ilumina una de las colinas de Niza, y sus vidrieras, cabalgando hacia el futuro mirando siempre el inicio de todo, y el cielo.

¡°El primer Tour fue una sorpresa para todos, y tambi¨¦n para m¨ª, ni yo me lo esperaba. Me conformaba con ser segundo y ganar la ¨²ltima contrarreloj, pero super¨¦ a Roglic¡±, recuerda Pogacar. ¡°El segundo, en 2021, lo resolv¨ª pronto, con una larga escapada en los Alpes un d¨ªa de mucha lluvia y fr¨ªo que a¨²n recuerdo como uno de los mejores d¨ªas sobre la bicicleta, full gas todo el d¨ªa. Saqu¨¦ mucho tiempo a todos. Fue un Tour tranquilo¡±. Aunque Vingegaard termin¨® segundo, no hubo duelo. Los grandes pulsos fueron los de 2022 y los de 2023, los que Pogacar perdi¨®. ¡°En 2022 tuve un mal d¨ªa. Me equivoqu¨¦ tantas veces siguiendo a Primoz y a Jonas en el Galibier que al final explot¨¦. Y eso fue todo, un mal d¨ªa. Luego, el a?o pasado lleg¨® el accidente en la Lieja. No sal¨ª con la bici hasta el 25 o 26 de mayo. As¨ª que faltaba m¨¢s o menos un mes para el Tour y pedaleaba con un brazalete en la mu?eca. Y a¨²n lo llevaba puesto la primera semana del Tour mientras dorm¨ªa porque no quer¨ªa rodar sobre la mano y romp¨¦rmela otra vez. As¨ª que esto fue el a?o pasado un gran problema. No estaba preparado f¨ªsicamente tras la ca¨ªda y tampoco mentalmente para el Tour del a?o pasado¡±.

El pen¨²ltimo domingo de julio, Niza es Par¨ªs. El mismo calor, m¨¢s humedad. La misma cantidad de gente y los clochards durmiendo en los bancos sudorosos, pero en menos espacio. No hay Champs Elys¨¦es, pero hay Promenade des Anglais. Y por las calles pasean africanos de Asmara exiliados, orgullosos de ser eritreos, y llevan camisetas negras que dicen ¡®Bini¡¯, por Biniam Girmay, que aprendi¨® a montar en las bicicletas viejas que los italianos abandonaron cuando perdieron las guerras y es el maillot verde del Tour de Francia, que, por primera vez en su historia rinde homenaje con un pase extraordinario por el podio a su farolillo rojo, Mark Cavendish, capaz de terminar el Tour a los 39 a?os, aun el ¨²ltimo, despu¨¦s de haber ganado su 35? etapa, una m¨¢s que Eddy Merckx, m¨¢s que ninguno en la historia.

Con la victoria en la contrarreloj, Pogacar consigue su sexta victoria de etapa en el Tour del 24, la 17? en sus cinco Tours. Los n¨²meros invitan claro a proclamarle Can¨ªbal II y a compararle con Can¨ªbal I, Merckx, el belga cuyos pasos pisa. Como el belga del 70, que gan¨® Giro y Tour y cantidad de etapas y tan superior, entre las dos carreras, Pogacar ha ganado 12 etapas y ha estado 39 de los 42 d¨ªas con el maillot de l¨ªder (20 de rosa, 19 de amarillo) para desaz¨®n de los ciclistas y cierta languidez de los aficionados, que aman los duelos y la rivalidad, que en este Tour dur¨® dos d¨ªas. Merckx gan¨® su tercer Tour, el de 1971, el de la ca¨ªda de Oca?a, reci¨¦n cumplidos los 26, y su alma de campe¨®n se apag¨® a los 29, nada m¨¢s ganar en 1974, su mejor temporada, el quinto Tour tras el quinto Giro. Cuando se habla de ello, la gente de Pogacar prefiere no pensar. Ni tampoco el esloveno, que no mira los r¨¦cords, sino su propio af¨¢n y no sabe si seguir¨¢ corriendo a los 28, a los 29 o a los 30. ¡°Mientras me siga divirtiendo en la bici seguir¨¦ corriendo¡±, promete. ¡°Tengo m¨¢s experiencia. No cometo demasiados errores. No estoy, no s¨¦, a veces si est¨¢s ansioso en la carrera, es supermalo. Y este a?o nunca estuve estresado. Siempre tuve el control de mi propia mente. Y tuve el control cuando ya me puse en cabeza en el Galibier, el cuarto d¨ªa. As¨ª que esto fue, para m¨ª, un gran momento de motivaci¨®n. Ten¨ªa confianza en mi cabeza. Y s¨ª, la ¨²ltima semana he corrido sin presi¨®n. Miraremos los n¨²meros despu¨¦s. Pero s¨ª, seguro que este uno de los mejores yo¡±.

¡°?l ha estado muy, muy fuerte, en su nivel m¨¢s alto. Las dos primeras semanas yo tambi¨¦n estuve en el nivel m¨¢s fuerte que he estado nunca, pero la ¨²ltima esta semana no he estado en mi nivel normal por mis problemas de preparaci¨®n¡±, dice Vingegaard. Siguiendo con Chagall y su tr¨ªptico de esperanza, el dan¨¦s comenz¨® el Tour como un ejercicio de resistencia al que sigui¨®, en la 11? etapa, el Lioran, la resurrecci¨®n y la derrota final supuso, en alguna forma la liberaci¨®n, ilustrada gr¨¢fica por sus sollozos liberados en brazos de Trine, madre de Frida y esposa suya, que lo conforta y auxilia. El duelo muri¨® quiz¨¢s el 4 de abril pasado en una mala curva del Pa¨ªs Vasco en la que Jonas Vingegaard dej¨® sus fuerzas y sus esperanzas. ¡°No, no dir¨ªa que fue un alivio. Para m¨ª fue m¨¢s un alivio estar aqu¨ª en la l¨ªnea de salida. Mi plan era intentar luchar por la clasificaci¨®n general y quer¨ªa hacerlo lo mejor posible y, para ser sincero, con la preparaci¨®n que he tenido, creo que puedo estar m¨¢s que contento con el lugar en el que estoy ahora. Es bueno para el deporte tener a un tipo como ¨¦l o al menos que podamos tener una rivalidad como esta, sin uno de nosotros creo que el Tour de Francia no ser¨ªa tan divertido¡±.

¡°Pensar en las derrotas que sufr¨ª con Vingegaard me hizo entrenar m¨¢s fuerte¡±, admite Pogacar. ¡°Y cambi¨¦, adem¨¢s, mi preparaci¨®n con el nuevo entrenador, Javier Sola. No empec¨¦ el 13 de noviembre con una salida larga. Hice cosas diferentes. Core, fisioterapia, peque?as salidas. As¨ª que no estaba tan en forma como otros a?os en la concentraci¨®n de diciembre. As¨ª que este a?o estuve un poco menos bien en diciembre, enero. Y entonces empec¨¦ a coger fuerzas para el Giro, que al final tambi¨¦n fue para m¨ª una preparaci¨®n muy buena para el Tour. Gan¨¦ el Giro con una mentalidad realmente buena en la llegada, preparado f¨ªsicamente. Todo ha ido como la seda¡±.

Tambi¨¦n Pogacar prefiere hablar de Vingegaard y de s¨ª mismo antes que de Merckx. Y, quiz¨¢s inconscientemente, de la nueva dimensi¨®n a la que ha llevado al Tour de Francia, que exige un nuevo ciclista. ¡°Estamos viendo pasar un momento hist¨®rico delante de nuestros ojos¡±, dice Enric Mas. ¡°Pogacar hace historia¡±. Ya no se puede hablar de escaladores que contrarrelojean o de contrarrelojistas que escalan. Se habla de ciclistas de potencia y fuerza, y explosividad, que destrozan a los escaladores y a los rodadores di¨¦sel. Vuelan a velocidades inauditas. Recuperan como relojes. Trasiegan kilos de carbohidratos todos los d¨ªas, y los convierten en gasolina. Es el ciclismo de la energ¨ªa, que cada a?o generar¨¢ nuevos campeones, y Remco Evenepoel, tercero, sigue el camino, compacto, fuerte, resistente. Sin miedo a las alturas.

Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.