Tres ¡®Estudiantes¡¯ ejemplares
Cuatro de cada cinco chicas abandonan el deporte en la adolescencia. El 60% lo hace por la dificultad de compaginar estudios, deporte y tiempo libre. Ejemplos como los de las intantiles del Movistar Estudiantes, campeonas de la MiniCopa Endesa 2024 con brillantes expedientes acad¨¦micos, contradicen una tendencia que constituye un mal social
?Y si no existiera encrucijada? Cuando llega la adolescencia, cuatro de cada cinco chicas abandonan la pr¨¢ctica del baloncesto (o de cualquier deporte de equipo). Lo detect¨® el proyecto Basket Girlz, impulsado por Endesa y la FEB, con el estudio que llev¨® a cabo la exbase internacional y psic¨®loga de se?eros deportistas de ¨¦lite Mar Rovira. Un abandono que no se da en igual medida en chicos. Otra brecha m¨¢s. La causa mayoritaria que aduc¨ªan, con casi un 60%, era lo que la investigaci¨®n defin¨ªa como ¡°gesti¨®n del tiempo¡±. Traducido: la dificultad para compaginar los estudios con entrenamientos o partidos. Entonces, se repite la pregunta: ?Y si no existiera esa encrucijada? ?Y si el deporte fuera el complemento ideal del instituto?
Es el ejemplo que pregonan las jugadoras del Estudiantes Adriana Ruiz, capitana; Mar¨ªa Teresa Ntutumu y Sandra Carrera, tres campeonas de la MiniCopa Endesa 2024, la versi¨®n infantil de la Copa de la Reina celebrada hace unas semanas en Huelva.
En el parqu¨¦, las del Estu fueron anulando a rivales, en teor¨ªa favoritos, con el vigor de su esfuerzo, con la energ¨ªa que desbordaban y la solidaridad con que auxiliaban en todos los lances a sus compa?eras. Si una sal¨ªa cabizbaja hacia el banquillo, las otras la animaban. Aunque el marcador pintara un panorama dif¨ªcil, las sonrisas no se borraban del rostro. Un grupo unido. En ellas, los valores que psic¨®logos y expertos atribuyen al aprendizaje a trav¨¦s del deporte (trabajo en equipo, decisiones que se toman en pro de un bien com¨²n, templanza, facilidad para relacionarse¡) son un hecho palpable, indiscutible. Y, adem¨¢s, las tres sacan notazas.
¡ª?C¨®mo se hace?
¡ªEs que el deporte te ense?a a ser m¨¢s organizada ¡ªresponden las tres, sentadas en una de las canchas del colegio Ramiro de Maeztu de Madrid, en un ratito robado, entre el calentamiento en el gimnasio y el entrenamiento t¨¢ctico del equipo.
¡ªAdem¨¢s, es que con las asignaturas pasa como con el baloncesto: le dedicas m¨¢s tiempo a lo que m¨¢s te cuesta, as¨ª que acabas haci¨¦ndolo mejor y cogi¨¦ndole gusto ¡ªa?ade Ntutumu, mostole?a que cada d¨ªa se levanta a las seis y media de la ma?ana para repasar y que, tras el colegio, acude directa a los entrenamientos y no llega a su casa hasta casi la hora de la cena.
La rutina de las tres, que llevan tres temporadas juntas, es parecida: madrugar, aprovechar las tardes sin entrenamientos para estudiar ¡ªo los ratitos muertos, como los trayectos en metro o en coche¡ª, sacarle verdadero partido a las clases y descansar bien. La mente responde mejor cuando las piernas se mueven, est¨¢ m¨¢s despejada. Y ninguna ve su exigente d¨ªa a d¨ªa como un sacrificio: es una oportunidad, una pasi¨®n. Hablan con tal madurez que uno debe recordarse que est¨¢ ante tres j¨®venes de 14 a?os, y no ante adultas plenamente maduras. ¡°Cuando alguna amiga¡±, cuenta Carrera, ¡°nos comenta que est¨¢ agobiada por una comida familiar o alguna cosa parecida, lo hablamos entre nosotras y nos sonre¨ªmos. Aunque por supuesto lo entendemos, porque su perspectiva no es como la nuestra¡±.
Dice su entrenador, Jos¨¦ Alberto Santacana, Santa, que las integrantes de este grupo que acumula ¨¦xitos deportivos en cada competici¨®n en que participa ¡°intuyen la dificultad que vendr¨¢¡± para mantener el nivel acad¨¦mico si perseveran en hacer carrera en el b¨¢squet. Pero tienen car¨¢cter.
¡ªMis padres siempre me dicen que los estudios van primero. Y que es como en el baloncesto: que ganar un partido no significa nada. Todo en la vida se logra gota a gota de sudor, con esfuerzo, apunta Ruiz.
¡ª?Claro!, exclaman sin atisbo de dudas sus compa?eras, y se enredan divagando, porque ninguna tiene claro qu¨¦ quiere ser de mayor. Lo que cuenta es que en el baloncesto han encontrado su sitio, un motivo de orgullo para sus padres, que las ven disfrutar en la pista, y el apoyo fundamental de un grupo de amigas.
Las tres, al final de la entrevista, se yerguen como si les fuera antinatural haber estado sentadas antes, desentumeci¨¦ndose, y corren a incorporarse con sus compa?eras a las canchas de fuera. Las que estaban ya entrenando las reciben con alegr¨ªa. Se respira una fraternidad genuina y lo ¨²nico que se cuela entre el retumbar de sus botes de bal¨®n y sus gritos y risas son las voces del coro del colegio, que ensaya a la vez en el edificio anexo.
¡ªChicas, ?esto qu¨¦ es? Quiero ver intensidad y un poco de alegr¨ªa, que esto es baloncesto, les corrige Santa al final de un ejercicio.
Soluciones pr¨¢cticas a un problema enorme
Durante 2024, Vic (Barcelona) ser¨¢ la capital catalana del b¨¢squet femenino. ¡°Quer¨ªamos potenciar el deporte femenino en la ciudad como manera de aumentar la cohesi¨®n social¡±, indica Eduard Comerma, concejal de Deportes del municipio. Este jueves se inaugura all¨ª, dentro del pabell¨®n municipal Castell d¡¯en Planes, una sala bien acondicionada, mesas, ordenadores, internet, pizarras¡, lo indispensable para poder estudiar tambi¨¦n en el polideportivo y compatibilizar mejor estudios y entrenamientos.
Es una iniciativa impulsada por Endesa y abrazada por el consistorio cuya utilidad para frenar el abandono prematuro de la pr¨¢ctica de deporte por parte de las j¨®venes explica mejor que nadie Imma Magem, la presidenta del club de la localidad, el Femen¨ª Osona: ¡°Tenemos unos 25 equipos, casi 300 jugadoras. Y una estructura de 43 entrenadores, el 80% mujeres, jugadoras que, adem¨¢s, entrenan a los equipos de las ni?as m¨¢s peque?as. Eso significa que, con un espacio habilitado, las horas muertas entre que salen del instituto y entrenan, o entre que se ejercitan ellas mismas y dirigen el entrenamiento de otros equipos, podr¨¢n ser de provecho¡±.
En vez de palabras grandilocuentes, acciones concretas que, modestamente, sirvan para atajar el problema. Esa es la intenci¨®n de la propuesta de Endesa, que podr¨ªa replicarse en otros lugares y que, en Vic, afirma el concejal, ayudar¨¢ a los 600 chicos y chicas que juegan a b¨¢squet pero tambi¨¦n a todos los que practican deporte en esas instalaciones, como los de tenis de mesa.
¡°Hay que lograr un cambio mental en la sociedad¡±, asegura la presidenta Magem, porque el deporte ¡°te ense?a a luchar con otras personas por objetivos que no puedes conseguir sola, a dar un paso al lado o al frente seg¨²n toque; porque la hora y media de un entrenamiento compensa sobradamente el tiempo invertido, porque la mente sale oxigenada y m¨¢s dispuesta para aprender; porque hay que hacerse a la idea de que ser un buen deportista y un buen estudiante son cuestiones que se conjugan a la par¡±, concluye rotunda. Esto es un buen principio.